Los equipos negociadores del Gobierno de Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) firmaron este viernes los 13 protocolos y documentos técnicos que desarrollan el procedimiento y monitoreo del cese al fuego y el proceso de participación social.
Según informó el diario El Tiempo de Bogotá, los nueve protocolos del cese al fuego nacional, bilateral y temporal ya se firmaron, así como los cuatro documentos técnicos que articulan la participación, dos elementos clave para hacer avanzar el proceso de paz.
El negociador del Gobierno colombiano Horacio Guerrerro, a cargo de la mesa del cese al fuego, aseguró a EFE que el paso de esta jornada es un “avance fundamental” en la negociación, que ha avanzado como nunca antes con el ELN.
Por su parte el ELN también celebró el acuerdo. "Creemos en el intercambio y el diálogo para lograr consensos, la movilización política desde la diversidad de territorios y pobladores. En la construcción conjunta entre fuerzas, organizaciones y procesos populares que empujemos los cambios que Colombia requiere," señaló vía Twitter.
Un cese al fuego rumbo a la paz
Esta firma es el resultado de los contactos que han mantenido los negociadores de ambas partes desde el 20 de junio pasado en dos mesas paralelas -en La Habana y Bogotá- para detallar la letra pequeña de los Acuerdos de Cuba, firmados el 9 de junio al final del tercer ciclo de diálogos.
La cita en La Habana para la firma de los protocolos comenzó el pasado lunes y estaba prevista en un primer momento hasta el lunes próximo, pero los trabajos se adelantaron y pudieron concluirse este viernes, según las partes.
Estos protocolos incluyen, entre varios aspectos, los actos prohibidos o los detalles del mecanismo de monitoreo y verificación. "Un grupo muy grande de la ONU participará en todos los niveles," dijo Guerrero. Además, la metodología del canal de comunicación entre el Estado y la guerrilla, que sería mediado por un representante del secretario general de la ONU en Colombia.
Fase de alistamiento
También, la creación de una mesa de participación que contará con 81 delegados de diferentes sectores, de la academia a los grupos étnicos y las organizaciones ambientalistas, y el empresariado (que tendrá con cinco delegados), además de representantes del Gobierno colombiano y del ELN.
Tanto el Gobierno como el ELN se encuentran en la denominada fase de alistamiento, etapa en la cual ambas partes ordenaron el cese de operaciones ofensivas para avanzar en el proceso de desescalamiento del conflicto.
Los protocolos son necesarios para que el próximo 3 de agosto pueda implementarse sobre el terreno el cese al fuego -incluida la misión de monitoreo y verificación- y para que empiece a funcionar el Comité Nacional de Participación, el organismo que debe vehicular la aportación sociedad civil al fin del conflicto.
En agosto vuelven los diálogos
La reunión presencial en La Habana no es un ciclo de diálogos en sí mismo. Tras el tercer ciclo, que sesionó en Cuba, está previsto que la negociación se retome el 14 de agosto, con el inicio del cuarto ciclo, de nuevo en Venezuela (donde ya tuvo lugar el primero, en noviembre pasado).
Entre tanto y como también se había acordado, las dos partes decretaron un cese de las acciones ofensivas vigente desde este 6 de julio, un paso previo hacia el “cese al fuego bilateral, nacional y temporal” por 180 días.
La semana pasada el Comando Central (Coce) del ELN ordenó a todas sus estructuras “cesar todas las acciones militares ofensivas contra las Fuerzas Militares y de Policía en todo el territorio nacional” y el presidente colombiano, Gustavo Petro, firmo un decreto en términos similares.
Según El Tiempo, Estos protocolos se suman a la resolución 194, firmada el pasado 8 de julio y que anuncia las nuevas directrices para los diálogos con ese grupo. En esas directirces el Ejecutivo reitera la agenda que fue acordada en México el 10 de marzo, y que incluye las discusiones frente a “la participación de la sociedad civil en la construcción de paz, democracia para la paz, transformaciones para la paz, víctimas, fin del conflicto y plan general de ejecución de los acuerdos suscritos”.
En la nueva resolución se reitera que es grupo es reconocido como un actor político, tal como se estableció en resoluciones pasadas. “El Gobierno nacional, en el ámbito de sus competencias constitucionales y legales, dado el reconocimiento político del Eln como organización armada rebelde, se encuentra adelantando negociaciones y diálogos de carácter político con una agenda de paz”, reza la reciente resolución.
Uno de los elementos nuevos de este documento es la exigencia del “lenguaje respetuoso”. “Las partes acordaron que usarán entre sí un lenguaje respetuoso”, dice la resolución, que a renglón seguido “ordena a las autoridades del Gobierno a que en el marco del cese al fuego tengan en cuenta que las partes actuarán bajo el marco de un proceso de paz y usarán lenguaje de desescalamiento del conflicto armado”.
En ese mismo sentido, se señala que en los actos administrativos expedidos por Petro “se harán sobre el reconocimiento de que son una organización armada rebelde” y no un grupo armado organizado.