La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) detectó inconsistencias por $ 109.084 millones en cuentas de argentinos en el exterior, tras descubrir rentas obtenidas por esos contribuyentes que difieren de lo presentado en sus declaraciones juradas.
Tanto para los analistas como lo que se pudo corroborar con los datos oficiales, la fuga de divisas originada en operaciones de grandes empresas viene siendo uno de los problemas más graves para Argentina en el frente externo y, en particular, en su balance cambiario.
Al punto tal que, entre 2019 y 2022, el país registró un saldo neto en el movimiento de reservas internacionales negativo (salieron más dólares que los que entraron), pese a que el saldo de la balanza comercial resultó favorable en todos esos años por una cifra acumulada en torno a los 30 mil millones de dólares. Y no fueron los pagos de servicios de la deuda pública los responsables, sino los movimientos entre cuentas de firmas privadas.
En un reciente encuentro de expertos fiscales en Bogotá, Colombia, preparatorio de una cumbre que se realizará en Cartagena el 27 y 28 de este mes para discutir sobre una nueva plataforma de cooperación tributaria entre países de América Latina y el Caribe, la especialista argentina María julia Eliosoff la situación regional y de la Argentina en particular en términos contundentes.
Dijo en esa oportunidad la directora de Proyectos de la Fundación Friedrich Ebert en Argentina e integrante del Espacio de Trabajo Fiscal para la Equidad: “El abuso fiscal, principalmente el vinculado con la evasión, se estima en el 6,1% del PBI regional. Argentina figura, junto con Brasil, México y Chile, entre los países que más recursos pierden por este tipo de prácticas y algunos datos indican que los activos externos del sector privado argentino representaban en 2021 cerca del 74% del PBI”.
Con esa perspectiva, el organismo conducido por Carlos Castagneto incrementó en junio un 30 % los
cruces de información con administraciones tributarias del exterior, producto de los
acuerdos de intercambio de información fiscal ya suscritos.
Por otra parte, viene realizando fuertes acciones tendientes a identificar a los verdaderos integrantes de las sociedades y fideicomisos con el fin de llegar a los beneficiarios reales de las ganancias provenientes de esas entidades. A su vez, se han redoblado los esfuerzos para lograr el cumplimiento de las obligaciones de prestar información por parte de las empresas que operan grandes volúmenes en el exterior con paraísos fiscales y grandes grupos económicos vinculados.