“A lo largo de su historia, el movimiento feminista nunca ha sido homogéneo ni sin tensiones. Ha tenido momentos de enorme presencia política, con sus consabidas transformaciones sociales de gran calado, especialmente durante la segunda mitad del siglo pasado en que se expandieron teorías y se irguieron singulares términos epistemológicos. En Latinoamérica nunca se había visto al feminismo como un verdadero movimiento de masas, en el que las mujeres salen a las calles, toman las plazas y las avenidas de manera simultánea en distintas ciudades de la región, tal como está ocurriendo en el actual siglo”, se lee en la introducción del libro Mujeres movilizadas en América Latina, de Dora Barrancos y la mexicana Ana Buquet, recientemente editado por Clacso. El libro recorre la historia de las luchas de mujeres y diversidades en América Latina. En estos días también salió a las calles su otro libro Feminismos en América Latina (Prometeo) en el que se revisan propuestas y acciones de colectivos de mujeres: desde los primeros feminismos de principios de siglo XX hasta la experiencia de nuestros días. En esta entrevista, la historiadora, socióloga e investigadora Dora Barrancos habla de cómo está hoy el acceso al aborto seguro, legal y gratuito, de la situación de Milagro Sala, del movimiento feminista y de su rol como asesora presidencial.

“Yo creo que la agenda feminista en este momento está en una situación de cierta calma. Eso no quiere decir ni reflujo ni retroceso ni nada, pero creo que la agenda debería ser muy movilizante en relación a la Ley Integral de cuidados, yo tengo una cierta queja o una cierta inquietud respecto de la carencia de movilización frente a una ley tan estratégica como ésta, que es cierto, comenzó con muchos problemas porque cuando el proyecto llegó, hubo un problema sobre todo relativo a la cuestión del costeo, la cuestión presupuestaria, es decir, de dónde salían los recursos. Yo frente a eso digo que hay que defender el principio del derecho básico en el sentido de que no se necesita ningún tributo especial, sino que tiene que salir del presupuesto general de las Rentas Generales de la Nación”, dice Dora a Las 12.

“Es inadmisible que se cree un tributo especial para la cuestión de los cuidados, es un oxímoron. Las licencias por maternidad son otro tema, nuestro país tiene una consagración transhistórica de los famosos 90 días que por convenios en algunos casos, han significado un salto cuántico como algunas universidades que tienen seis meses, pero en ese caso es beneficio materno infantil, no paterno infantil. Ahora ha habido una gran discusión sobre los alcances de la licencia por paternidad y entonces ahí también hay discusiones que tienen que ver sobre todo con el mercado laboral no público que generalmente es muy renuente a estas cuestiones pero la ley marca relativa y paulatina mayor cantidad de días para los padres. Pero la cuestión, en todo caso, más grave era la situación de dónde salen los recursos entonces yo insisto en que me parece extraño que no nos hayamos movilizado por esta ley que es fundamental para la perspectiva de género”, explica.

Y los cuidados son justamente la raíz de la desigualdad, ¿no es cierto?

--Claro, una perspectiva de género se inicia en superar la sobrecarga absoluta de las mujeres y diversidades en el ámbito doméstico. Es más, es por ahí que hemos podido hasta encender la teoría de género. Estamos hartas del dominio del orden doméstico porque el laboreo doméstico recae, ya se sabe, sobre los cuerpos feminizados, entonces esto es actuar con clara, nítida perspectiva de género. Además de las niñeces, hay que pensar en las adolescencias y ahí hay que tener mucha creatividad del Estado, puede haber muy buenos arreglos con entidades civiles dedicadas a los deportes u organizaciones en todo caso que atiendan la adolescencia. Una parte fundamental está dicha en la ley, pero otra cosa es la política pública aplicada. La ley no termina en la ley sino que es el inicio de políticas públicas para atenderla. Hay que tener en cuenta los cuidados sobre todo en las tres segmentaciones fundamentales: niñeces, adolescencias, personas con discapacidad y personas mayores adultas.

El Plan Federal de Cuidados, contemplado en la Ley, impulsa la implementación de redes de servicios y prestaciones de cuidado a través de sistemas públicos y privados por suscripción de convenios, así como el fortalecimiento de las iniciativas de organizaciones socio-comunitarias y entidades públicas y privadas que desarrollen activamente tareas del cuidado destinadas a personas con dependencia, así como actividades de formación y profesionalización. También se ocupará de la promoción de campañas de sensibilización y visibilización de las tareas corresponsables de cuidados y de la proposición de normas complementarias, en especial, aquellas destinadas a redistribuir socialmente las tareas de cuidado mediando una perspectiva de género. Además prevé la creación de un Registro Único a nivel federal de instituciones y personas que desempeñan tareas de cuidados destinadas a personas en situación de dependencia, debidamente acreditadas, segmentado por distrito, población de destino, modalidad de servicio, tipo de entidad. El Registro será de carácter permanente, abierto y de acceso público, tanto para quienes necesiten del recurso, como para poder implementar las distintas acciones programáticas del Plan.

