Una adolescente de 17 años fue detenida tras dar a luz en su casa y apuñalar a la beba recién nacida, que fue trasladada con heridas en tórax y en el cuello a la Maternidad Martin. La beba falleció en la madrugada del miércoles. En tanto, la chica, que quedó internada en ese centro de salud, fue puesta a disposición de la justicia de Menores, donde se definió la realización de una Junta Médica Psiquiátrica para establecer su situación de salud mental.
La directora de la maternidad, Lorna Andreussi, confirmó la muerte de la recién nacida después de permanecer algunas horas internada. Sobre a adolescente, el juez de Menores Estanislao Surraco informó que "atento a la gravedad y sensibilidad del hecho en el que se constató el fallecimiento de una niña en la Maternidad Martin, que había ingresado como consecuencia de un parto domiciliario experimentado por una adolescente, dentro del contexto de vulnerabilidad que se advierte en el caso, se desplegaron medidas tendientes a dilucidar las causas estructurales que motivaron la intervención de este juzgado, en el que se está trabajando multiagencialmente en el abordaje de la cuestión, a la espera de la evaluación de una junta médica psiquiátrica que se requirió al efecto". Como se trata de una niña -legalmente lo es-, su identidad debe ser preservada.
Lo ocurrido vuelve a poner el foco en el infanticidio, una figura legal que fue derogada en 1995. Estaba contemplada en el inciso 2 del artículo 81 del Código Penal. “Se impondrá reclusión hasta tres años o prisión de seis meses a dos años a la madre que, para ocultar su deshonra, matare a su hijo durante el nacimiento o mientras se encontrara bajo la influencia del estado puerperal", decía el texto dejado sin efecto por ley 24.410.
La historia que vuelve a la memoria es la de Romina Tejerina, de San Pedro, Jujuy, que a los 20 años mató a puñaladas a su hija recién nacida, producto de una violación. El 10 de junio de 2005 fue condenada a 14 años de prisión, y generó un intenso debate social alrededor de la pena.