Una vez más, el Frente de Todos tuvo que volverse a su casa sin poder sesionar en el Senado frente al bloqueo opositor. Era la primera sesión luego de tres meses de parálisis y los números ya estaban justos desde un principio, ya que desde Juntos por el Cambio habían anticipado que no darían quórum. El motivo era el rechazo a uno de los 75 pliegos judiciales que integraban el temario: el de Ana María Figueroa, una de las juezas que deberá expedirse sobre la reapertura de dos causas en las que Cristina Fernández de Kirchner fue sobreseída. El oficialismo, sin embargo, confiaba en poder arribar al quórum con el acompañamiento de algunos de los peronistas díscolos que habían roto con el interbloque oficialista. Finalmente, la ausencia del entrerriano Edgardo Kueider y el jujeño Guillermo Snopek evaporó cualquier posibilidad de llegar al mágico número de 37 senadores y la sesión se terminó cayendo. En el medio quedaron las familias en los palcos que venían militando por la Ley de Atención a personas gestantes frente a la muerte perinatal y el Tratamiento integral de pubertad precoz, proyectos que se habrían sancionado de no haberse caído la sesión.
"Se nos resfriaron Snopek y Kueider", ironizaba el jefe del interbloque oficialista, José Mayans, temprano a la mañana. Con esta frase, el formoseño anticiparía lo que minutos después se confirmaría en el recinto: con sólo 34 senadores presentes, el FdT no había logrado llegar al quórum. Les senadores de JxC estaban presentes en el Senado, pero se habían acomodado afuera del recinto, atentos a que la presidenta provisional de la Cámara, Claudia Ledesma Abdala, oficializara que la sesión se había caído. En los palcos, militantes de organizaciones vinculadas a la Ley de pubertad precoz y de Atención frente a la muerte perinatal masticaban bronca. "No puede ser, los de JxC están acá al lado. Hay que ir y agarrarlos", susurraba una mujer, mientras en el recinto les senadores oficialistas hacían su descargo. "Ya está, la sesión se cayó, no cambia nada", le respondía, angustiada, su compañera.
“Hay que terminar con la oposición sistemática y negativa”, empezó a cuestionar Mayans en el recinto, cuando se hizo evidente que la sesión no podría llevarse a cabo. El formoseño comentó que le había ofrecido a la conducción de JxC retirar los pliegos judiciales para discutir el resto de los proyectos del temario, que incluía la Autorización de tropas extranjeras y salida de fuerzas nacionales para participar en el Programa de Ejercicios Combinados, así como una incitativa para la fluoración de la sal y otra que crea el Programa Nacional Libros para Aprender. "Nunca respondieron", se quejó Mayans. Desde JxC, sin embargo, respondieron: "Si querían modificar el temario tenían que hacer labor parlamentaria. No convocaron, y después se victimizan y usan a la gente con temas sensibles para garantizarle la impunidad a CFK. Somos honestos pero no estúpidos", cuestionaron cerca de Alfredo Cornejo.
Mientras en el recinto les senadores oficialistas despachaban contra JxC por no dar quórum - "Hoy se vuelven a desenmascarar, no les importa el narcotráfico en Rosario porque cuando hay que venir a poner el cuerpo para aprobar los acuerdos de jueces, fiscales, no vienen a sesionar", fustigaba la mendocina Anabel Fernández Sagasti- , las principales figuras del interbloque opositor encabezaban una conferencia de prensa en el Salón de las Provincias.
"Nosotros nos hemos comprometido a ponerle un freno a Cristina Fernández de Kirchner y a su plan de impunidad y su propósito de manipular causas judiciales. Hoy hemos logrado que no se obtenga quórum", se jactó Cornejo frente a la prensa, acompañado por gran parte de la escudería de JxC. La principal objeción de la oposición residía en el pliego de Ana María Figueroa, a quien acusan de ser "kirchnerista". La jueza cumple 75 años - el límite establecido por la Constitución para ocupar el cargo - en agosto y necesitaba que el Senado aprobara la renovación de su mandato. Ella es, además, una de las magistradas que, junto a Daniel Petrone y Diego Barroetaveña, decide si se reabren dos causas que afectan a la vicepresidenta: Hotesur y Memorándum con Irán.
Por qué fracasó la sesión
Más allá del griterío entre el FdT y JxC, la sesión se cayó cuando tres senadores que el oficialismo consideraba que tenía asegurados no terminaron apersonándose en el recinto: Edgardo Kueider y Guillermo Snopek, de Unidad Federal, y Alberto Weretilneck, gobernador electo de Juntos Somos Río Negro. Weretilneck, sin embargo, era un caso aparte porque estaba presente en el Senado y no bajó al recinto solo cuando se percató que el oficialismo no tenía el número. La verdadera sorpresa, en cambio, fue la ausencia de Kueider y Snopek, con quienes José Mayans había estado negociando hasta la noche anterior. Tanto el entrerriano como el jujeño habían integrado el interbloque oficialista hasta hace unos meses, cuando rompieron para formar Unidad Federal con la cordobesa Alejandra Vigo. La puntana Eugenia Catalafamo, en cambio, sí dio quórum a diferencia de sus compañeros de Unidad Federal.
Las primeras alarmas comenzaron a sonar el martes a la noche, cuando Snopek les exigió a las espadas del FdT un planteo que, en la práctica, era casi imposible de conceder: la intervención del PJ jujeño y, por otro lado, que la lista que él encabezaba como precandidato a diputado nacional fuera la única en toda la provincia (es decir: hoy en día en Jujuy hay PASO entre tres listas distintas y Snopek demandaba que bajaran las otras dos). Se le sumaba, además, cierto malestar porque el día anterior Snopek no había terminado de ser confirmado en la presidencia de la comisión de Asuntos Constitucionales. El oficialismo, sin embargo, reconocen que eran excusas y que el motivo del faltazo de Snopek estaba vinculado al enojo de Kueider, que fue quien verdaderamente terminó desbaratando los planes del FdT.
Kueider venía impulsando hace meses un proyecto para disminuir las tarifas eléctricas y había acordado con el oficialismo que, si lo apoyaban y el proyecto conseguía dictamen, él acompañarías los pliegos judiciales. El martes a la tarde, sin embargo, el proyecto se discutió en la comisión de Energía pero no tuvo dictamen. "Si no cumplen con los acuerdos yo no voy a venir para que me traten de pelotudo", se lo escuchó despotricar furioso, luego de la reunión. Al día siguiente, Kueider cumplió y pegó el faltazo, arrastrando consigo al propio Snopek (que no quería quedar pegado a la sesión si ya sabía que el oficialismo no tenía el número).
"Siguen con la lógica de que tienen todo el poder y que si algo no te gusta te dan un bastonazo en la cabeza. Pero ya no es así", reflexionó un dirigente cercano al entrerriano, reproduciendo lo que, desde hace tiempo, vienen resaltando en JxC: "El oficialismo ya no tiene la mayoría, no pueden seguir negociando como si sí", sostuvo un senador radical, antes de abandonar la Cámara alta.