En ese sentido, ¿cómo te sentís vos en tu papel como asesora presidencial?

--Ha habido, quiero ser muy sincera, mutuo respeto y afectividad entre el presidente y quien habla. El presidente me ha escuchado muchas veces, ha atendido las sugerencias y las alarmas y sobre todo quiero decir que ha sido fundamental nuestra mancomunal lucha por el aborto porque creo que hubo ahí equipos decisivos de mujeres en el momento en que se decidió la presentación del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo. Alguna vez la historia nos dará un pequeño granito de arena porque ahí hubo una arremetida de Vilma Ibarra, Elizabeth Gómez Alcorta, Carla Vizzotti y yo. A ello se sumó el convencimiento que tuvo el presidente respecto de estas temáticas inherentes a la dimensión humana sexo genérica.

¿Y cómo está hoy la situación del aborto?

--Hasta donde sabemos, en todas las jurisdicciones y en todas las provincias la ley se cumple aún cuando hay algunas dificultades en determinados lugares, no en las grandes capitales de provincias: no está ahí el problema, el problema se presenta también regionalmente; la región Norte ha tenido algunos problemas, y también en Misiones y Corrientes hay quejas relacionadas con la imposibilidad de acceder en primera instancia porque el hospital en cuestión tiene máxima objeción de conciencia o porque el único no objetor no estaba en ese momento. Pero en general hay una perspectiva muy positiva de cumplimiento de la ley; que además es una Ley de Orden Público y por eso, de cumplimiento inexorable.

También se puede nombrar la aplicación de la ley Micaela y después vamos por cuestiones que han hecho dependencias del Estado u organismos del Estado muy poco conocidas: por ejemplo, yo preguntaba a compañeres si sabían las disposiciones del Banco Central en materia de impedir a la banca argentina privada y pública publicidades sexistas como la de un banco que hacía publicidad con la figura femenina como la gran gastadora con la tarjeta de crédito. Otra cuestión es que la Inspección General de Justicia impida el armado de sociedades en las que no se incluya una cuota de de género. O el decreto que posibilita la identificación no binaria, que da el derecho de identificarse no binariamente en el orden registral. También está la ley sobre cupo para las personas trans en todo el Estado Nacional. Tenemos muchísimas otras cosas que ganar pero yo estoy haciendo el balance del medio vaso lleno.

Una deuda pendiente es la liberación de Milagro Sala, ¿cómo crées que se podría lograr su liberación?

--Si te pudiera responder eso, tal vez sería candidata al Premio Nobel. No existen los liberales en la Argentina, porque si fueran liberales todo este tipo de cuestiones no existirían o estarían más que resueltas. Leía que hasta Tomás Abraham, que es una persona anti K, sostiene que es un escándalo lo de Milagro. Tener de rehén a una persona es impropio de un poder republicano. He andado observando todas las características de los enunciados de juristas y comprendo que el problema que hay, y que ha enunciado el Presidente de la Nación, es que los delitos por los que se la detiene presuntamente no son delitos federales, son provinciales. Entonces, y es un cálculo mío, suponte que al Presidente se le ocurra indultarla pasando por alto lo que dice la Constitución, qué hace la Corte que en este momento que está totalmente enfrentada: solicita un acto inmediato de juicio político. No tiene resolución en los términos jurídicos, regulares y constitucionales, es una cuestión política que depende sobre todo de las autoridades de la provincia. Lo que quieren es ultrajarla, cosificarla.

Los debates en torno al abolicionismo y a la reglamentación del trabajo sexual no podían estar ausentes en esta charla. Dora toma aire y con la calidez que la caracteriza responde: “Yo soy una vieja abolicionista y una abolicionista vieja, pero no soy fundamentalista. Para mí el abolicionismo redunda en la siguiente premisa fundamental: la gente puede ejercer la prostitución, vender servicios sexuales, pero hay una condición estructural para que eso que parece una elección, se entienda como una necesidad y no como una elección”. Y agrega: “Lo que no podemos es soportar la esclavitud. La servidumbre voluntaria no la podemos permitir porque están en juego los derechos humanos fundamentales. Sea usted prostituta si desea, y no se puede criminalizar la prostitución, pero lo que no me puedo permitir es que yo consienta en que alguien la explote a usted”.

¿Y qué pensás de la Fórmula Massa-Rossi?

--Yo soy muy chivista, porque al Chivo Rossi lo quiero mucho desde fines de los 90. Le tengo cariño transhistórico. Es un tipo de mucha integridad, de mucha autenticidad, y sin ninguna constricción va mi apuesta. Hay que saber que delante de nosotres está el abismo.