El gremio de actores y actrices de Estados Unidos (SAG-AFTRA, por sus siglas en inglés) anunció un paro por tiempo indeterminado debido a que no logró negociar las nuevas bases de los contratos modelo con los representantes de la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP), tal como confirmó esta tarde (mañana de Los Ángeles) la presidente del sindicato, Fran Drescher. La medida cuenta con el apoyo de las bases y de casi dos mil intérpretes de renombre, entre ellos Charlize Theron, Joaquin Phoenix, Pedro Pascal, Jennifer Lawrence, Mark Ruffalo y Meryl Streep, y ocurre en paralelo a la huelga que llevan adelante los guionistas desde principios de mayo. De esta manera, Hollywood enfrenta un escenario de parálisis total inédito desde 1960, cuando ambas ramas detuvieron sus actividades en reclamo de condiciones que dieran cuenta de cómo la televisión había cambiado la industria audiovisual a lo largo de la última década.

Al igual que entonces, la discusión versa sobre cómo redistribuir la torta en un contexto muy distinto al de hace diez años, cortesía en este caso de la modificación sustancial en las maneras de producir, distribuir y lanzar series y películas generadas por las plataformas de streaming. De allí, entonces, que SAG-AFTRA haya pedido ante la AMPTP, cámara que reúne a más 350 productoras, incluidas gigantes como Disney, Netflix y Amazon, que se contemple este nuevo ecosistema mediante un marco laboral que deje de lado el que rige actualmente. Un marco que refleja “cómo era la industria hace 30 años”, según la entidad que nuclea a 160 mil actrices y actores, locutores, periodistas de radiodifusión, bailarines, DJs, presentadores de programas de TV, titiriteros, artistas de doblaje, cantantes, dobles de riesgo, locutores y otros profesionales de los medios.

Drescher fue la encargada de anunciar este jueves por la mañana que en la reunión del comité de negociación se había votado unánimemente recomendarle a la junta directiva nacional del sindicato que apruebe formalmente una huelga, algo que ocurrió horas más tarde. “SAG-AFTRA negoció de buena fe y estaba ansioso por llegar a un acuerdo que abordara las necesidades de los artistas, pero las respuestas de la AMPTP a las propuestas más importantes han sido insultantes e irrespetuosas de nuestras contribuciones masivas a esta industria”, dijo a través de un comunicado protagonista de la recordada serie La niñera, para quien “las empresas se han negado a participar de manera significativa en algunos temas y en otros nos bloquearon por completo”.

Desde la otra vereda, la Alianza de Productoras culpó al sindicato asegurando que había rechazado una oferta de aumentos y salarios "históricos", además de una propuesta para proteger las imágenes de los actores en medio del auge de la inteligencia artificial, un factor también presente en las peticiones de los guionistas. “Estamos profundamente decepcionados de que SAG-AFTRA haya decidido alejarse de las negociaciones. Esta es la elección del sindicato, no la nuestra. En lugar de continuar negociando, nos han puesto en un camino que profundizará las dificultades financieras de miles de personas que dependen de la industria para su sustento”, se lee en el comunicado que la AMPTP publicó este miércoles, cuando el parate asomaba inevitable.

Sucede que ya el 7 de junio casi el 98 por ciento de los miembros del SAG-AFTRA habían votado a favor de la medida en caso de que no llegaran a buen puerto las negociones que debían terminar el 30 de junio y que, finalmente, se prorrogaron un par de semanas. Ese tiempo sirvió para que el conflicto escalara hasta un punto de no retorno. La cereza del postre fue colocada este martes, cuando la Alianza de Productores propuso sumar un mediador federal. Que esto haya ocurrido dos días antes de la fecha límite fue interpretado por las cúpulas sindicales como una "estrategia cínica", ya que aseguraron haberse enterado de la propuesta por los medios. De todas formas, el mediador del Servicio Federal de Mediación y Conciliación terminó sumándose…este miércoles. Difícil acercar posiciones tan alejadas en menos de 24 horas.

Quienes más presión hicieron a favor de la mediación fueron los ejecutivos de los estudios más importantes, entre ellos el jefe de Warner Bros. Discovery, David Zaslav. Otros, en cambio, prefirieron no moverse en las sombras y enfrentaron los micrófonos. Como Bob Iger, CEO de Disney, quien calificó las demandas de intérpretes y guionistas como “no realistas”. “Como industria, logramos negociar un muy buen trato con el Sindicato de Directores, que refleja el valor que ellos aportan a este gran negocio. Queríamos hacer lo mismo con los guionistas y nos gustaría hacer lo mismo con los actores. Pero tienen un nivel de expectativa que simplemente no es realista y están sumándose a un conjunto de desafíos que este negocio ya enfrenta”, dijo ante los micrófonos de CNBC.

Para el CEO, cuyo sueldo ronda los 25 millones de dólares anuales, “este es el peor momento del mundo para una medida de este tipo”, por lo que, si bien respeta “el derecho y el deseo de recibir una compensación justa”, los sindicatos “tienen que ser realistas sobre el entorno empresarial y lo que este negocio puede ofrecer”. Todo culminó con el vaticinio de que las huelgas causarán “enormes daños colaterales” y “efectos muy, muy dañinos en todo el negocio”.

Por lo pronto, apenas después de confirmada la huelga, Matt Damon y el elenco de la esperada Oppenheimer, de Christopher Nolan, abandonaron la premiere de este jueves en Londres en solidaridad con sus colegas. Mientras los premios Emmy, que ayer anunciaron sus nominaciones, no tienen fecha de entrega, los medios especializados de Hollywood ya imaginan las alfombras rojas de los festivales de Toronto y Venecia –puntapiés para las campañas publicitarias y de marketing de cara al Oscar– sin figuras, una cartelera navideña con pocos títulos comercialmente relevantes e innumerables rodajes postergados, además de una estrepitosa caída de las acciones en Wall Street.

Esas consecuencias, sin embargo, no significan que ninguno de los involucrados vaya a dar el brazo a torcer al corto plazo. Así lo entiende el importante ejecutivo que dijo al portal Deadline que espera que los guionistas terminen la huelga a fines de octubre: según sus cálculos, para esa fecha empezarán a quedarse sin ahorros. “Tenemos que permitir que las cosas se prolonguen hasta que los miembros del sindicato comiencen a perder sus departamentos y sus casas”, afirmó. No hay guionista ni actor capaz de saber cómo ni cuándo la industria volverá al ruedo.