El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció que su Gobierno prepara un masivo programa de infraestructura basado en la transición ecológica energética y que, junto con los países sudamericanos, utilizará la preservación de la selva amazónica como "un instrumento de negociación ante el mundo desarrollado" para combatir el cambio climático.
"Tuvimos seis años de atraso en el país, vamos a lanzar el nuevo Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) con la cuestión de la transición energética y la transición ecológica en la innovación industrial", aseguró Lula durante el programa "Conversación con el Presidente", que se transmite por los medios públicos todos los martes.
Reclamo a las potencias
El mandatario subrayó la importancia de que la población de la Amazonía, que en el caso de Brasil es de cerca de 30 millones de personas que en su mayoría viven en condiciones precarias, "tenga dignidad en sus vidas y ganen un salario razonable". "Queremos unir toda la Amazonía en América del Sur y hacer de eso un instrumento de negociación con el mundo desarrollado para que podamos desarrollarnos y generar empleo para todos aquellos que viven en la Amazonía: indígenas, pescadores y pueblos ribereños", indicó. "Es necesario que discutamos eso con el mundo desarrollado", insistió. añadió.
En ese sentido, el líder progresista brasileño volvió a quejarse de que las grandes potencias no cumplieron con sus compromisos medioambientales en relación a la liberación de recursos para los países en desarrollo. Las acusó de haber prometido en 2009 unos 100.000 millones de dólares destinados a financiación de proyectos para la población amazónica, a cambio de políticas ambientales que preserven a la principal reserva de humedad del planeta.
Lula señaló que a esa estrategia se sumará BIC, el grupo que creó su país para formar un frente común en los foros internacionales y que incluye a otros países con las mayores selvas tropicales del mundo: Indonesia, República del Congo y República Democrática del Congo. "Hay que crear conciencia de que la cuestión ecológica no es una cosa sofisticada de media docena de personas, es un activo económico extraordinario" y "queremos utilizar eso para negociar con el mundo", apuntó.
Balance económico
En su opinión, es posible sacar provecho económico de la Amazonía de forma sostenible, porque "pesquisando correctamente se pueden encontrar cosas extraordinarias" para las industrias farmacéutica y cosmética, entre otras. "Hay todo un mundo delante nuestro y no tenemos que tener miedo de destrabarlo. Tenemos que aprovechar ese océano de oportunidades, nuestro mayor patrimonio es nuestra selva en pie", defendió. Y agregó: "Con la deforestación toda la economía pierde y vamos a jugar muy duro con la policía federal y, si es necesario, con las Fuerzas Armadas para proteger la selva de madereros ilegales, de la minería ilegal y el crimen organizado", aseguró.
También sostuvo que el país se encuentra en una fase de "optimismo de la sociedad" debido a los resultados de la economía, la inflación, la caída del dólar frente al real y el "reinicio de la recuperación del poder de compra del salario". "El país necesita tranquilidad y paz, por eso queremos crecimiento, que la riqueza se reparta y logramos una reforma tributaria que apunta a combatir la evasión impositiva", afirmó, al hacer un balance sobre sus seis meses de gestión.
Cumbre de la Amazonía
Lula clausuró el sábado junto con su homólogo colombiano, Gustavo Petro, una reunión técnica con representantes de los países del arco amazónico en la ciudad de Leticia, en Colombia, que sirvió para preparar la cumbre de la Amazonía que tendrá lugar en la ciudad de Belém, en Brasil, el próximo 8 y 9 de agosto. En su discurso, el mandatario brasileño llamó a los países amazónicos para que se unan en torno a "la defensa de esa reserva natural": "Debemos unir esfuerzos para que en las discusiones internacionales nuestra voz sea escuchada con fuerza en las conferencias sobre clima, biodiversidad y desertificación, y en los debates sobre el desarrollo sostenible", manifestó.
En ese marco, Lula abogó por el fortalecimiento institucional de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), que está compuesto por Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela. Para él, es "una herramienta que, en lugar de aislarnos, tiene la capacidad de proyectarnos hacia el centro del desafío más importante de nuestro tiempo: el cambio climático". "Podemos hacer mucho si le damos a la OTCA lineamientos claros y recursos adecuados a través de una coalición de bancos de desarrollo y de la movilización de recursos públicos y privados", afirmó, al tiempo que planteó el impulso a "actividades productivas locales sostenibles como la agricultura familiar, la pesca artesanal, los proyectos agroforestales y el emprendimiento, especialmente femenino".
El presidente recordó también que las alertas de deforestación en la Amazonía brasileña tuvieron una reducción del 33,6 % en el primer semestre de este año, por lo que indicó que su Gobierno se compromete a llevar a cero la tala ilegal de selva para 2030 e instó a los países amazónicos a "asumir juntos ese compromiso en la cumbre de Belén".