La pianista Joana Gieco y el guitarrista Alejo León coinciden en una idea: el sentimiento que provoca la música es más importante que los géneros. Si bien ambos son apasionados por el heavy metal, entienden que no hay límites al momento de componer e interpretar una obra musical. Ése es el espíritu central del dúo que conformaron a fines del año pasado y que el domingo 16 de julio a las 21 se presentará en Rondeman Abasto (Lavalle 3177).
“Es una velada de mucha música que pasa por un montón de lugares. Vamos desde el folklore, la música clásica, el rock, el flamenco, el jazz hasta el tango”, precisa León, un guitarrista de 23 años. “Mi viejo siempre me decía: ‘Los Beatles con tres notas hicieron un quilombo bárbaro’. No hace falta que algo sea complejo o fácil para conmoverte”, apunta Joana y se refiere, claro, a León Gieco, que será uno de los invitados de la velada.
Joana Gieco es una pianista, arregladora y compositora egresada del Conservatorio Nacional de Música. Alejo León, por su parte, es un compositor y guitarrista metalero oriundo de Luján. Ambos se conocieron cuando integraban la banda solista de Ricardo Iorio, una experiencia musical que compartieron hasta noviembre de 2022. “De tantos años de ensayar y tocar juntos nos dimos cuenta que nos gustaba mucha música parecida”, cuenta el guitarrista. “En octubre del año pasado se nos ocurrió la idea de hacer una fecha juntos para ‘tocar lo que salga’. Y después de esto salieron temas originales: agarramos temas de Joana y míos y los fuimos laburando”, explica sobre esta propuesta. El repertorio del dúo está basado en canciones propias y algunos covers. “Hacemos un tema de Steve Morse, que fue guitarrista de Deep Purple”, cuentan. “También agarramos obras clásicas y las vamos llevando para nuestros instrumentos”.
El formato, en resumen, está conformado por el piano de Joana y la guitarra de Alejo. No hay voces. El viaje es instrumental y acústico. “Se dio así ahora, pero no quiere decir que no vaya más adelante a incorporarse guitarra eléctrica y teclado”, dice ella. ”Ahora estamos terminando de componer un disco que está atravesado por este sonido. La idea es hacer mucha música y no limitarnos solamente a los instrumentos”, suma él, quien llevó al dúo algunas composiciones de su disco solista Laniakea (2022). “Al ser dos instrumentos armónicos las posibilidades son enormes e ilimitadas. No hay techo. La guitarra y el piano son dos instrumentos muy populares y tienen muchas opciones”, resalta la hija del autor de “Solo le pido a Dios”. Junto al músico de Cañada Rosquín el dúo interpretó una emotiva versión de “Canción para Francisca”, en el marco del Día del Estudiante Solidario, el pasado 8 de octubre de 2021.
“En el dúo aparece una impronta de la música que escuchamos o que más tocamos: el metal. Aunque quisiéramos no la podemos sacar. Entonces, siempre hay una cuestión pesada dentro de lo que estamos haciendo, ya sea dentro de los temas nuestros o de los covers”, resalta el guitarrista, que entró a la banda de Iorio a los 16 años y con esa experiencia se formó como músico profesional. “En este momento estamos haciendo un show acústico pero lo que más nos gusta es tocar metal. En el momento que pudimos hacerlo lo hicimos. Y ahora se dio un formato así, con piano y guitarra. Pero está muy influido por el metal y por todo ese tipo de música que nos gusta”, completa la pianista sobre la esencia del dúo, que en vivo también se permite la improvisación.
-¿Qué es lo que más te transmitió tu viejo en cuanto a lo musical?
Joana Gieco: -Creo que es difícil de definir. La transmisión va por un lado que no es muy intelectual. Pero hay algo que me transmitió que es la visión de la amplitud musical. No cerrarse a una sola cosa, sino rescatar de cada género y cada tipo de música su valor. Es tan valorable una sinfonía de Beethoven como una copla cantada por una coplera en el norte. Esas dos músicas son de épocas y géneros distintos, pero sin embargo tanto a mí como a mi papá nos causan una sensación similar. Entonces, eso se une adentro de uno. Son músicas distintas, pero ninguna es mejor que la otra. Eso me transmitió mi viejo. La unión y el respeto por la música. Las coplas son de transmisión oral y las músicas clásicas se escribieron. Son distintas formas de expresión, pero me causan emociones tanto una cosa como la otra. Mi viejo siempre me decía: "Los Beatles con tres notas hicieron un quilombo bárbaro". No hace falta que algo sea complejo o fácil para conmoverte.
-¿Y en el dúo intentan trasladar esa amplitud musical?
J. G.: -Sí, por supuesto. Ninguno le dice al otro "esto no"; es creación libre. Y entre los dos nos vamos divirtiendo.
Alejo León: -Por sobre todas las cosas yo soy un fundamentalista del metal (risas). Pero en mi casa se escucha música desde que tengo memoria. Y todos escuchaban cosas distintas. Desde el lado de mi madre siempre agarré el rock progresivo. Y por el lado de mi viejo el rock duro y el metal, pero también el folklore y el tango. Mi abuela, en tanto, era concertista de piano y tocaba música clásica. Entonces, hay un quilombo musical muy lindo en mi familia. Puedo despertar escuchando música clásica y terminar el día con metal extremo. Y con Joana no nos ponemos ningún limitante al momento de armar las canciones y componer. Nos interesa que suene bien. Hay que respetar al público y hacer siempre el mejor show.