La inauguración del gasoducto Néstor Kirchner tuvo fuertes repercusiones. La más sorprendente fue la reacción en Juntos por el Cambio: sus dirigentes salieron a plantear que la idea había sido de ellos. La oposición intentó así capitalizar la obra, con el argumento de que Mauricio Macri, en su presidencia, llamó a la licitación - y omitiendo que no hicieron un metro del tendido y votaron en contra de hitos como la estatización de YPF y el aporte solidario. A su vez, los dirigentes de Unión por la Patria hablaron del gasoducto como muestra de lo que es posible cuando existe voluntad política como experiencia de unidad pese a los desacuerdos, como prueba de que se pueden crear puestos de trabajo de calidad, pero sin descuidar, en el festejo la campaña: advirtieron que lo que hoy parece una conquista para las mayorías, con un gobierno de derecha puede volverse un nuevo mecanismo de desposesión. “Argentina, si lo desea, puede concretar su sueño paso a paso”, dijo en ese sentido Máximo Kirchner sobre la obra aunque aclaró que sin embargo “el gasoducto puede tener un sentido muy distinto” según quién gane las presidenciales. 

La línea de JxC fue nítida: “Si no hubiéramos perdido las elecciones, nosotros habríamos hecho el gasoducto mucho mejor”. El propio Mauricio Macri se expresó en esos términos. “El gobierno anuncia con bombos y platillos un gasoducto que llega tres años tarde y cuya demora le costó a la Argentina más de 5.000 millones de dólares”, escribió el exPresidente en sus redes.

Macri se mostró molesto porque el gasoducto lleva el nombre de Néstor Kirchner (“Disculpen si no lo llamo por su nombre oficial”, señaló) y aseguró que en 2019 dejó “la financiación lista y el financiamiento preparado” para la obra, que luego -añadió - este gobierno "postergó" y finalmente pagó “más cara”.

La exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal se había adelantado a publicar en las redes esa particular lectura de la historia, en el mismo momento en que se realizaba su inauguración, lo que da una idea de que los equipos de JxC lo consideran un tema con efectos sobre el electorado. El gasoducto “podría haber llegado mucho antes”, tuiteó Vidal para considerar "vergonzoso" que los dirigentes de Unión por la Patria “ hoy celebren políticas públicas que se ocuparon durante tanto tiempo de obstaculizar”.

Patricia Bullrich, siguió el libreto, pero dio la impresión de que se sentía menos afectada que Macri. Dijo que el gasoducto fue “un trabajo que se hizo entre los distintos gobiernos”. “Nuestro gobierno dejó armados todos los planos, toda la licitación”, planteó y consideró “una buena experiencia que la Argentina haya podido, en dos gobiernos distintos llevar adelante una obra que es para el bienestar de todos.” Horacio Rodríguez Larreta dijo que el gasoducto "es una buena noticia" pero se sumó al mismo discurso: "La obra llegó más tarde, fue más cara y ahora es utilizada partidariamente por el kirchnerismo".  

Desmentida

La discusión sobre qué hizo cada gestión había sido una parte nodal en el acto de inauguración. Cristina Kirchner, por ejemplo, planteó que "este gasoducto fue planificado en 2015 y recién se ejecutó durante nuestro gobierno”. El llamado a licitación de JxC existió, pero la vicepresidenta mostró números: recordó que el macrismo construyó 48 kilómetros de gasoductos en su mandato, mientras que el kirchnerismo entre 2003 y 2015 hizo 3.318 kilómetros de gasoductos. 

Agustín Rossi fue otro de los dirigentes de UxP que revisó la historia, desmintiendo la versión de JxC. "El gobierno de Macri postergó la licitación del gasoducto en dos ocasiones", aclaró. "De haberse hecho en su momento, Argentina hubiera ahorrado 8.000 millones de dólares y atravesado las consecuencias de la guerra, la pandemia y la sequía en otras condiciones".

Fuera del escenario, Máximo Kirchner habló de los significados de que la obra se haya podido concretar: “Cuando uno ve a la gente tan contenta, tantos laburantes, compañeras y compañeros trabajadores que están ahí, eso marca a las claras que Argentina si lo desea puede concretar paso a paso su sueño”, declaró.

Al mismo tiempo, consideró que “cuando la sociedad vote este año también va a decidir qué destino tiene lo que traslada este el gasoducto, si es un gasoducto que beneficia al conjunto de las argentinas o si solamente tiene una mirada hiperexportadora donde nada viene y todo se va”. “Uno quiere que la sociedad se involucre, vote lo que vote, que sea consciente de lo que va a votar porque este gasoducto puede tener un sentido con un gobierno, pero puede tener un sentido diferente con otro. La historia argentina muestra, si uno se remonta a los 90, que con un yacimiento mucho más chico que el de Vaca Muerta como era Loma La Lata, pasó que el gas barato argentino que se iba a Chile fue parte del milagro chileno, pero  los argentinos no pudimos desarrollarnos. Entonces creo que son estas situaciones las que tenemos que abordar “.

La economista Mercedes D'Alessandro recordó cómo se generó el financiamiento de la obra: “El impuesto a las grandes fortunas fue un golazo. Lo pagaron tan solo unas 11 mil personas, las más ricas del país, en plena pandemia y permitió comprar vacunas, financiar educación, urbanización de barrios populares y el gasoducto. Ese es el camino”.

Desde el massismo, la diputada Cecilia Moreau también valorizó el aporte de las Grandes Fortunas. "Como miembro del Congreso de la Nación, siento un inmenso orgullo porque se financió en parte con el aporte solidario extraordinario que aprobamos en 2020", dijo. Moreau habló, por otra parte, de la importancia de tener un Estado que planifique la economía. "Lo que vemos hoy es la continuidad de un proyecto que comenzó hace más de diez años con la recuperación de YPF y que se vio limitado en 2015 cuando Juntos por el Cambio llegó al poder. Por eso, es importante destacar que esta megaobra también es el resultado de la decisión política de tener un Estado presente para desarrollar el país".