La primera ministra británica, Theresa May, envió un contundente mensaje al Gobierno argentino para presionarlo a que cumpla con los “compromisos públicos” contraídos el año pasado, durante la firma del controversial comunicado conjunto por las Islas Malvinas. En el documento suscripto con el vicecanciller de Gran Bretaña, Alan Duncan, la entonces canciller Susana Malcorra se había comprometido a “remover todos los obstáculos” para el desarrollo económico de las Islas en lo que se refiere a comercio, navegación, pesca e hidrocarburos. Esta mañana May se lo recordó al presidente Mauricio Macri, en una carta que envió al gobierno británico de Malvinas, según indicó un comunicado emitido por los isleños.
"La relación británico-argentina no completará su pleno potencial hasta que el gobierno argentino cumpla con sus compromisos públicos que realizó en septiembre de 2016”, manifestó en un comunicado la primera ministra y reiteró el “fuerte y completo apoyo” al “derecho de autodeterminación” de los kelpers, en un nuevo rechazo a los reclamos de soberanía de la Argentina.
Los primeros acercamientos de la gestión del presidente Macri y la ministra británica comenzaron el 8 de septiembre del año pasado, cuando Malcorra viajó a Londres para “iniciar un diálogo potencial” sobre la cuestión de la explotación petrolera en la zona de Malvinas. Allí suscribió al comunicado, que no tenía fuerza de acuerdo, pero sí especificaba que Argentina liberaría los “obstáculos” del desarrollo económico de las Islas Malvinas. También se había dispuesto “el establecimiento de más conexiones aéreas” entre los habitantes de Malvinas y la Argentina.
El texto fue entonces cuestionado por la oposición e incluso algunos sectores del oficialismo, que entendieron que violaba la soberanía nacional. Incluso, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, tuvo que salir a frenar las críticas, y señaló días más tarde que era solo “un comunicado que trata varios temas con ideas generales” para "construir valor en conjunto" en el Atlántico Sur "en todo tipo de actividades". Pero la primera ministra Theresa May no lo entendió así y ahora está reclamando que el documento se materialice en acciones concretas.
May había confirmado que no estaba en duda para el gobierno británico la discusión por la soberanía de las islas en octubre del año pasado, al desmentir al presidente Mauricio Macri, quien había dicho que, durante un encuentro informal en la Asamblea General de la ONU, la primera ministra se había comprometido a poner en agenda esta discusión.