“Capaz se comieron la curva y pensaron que el gobierno implotaba, y entonces están diciendo lo que realmente van a hacer, y están jugando al todo o nada”. Con esas palabras, el gobernador Axel Kicillof resumió la estrategia opositora de cara a las elecciones provinciales que tendrán su primera parada en las primarias del próximo 13 de agosto. Lo hizo en el marco del acto de cierre de la cuarta Jornada por el Derecho al Futuro, que se desarrolló en la Universidad Nacional del Noroeste, en Junín. Allí, no ahorro críticas al vidalismo y remató: “nos hablaban de helicóptero y acá estamos unidos y competitivos”.

La campaña está en curso y Kicillof, según sus propias palabras, se siente "cómodo”. Eso se notó este miércoles, con palabras que estuvieron regidas por un principio rector sobre el cual reconoció su preocupación: la posibilidad de que se ponga en debate el acceso a la educación pública y gratuita. Con una posición firme al respecto, no dudó en afirmar que tener que volver a discutir “estupideces”, como que el sistema educativo va a funcionar mejor con la entrega de vouchers para que los chicos vayan a la escuela, es "un retroceso muy grande.”

La posibilidad de hablar de política educativa, eje del encuentro en Junín, le abrió la puerta al mandatario de charlar sobre la gestión de María Eugenia Vidal. Frente un aula colmada de docentes, inspectores e inspectoras, alumnos y funcionarios del ámbito educativo, Kicillof dijo que la gestión de la ex gobernadora eligió como “enemigos” a los maestros y maestras bonaerenses, y le propuso una solución ante la queja de la propia Vidal por los paros docentes que tuvo durante su mandato: “¿Por qué no prueba en vez de bajarles los salarios, subirlos?”

“Venimos de una experiencia que cerro 37 escuelas de baja matricula porque decían que no les daban los costos, y no invirtieron en infraestructura escolar”, señaló al Kicillof, y recordó las muertes de "Sandra y Rubén”, los docentes que fallecieron luego de la explotación ocurrida en una escuela de Moreno, por la falta de mantenimiento durante la gestión de Cambiemos.

Previo a las palabras del gobernador, el titular de la Dirección General de Cultura y Educación, Alberto Sileoni, también les dedicó unos minutos a los dichos de la ex gobernadora. Luego de exponer un video donde se mencionaban las inversiones en infraestructura escolar, el ministro se dio el gusto de hacer una salvedad. Si bien el audiovisual proyectado indicó que se llevaban inaugurados más de 160 edificios educativos, “el martes que viene estaremos inaugurando la institución 171”, corrigió Sileoni. “Cuestiones de la vorágine”, lanzó entre risas.

Así, trajo a colación una frase que suele citar Kicillof acerca del uso del concepto de "dinamitar" que plantean sectores de la oposición cuando hablan de las instituciones del Estado y las políticas públicas. “¿Qué van a dinamitar? ¿Van a dinamitar la escuela de Casa Huerta que acabamos de reinaugurar en Junín que había cerrado el vidalismo?”, disparó. Alrededor de esta decisión del gobierno provincial, Sileoni remarcó que hay escuelas para 800 alumnos y las hay para cuatro, en relación a, por ejemplo, los jardines de matrícula menor que se abren en zonas rurales y de islas. “No hay derechos si no son para todos”.

El vuelco opositor

“Creo que hay un sector de la oposición que ha pegado un vuelco regresivo tan grande y violento que tenemos que estar alertas porque lo vimos en la tele: están jugando a todo o nada, están jugando a dinamitar, ajustar y restringir derechos básicos que creíamos establecidos”. Kicillof no se privó de la contundencia para trazar una analogía entre las políticas públicas llevadas adelante durante la década de los ’90 en el plano de la Educación, donde se intentó arancelar, por ejemplo, las universidades públicas.

Respecto al gobierno menemista, el gobernador recordó que se valieron de una campaña donde “no dijeron lo que iban a hacer”. Esa estrategia, indicó, es la misma que utilizo Cambiemos en el camino a las elecciones presidenciales de 2015 y que luego se conocieron videos “donde el propio Federico Sturzenegger reconocía que los consultores le decían no digas lo que vas a hacer”. Y tuvo un guiño retrpactivo para el candidato del peronismo en aquellas elecciones: “Scioli lo decía en el debate y nos hablaban de que hacíamos campaña del miedo”.

Hoy, por el contrario, para Kicillof se ha “desclasificado” el proyecto de país y de provincia con el que la oposición pretende llevar a cabo su gobierno. “La última vez teníamos a la revolución de la alegría, donde decían que no ibas a perder ningún derecho y que todo lo que anda bien va a seguir, pero fue una estafa electoral”, remarcó. “Ahora le dicen a la sociedad lo que piensan hacer, y no hay propuestas, hay amenazas, y te dicen lo que te van a recortar como si fuera culpa tuya”.

Ya sentado sobre el estrado del Salón de la Democracia de la UNNOBA, y luego de atravesar un breve corte de luz de alrededor de un minuto, Kicillof retomó el tema de los paros docente y lanzó una definición astronómica: “Viven en Marte”. Acudió a esta expresión al referirse a la decisión de la gobernadora Vidal de convocar a voluntarios para reemplazar a los docentes que ejercían su derecho a huelga tras ver que sus salarios perdían más del 20% del poder adquisitivo.

“Macri dijo que había demasiadas universidades, y Vidal lo complementó diciendo que los hijos de los trabajadores no llegan a la universidad, pero lo que hay detrás de todo esto es una carga ideológica”, explicó. El gobernador usó una nueva analogía para definir esa modalidad, y es que la oposición utiliza unas anteojeras ideológicas. Lo hizo al comparar los dichos desde el macrismo donde se acusa de “actuar de manera ideologizada” al gobierno de la provincia. Kicillof volvió a pisar el acelerador desde arriba del escritorio y convocó a preguntarse si eso es por ampliar derechos, construir rutas, escuelas, hospitales.

¿Hacer lo que la gente necesita es ideología e ir contra los intereses de la gente es sentido común?”, interrogó. Y fue por más: “Actúan con un desprecio y desconocimiento”. Más allá de la descripción sobre este escenario, Kicillof manifestó que su tranquilidad está en saber que la oposición está equivocada respecto a los intereses de los bonaerenses. “Si algo valora el pueblo de la provincia de Buenos Aires es a la educación pública y a los docentes”, enfatizó. Su conclusión al cierre de su discurso fue clara: “Quieren apagar la provincia, eso están proponiendo.”

La Jornada que tuvo el corolario con las palabras del gobernador se inició pasado el mediodía y tuvo dos paneles expositivos a partir de dos ejes: “Las Escuelas Bonaerenses, territorios de paz y convivencia democrática”, y “La inclusión y la mejora de los aprendizajes en la educación obligatoria”. Es el cuarto encuentro titulado Derecho al Futuro. Los tres anteriores estuvieron anclados en el derecho a la Salud, en el derecho al Arraigo, y en el derecho a la Producción. El próximo será un debate sobre el derecho al Disfrute. En todos los casos se eligió una universidad como sede del encuentro.

 

Al igual que en otras ocasiones, el mandatario volvió a cargar contra la Justicia. Esta vez, contra Carlos Rosenkratz, el juez que dijo que “no puede haber un derecho detrás de cada necesidad”. Sin titubear, el gobernador lo contradijo y aseguró que “donde hay una necesidad nace un derecho, y como hay un derecho hay una obligación del peronismo de Unión por la Patria de cumplirlo”. Kicillof, cómodo, en campaña.