La Comunidad Lule de Finca Las Costas reclama que se respete la ley 26.160, que prohibe los desalojos habitantes indígenas de los territorios que ocupan, y denunció que una integrante de esta comunidad, Ramona Quipildor, es hostigada por particulares que quieren ocupar este espacio.
El último incidente fue el domingo último a las 17.30 con un hombre al que la Comunidad identificó como Antonio Leiseca, avanzó sobre el lugar que Quipildor usa para el pastoreo de sus animales y puso arcos con pretensiones de armar allí una cancha de fútbol.
Quipildor dijo que este hombre, que estaba con un grupo de siete varones, le refirió que tenía órdenes del administrador de la Reserva de Finca Las Costas. "Él dice que tiene un permiso de la administración. Yo no sé leer ni escribir", contó Quipildor. Por ello llamó al 911 y pidió la intervención policial.
Al llegar al lugar los efectivos dialogaron con estas personas, y vieron que Leiseca tenía una nota de permiso, pero le faltaba la firma del administrador. Quipildor hizo la denuncia en la comisaría después, y allí le dijeron que cuando tuvieran novedades la llamarían y que procurarían una mediación.
Quipildor explicó que aunque el administrador firmara la autorización para la cancha, el potrero fue relevado por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas como propiedad comunitaria indígena. "Esto se censó por la Comunidad en el año 2010. Yo tengo el aval de la Comunidad, es mi pastoreo ahí", explicó.
Hoy un conflicto no resuelto sobre estas tierras de ocupación del Pueblo Lule. El estado salteño creó en ese lugar la Reserva Natural de Uso Múltiple de Finca Las Costas, y la Comunidad viene pidiendo el comanejo para poder seguir con su forma de vida que constantemente es asediada no solo por los choques con el gobierno de Salta, sino también por particulares que tratan de avanzar sobre estas tierras, que despiertan especial interés por su belleza y por la cercanía con la ciudad de Salta y la turística Villa San Lorenzo.
Temor por los intentos de ocupación
Ramona Quipildor dijo que conoce a Leiseca porque es hijo de vecinos suyos y también ubica a otro hombre de los que estaban con él. Refirió que ellos no se reconocen indígenas y que en su momento no se censaron con la Comunidad Lule.
La mujer contó que cría "ovejas, cabritas, vacas, caballos, gallinas" y siempre tiene problemas en el lugar de pastoreo por hombres que avasallan ese espacio.
Sostuvo que además ya hizo dos denuncias contra otro hombre, al que identificó como Amadeo Borja, porque lleva caballos que serían de gauchos que no tienen campo y los larga en el lugar pero no vela por ellos. "El problema es que echa a los animales donde yo pastoreo y que no hay pasto ni agua", refirió. Incluso indicó que allí el año pasado murió agonizando un caballo "tirado entre la lluvia y el barro" y por eso denunció a Borja por maltrato a los animales.
Quipildor aseguró que tiene miedo por el acecho constante en el lugar y, pese a que realizó denuncias, no hubo mayores trámites en la justicia. Ella convive con su pareja, tiene cuatro hijxs y teme que le pueda pasar algo cuando lleva a pastorear los animales.
Además, contó que antes el administrador de Finca Las Costas le impedía pastorear sus animales y por eso ella solía levantarse a las 5 para darles de comer por una hora y media para luego huir a su casa porque si la veía este hombre sacaba "con los perros y rebencazos a las ovejas". "El administrador ahora ya no anda como antes. No quería que levantemos ranchos, que tengamos hacienda, iba y tiraba los bloques de las personas que querían construir. Siempre ha sido violento", manifestó. El administrador no respondió la consulta de Salta/12.
El presidente de la Comunidad Lule, David Torres, dijo a Salta/12 que hace muchos años había una cancha en el lugar pero como se ubica justo detrás de la Gobernación, fue trasladada a otro sitio mejor y acondicionado donde ahora funciona un club.
También advirtió que de instalarse una cancha tendría consecuencias ambientales y sociales, porque implicará el desmonte de árboles nativos y además el bullicio y la presencia de muchas personas modificará la convivencia en el lugar.
La Comunidad Lule difundió un comunicado en solidaridad con Quipildor. Señaló que se trata de una mujer indígena, cantora, criadora de cabras, ovejas y vacas, que pastorea en el territorio comunitario reconocido por la Ley 26.160, y vive como a 400 metros de la residencia de los gobernadores en Finca Las Costas.
Además, desde la Comunidad reclamaron que Quipildor "nunca tuvo consigna a pesar de que pidió, exigió, imploró seguridad para ella, sus hijas, y demás familiares que acompañan a las cabras, porque los conflictivos rondan por la zona, y dudan de sus intenciones".
Respecto al último incidente, la Comunidad señaló que personas que están en el fútbol amateur "quieren los rastrojos de pastoreo para canchas, sin consultar a la comunidad y a los vecinos, si están de acuerdo que su paz se ponga en juego por las consecuencias de juntar, fútbol, alcohol, y personas desconocidas todos los fines de semana. Porque ya lo vimos cómo funcionan estos predios aguas abajo, y nos preguntamos: ¿por qué no lo hacen en sus propias tierras?".
"Ramona nos necesita, nos convoca a defender sus derechos, la dignidad de las mujeres que trabajan de sol a sol, por su familia, por su bienestar, ya que todos gozamos de esa postal de ver sus cabras, sus ovejas, de cuando en cuando, una copleada de la cantora...", manifestó la Comunidad.