En acrílico, una camioneta que lleva atada encima una pileta de plástico vacía. Un dibujo en tiza de una mujer sentada en una silla blanca de plástico que toma birra en la vereda junto a un perro callejero durmiente. En blanco y negro, un dibujo de un Jesús impreso sobre un tanque de agua. 

Estas obras son algunas de las que integran la muestra "Conurbanense", que inaugura hoy por la tarde en la porteña y céntrica Galería Pasaje 17. Integran la muestra las obras de los artistas visuales Luc Mogni, Lukas Alienígena y Luna Sudaca. 

"Yo soy de San Martín y cuando veo una obra que está vinculada el plano urbano así, como que me resuena dentro cierta identificación, y eso me pasó con estas obras", afirma Evelyn Sol Marquez, curadora hace más de 15 años. Ella fue quien reunió a los tres artistas, conurbanenses de diferentes edades que no se conocían entre sí: fueron conectados a través de la geografía palpable en sus obras. 

Bajo sus pseudónimos artísticos, Lukas Alienígena, Luc Mogni y Luna Sudaca trabajan en sus obras con características identitarias ancladas en una identidad conurbana como el "casapropismo, la solidaridad, los clubes de fútbol, la apropiación del espacio público, el transporte, y ante todo, la creatividad, el ingenio y la perseverancia de sus habitantes", afirma su curadora.

El texto que acompaña la invitación a la muestra pregunta: "¿Hasta qué punto la geografía determina estilos, temáticas, formas y contenidos en las obras? ¿Sigue siendo relevante el punto de origen de un artista, cuando estamos situados en un mundo cada vez más globalizado y tendiente a la uniformidad?". 

"El territorio en lo geográfico está vinculado a la afectividad, como si se tratara de un mapeo sensible. Son estados vinculados con experiencias vividas sobre este territorio específico. Creo que eso es lo que tienen en común las obras, la afectividad", afirma Evelyn.

Uno de los dibujos de Lukas Alienígena.


El texto curatorial se pregunta por la no planificación del conurbano, y cómo eso moldea la experiencia: "el Conurbano no estaba en los planes de nadie, surgió desordenado, incontenible, voraz", se afirma. "Los planes y las ideas para su aplicación se manifestaron cuando ya era una presencia ineludible".

Si lo importante aquí es el territorio, es fundamental mencionar el lugar donde se desarrollará la muestra, Pasaje 17, una galería de arte no comercial sino que pertenece a APOC y a la obra social OSPOCE. Según su curadora, suelen realizar muestras de fuerte impronta social. Quizás en este caso la fuerte pisada de lo social tenga que ver con permitirles desplegar una muestra lúdica, que incluirá una pelopincho y un pasacalle, objetos clásicos del territorio que conecta obra con obra. 

Siguiendo con lo no convencional, la curadora destaca la importancia de que los artistas que serán expuestos no pertenecen a los circuitos tradicionales del arte, sino que son conocidos en redes. "No tienen el público tradicional de arte, pero hay una cantidad impresionante de gente que los siguen. Yo creo que el atractivo que tiene su obra es mucha identificación en la gente, por tratarse temas muy propios de barrios. Hay situaciones y lugares que podemos conectar si venimos de esta parte", afirma. 

Recordemos las palabras del texto curatorial: "pareciera ser que, a pesar de cualquier universalización, las características del entorno barrial se impregnan en el imaginario, y quedan ahí, abrazadas al inconsciente, generando puntos de comparación con todo contexto geográfico que llegará luego", define. 

Las obras de Luna Sudaca representan la noche de Liniers.

Estéticamente, los tres artistas son muy diferentes entre sí. Lukas Alienígena recupera particularidades únicas de la arquitectura del Gran Buenos Aires devenido en conurbano con fachadas sorprendentes, detalles constructivos inigualables, como los tanques de agua, que responden al deseo de sus dueños. Así, representa esas particularidades surreales del conurbano como una pirámide egipcia de 4 metros de altura en medio de Virrey del Pino, o la Torre Eiffel de Ituzaingó. 

Por su parte, Luc Mogni compone imágenes en base a protagonistas de sucesos reales y representa en sus pinturas a vecinos del Conurbano captados en situaciones insólitas. Son escenas donde se destaca el humor, y donde las peripecias de la línea del Roca, el tren que cruza zona sur, es un referente.

En cambio, Luna Sudaca conecta en sus pinturas la noche con el territorio, plagada de fantasías, de sexo fácil, sensualidad y lencería flúo, rasgos fantasmagóricos de los telos por Liniers, que "revelan un suspenso latente", según su curadora, "entre el placer y el tedio". 

El título de la obra es significativo, en un tiempo donde la palabra se problematiza tanto en medios de comunicación hegemónicos como en el circuito del arte underground. "Quizás es importante pensar en la palabra conurbano no solamente como algo problemático sino como no asumido. Hay varios países donde no se asume que eso es conurbano, lugares donde el diseño y la creatividad se manifestaron de una forma increíble como no fui posible en Capital, donde las construcciones y el planeamiento fueron mas regulados", afirma Evelyn. 

La muestra "Conurbanense" tendrá su inauguración hoy a las 18.30hs en la Galería Pasaje 17 (Bartolomé Mitre 1559). Las obras podrán visitarse hasta el 31 de agosto.