La Cámara Penal de Rosario revisa la absolución de diez policías de la Unidad Regional de Cañada de Gómez, entre ellos el ex jefe, por la sustracción de 16.500 litros de nafta virgen de un poliducto de Bustinza, en 2007. El fiscal Guillermo Corbella solicitó que se revoque el fallo de la jueza Marisol Usandizaga y que se condene a los efectivos acusados. Entre los policías procesados por robo e incumplimiento de deberes de funcionario público y encubrimiento, figuran el comisario mayor Sergio Aguilar, quien era jefe de la UR X, y el entonces jefe de la Agrupación de Unidades Especiales, Javier Kamlofsky, quien llegó al lugar donde robaban combustible y ordenó dar marcha atrás con el operativo. Para la defensa, no hay certezas y pidieron que se confirme la absolución.
Los uniformados fueron procesados a fines de 2007 por la jueza Ana María Bardone. Siempre alegaron su inocencia y plantearon, como ayer, que los hechos no estaban probados. Sin embargo, en julio de 2008, la Sala III de la Alzada rechazó los argumentos y confirmó que debían ir a juicio por los hechos cometidos contra Repsol‑YPF. La firma denunció que el 7 y 8 de julio de 2007, entre las 23.55 y la 0.17, hubo una primera caída de presión del ducto que transporta combustible, a 60 kilómetros de Rosario. La segunda fue entre la 0.31 y la 0.56. Eso implicaba que alguien sustraía nafta.
Las crónicas de la fecha indican que el responsable de Seguridad de Repsol, Rafael Girona Hernández, denunció que policías de Bustinza acudieron al lugar del robo, detuvieron a tres personas y secuestraron un camión cargado de combustible. Allí, según su denuncia, ocurrió un segundo delito, cometido por otros policías, que llegaron para ordenar la inmediata libertad de los detenidos. No dejaron ni un acta de lo sucedido.
La jueza Bardone estableció, con una pericia, que entre dos de los imputados hubo varios contactos telefónicos esa madrugada. Consideran que uno de los jefes incidió para que el operativo quedara en al nada. Los contactos telefónicos de esa madrugada entre distintos policías fueron, para la jueza que los procesó, la evidencia de que se encubrió el robo.
Sin embargo, para la jueza Marisol Usandizaga, la prueba no alcanzó para condenar. "Se avizora que no puede arribarse a la misma conclusión en lo atinente al reproche penal en cabeza de los imputados, tanto para las imputaciones formuladas respecto al delito de robo como para el del encubrimiento. En lo que respecta a su responsabilidad penal, si bien en un principio hubo grado de sospecha y luego probabilidad de convergencia autoral, lo que permitió el dictado del auto de procesamiento y la requisitoria de elevación a juicio, las probanzas reunidas en la presente no resultan suficientes para el dictado de una sentencia condenatoria, es decir, no alcanzan para tener por demostrado que los procesados hayan sido quienes intervinieron en la empresa delictiva que se les atribuye", dijo. Ahora, los jueces Alfredo Ivaldi Artacho, Daniel Acosta y Carina Lurati revisan el fallo.