El gobernador Gerardo Morales no pudo evitar una nueva protesta en su gira electoral por el país. Esta vez fue en Salta, a donde el precandidato a vicepresidente de Horacio Rodríguez Larreta llegó para participar de una actividad proselitista y tuvo soportar el repudio de integrantes de comunidades indígenas, de organismos de derechos humanos y militantes feministas que aseguraron que su presencia no es grata en el territorio salteño por las graves violaciones a los derechos humanos que propició en Jujuy.
Si bien el mandatario jujeño arrancó su agenda como preveía, a medida que se empezó a conocer su presencia en la provincia se organizaron escraches en cada lugar que iba a visitar. Tras almorzar con la negacionista Inés Liendo (PRO) y el presidente del directorio de Recursos Energéticos y Mineros de Salta, Alberto Castillo, precandidates a diputades nacionales que acompañan su fórmula presidencial; Morales tenía prevista una reunión con afiliades de la UCR en un hotel céntrico de la capital salteña. Pero decidió no ir cuando se enteró que unas 20 personas lo esperaban con carteles con leyendas "Fuera Morales genocida" y "Morales represor. Jujuy resiste".
Ni bien supieron que Morales no iría a ese lugar, y sí a otro hotel cercano, donde tenía prevista una reunión con empresaries, les manifestantes se trasladaron ahí. El gobernador optó por reunirse con el radicalismo en ese mismo hotel. Pero ahí tuvo también un mal cruce con la prensa, si bien el mandatario estuvo reacio en un primer momento, tuvo que ceder a hablar después de que se intentara en vano echar por la fuerza a les periodistas. Después tuvo que abandonar el hotel de manera presurosa, casi escapando de les manifestantes.