Cuarenta años después de la vuelta de la democracia, todavía se reescriben las páginas más oscuras de la historia reciente del país. Esta vez fue el turno de trabajadores ferroviarios detenidos desaparecidos, cuyos legajos fueron reparados y entregados a sus familiares en un acto del que participaron funcionarios del gobierno nacional, dirigentes sindicales y referentes de organismos de derechos humanos. Emocionados por haber recuperado “una parte de la historia” de las víctimas, sus allegados agradecieron el trabajo mancomunado del Estado y sindicatos, y destacaron la importancia de "no volver al pasado".
El acto se realizó en la sede central de la Unión Ferroviaria, en el barrio porteño de Boedo, un sitio simbólico para el movimiento obrero, donde funcionó por primera vez la CGT. Allí se turnaron para entregar los legajos el ministro de Transporte, Diego Giuliano; su par de Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos; el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla; el presidente de Ferrocarriles Argentinos, Damián Contreras; y el secretario general de Unión Ferroviaria, Sergio Adrián Sassia.
“Tenemos que seguir reivindicando a quienes extrañamos. Nos duelen esas ausencias y ese dolor no se va a ir. Pero esta reparación es demostrar los lugares de resistencia simbólica y efectiva, de reparación a nuestras víctimas, pero también a nuestra democracia”, sostuvo Pietragalla. El funcionario recordó además que el 70 por ciento de los desaparecidos fueron trabajadores, lo que “demuestra que quisieron instalar un modelo económico, que no importaba la manera, que era la receta para toda la región”. En este sentido, sostuvo que es necesario “militar bien” durante la campaña electoral de este año, ya que quienes “manejan el aparato hegemónico son los que se favorecieron económicamente con la dictadura, nos gobernaron hasta hace muy poco y son el poder real que siempre denunciamos”.
Olmos también vinculó pasado y presente. “Ha cambiado el contexto, pero la esencia de la lucha sigue siendo la misma. Nosotros peleamos por una sociedad solidaria, ellos creen en el egoísmo. Nosotros queremos que haya una distribución equitativa de la riqueza, ellos quieren maximizar la ganancia. Nosotros queremos una democracia y una convivencia plena, ellos vuelven a hablar de desaparecer al que piensa distinto”.
Mientras, Giuliano afirmó que “la dictadura militar no solo cerró ramales, despidió 50 mil trabajadores, hizo caer todo un proyecto nacional de desarrollo, hizo cerrar talleres, también desapareció compañeros y compañeras”. Sin embargo, aseguró, “están presentes en los tres mil kilómetros de vía que hemos recuperado en tres años y medio, en las 63 estaciones que se han restaurado en la Argentina, en los servicios ferroviarios que se están recuperando en el interior del país”.
También participó de la entrega Silvina Atencio, miembro de la comisión de Trabajo por la Reconstrucción de Nuestra Identidad, el organismo encargado de realizar el relevamiento y documentación de las víctimas que pertenecieron al ex Ministerio de Obras y Servicios Públicos. Hija de Raúl Atencio, trabajador desaparecido del Servicio Nacional de Agua Potable, Atencio recordó entre lágrimas la primera vez que tuvo contacto con el expediente de su padre, cuando el decreto 1199/2012 aun no había sido promulgado. “Cuando me entregan el legajo aún sin reparar de mi papá me encuentro con su letra, con su firma, con la partida de matrimonio con mi mamá, con la nota de mi papá cuando dice ‘quiero informar que ha nacido mi hija Silvina’ y también las notas en las que los funcionarios informaban su novena falta injustificada”.
Lo que no decía ese legajo, como pasó con tantos otros trabajadores, era que el motivo de su ausencia fue la desaparición forzada por la dictadura militar. En el caso de los ferroviarios, el camino de recuperación de los legajos se inició en 2021, cuando la conducción de Unión Ferroviaria se comunicó con la comisión. En total, se recuperaron los expedientes de 48 trabajadores, diez de los cuales fueron entregados en este acto.
La restitución de los legajos ayudó a los familiares a reconstruir la historia que no pudo ser contada en primera persona. Este es el caso de la hija de Rubén Santucho, Alejandra: “Me tomó de sorpresa porque yo no sabía que mi papá había trabajado en el ferrocarril. Mi viejo desapareció en el 76 y había trabajado en el tren antes de que yo naciera”, dijo a Página/12. A diferencia de Atencio, Alejandra no pudo tener el legajo original en sus manos ya que desconocía el pasado ferroviario de su padre, quien había pertenecido al personal de la línea Roca en Bahía Blanca. “Estas investigaciones me parecen reparadoras desde lo personal, pero también en lo colectivo. Porque desaparecieron no solo sus cuerpos, sino también sus historias y lo que tenían para transmitir a sus hijos y sus nietos”. También recordó a su padre Juana Cantero, hija de Juan Carlos, a quien veía redactar las cartas dirigidas a las autoridades ferroviarias en reclamo de los trabajadores. En 1978 lo vio por última vez, cuando toda la familia fue llevada a Campo de Mayo. "Él nunca claudicó ni aun sabiendo que estaban deteniendo compañeros y que sabía que en algún momento iban a venir por él. Se enorgullecía de contar la lucha de los ferroviarios y lo que significaba ser uno", recordó.
"La entrega
del legajo es también un reconocimiento a los familiares que muchas veces no
tienen forma de conocer la historia de su propia familia", sostuvo Dalia Canteloro, ex compañera de Alberto Britos. Ambos militaban en la agrupación Montoneros cuando fueron secuestrados. A ella la encontraron primero, embarazada de un mes, y tuvo a su hijo Mariano en la maternidad Sardá. A él, lo fusilaron por la espalda un año después. Para Dalia, esta fecha representa algo más: Mariano, quien también falleció, cumpliría hoy 47 años.
La reparación tendrá también un efecto en futuras generaciones. "Esto es un aporte para toda la sociedad, porque es un aporte más a la narrativa de nuestra historia", afirmó Guillermo Amarilla, miembro de Abuelas de Plaza de Mayo, al recibir el legajo de Rosa Ana Nusbaum. El expediente de Nusbaum, embarazada de seis meses al momento de su secuestro, integrará el archivo autobiográfico de Abuelas y quedará disponible para su hijo o hija el día que sea encontrado.
Informe: Diego Castro Romero.