A un mes de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, el oficialismo hizo foco este sábado en los dos distritos más importantes de la Provincia de Buenos Aires, que vuelven a representar enclaves fundamentales para empujar el triunfo de Unión por la Patria a nivel provincial y a nivel nacional. Por la mañana, el candidato a Presidente Sergio Massa estuvo en La Matanza y, casi en paralelo, el gobernador Axel Kicillof recorrió las calles de la ciudad de La Plata con Julio Alak, la carta del peronismo para recuperar el gobierno de la capital provincial.
En La Plata son días de extrema tensión para la oposición. Tal como lo contó BuenosAires/12, el cierre de la semana estuvo marcado por las denuncias cruzadas entre los sectores que compiten por la candidatura de Juntos por el Cambio en el distrito que gobierna Julio Garro desde el 2015. Juan Pablo Allan, su adversario en la interna, mediante un comunicado público lo acusó de no pagar sueldos ni aguinaldos a trabajadores municipales enrolados en la lista que milita la candidatura presidencial de Patricia Bullrich, versión que fue negada por entorno municipal. Sin embargo, a lo largo de la jornada, los testimonios que también advertían sobre despidos y persecusiones internas se multiplicaron a través de las redes y el espacio oficialista quedó al borde de la ruptura definitiva.
En ese marco, el peronismo se ilusiona a partir de un armado de unidad que tiene a Alak como principal figura. En lo que el propio Kicillof definió como “una gran jornada militante”, los candidatos de la lista que encabeza el ministro de Justicia, que ya gobernó la capital entre 1991 y 2007, recorrieron el centro platense con el gobernador, según propia definición, “como un vecino más”.
“Con el despliegue en más de 200 puntos militantes en todos los barrios, comenzamos a difundir nuestra propuesta de gobierno para jerarquizar La Plata y los vecinos y vecinas vivan mejor”, afirmó Alak, que tuvo su lanzamiento oficial la semana pasada, también con Kicillof como principal apoyo. “Con Axel estamos multiplicando las obras estructurales en la ciudad y creando infraestructura fundamental para fortalecer la capacidad productiva y las oportunidades laborales, culturales y de protección del medio ambiente”, señalo el candidato que busca arrancarle al PRO el distrito más importante entre los que conduce en la Provincia de Buenos Aires.
Para esa tarea, además de la unidad y la militancia, pone el foco en el trabajo conjunto con el gobierno provincial. Apuntalando también las chances de una segunda gestión kicillofista, Alak destacó “la repavimentación del Camino Centenario, la bajada de la Autopista sobre la Avenida 520, el ensanche de la Avenida 32, de 138 a 155, la puesta en valor de ocho hospitales, la construcción de seis edificios escolares y la reinauguración del Teatro Argentino”. Recordó también “la ampliación de la planta potabilizadora que beneficiará a más de 800 mil habitantes de La Plata, Berisso y Ensenada, el reemplazo de 197 kilómetros de cañerías de conexiones domiciliarias y los 9 kilómetros del acueducto norte que abastecerán a Tolosa, Villa Castells y Gonnet”.
En plan de doble campaña, el actual ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia llamó a “terminar con una ciudad aislada de la provincia, los municipios y las universidades de la región, para promover la radicación de empresas de base tecnológica, centros de investigación y para crear condiciones para nuevos emprendimientos que generen empleo calificado y desarrollo sostenible”.
“La principal tarea de un gobierno municipal es crear empleo, fortalecer la educación y crear centros de atención primaria de la salud, además de mejorar la calidad del espacio público con pavimento, iluminación, agua, cloacas, recolección de residuos y un buen servicio de transporte público, de manera equitativa, en todas las localidades y barrios de la ciudad”, afirmó.
El capitán de la selección en la capital del peronismo
En otro acto marcado por el ineludible cruce entre la gestión y la campaña, Fernando Espinoza volvió a recibir un apoyo superlativo para su desafío de conservar el poder en el distrito más populoso de la Provincia: La Matanza. Acompañado por el ministro de Transporte, Diego Giuliano y la vicegobernadora bonaerense y candidata a la reelección, Verónica Magario, Sergio Massa llegó al distrito para inaugurar el nuevo paso a nivel Carcarañá, en la localidad de Laferrere. Allí repartió elogios al intendente y apuntó a la oposición en el marco de una nacionalización de las elecciones bonaerenses que se hace cada vez más evidente.
"La Matanza es la capital del peronismo y de la esperanza de los argentinos, es un símbolo de la Argentina que trabaja, produce, sale adelante, sueña y empuja", dijo el ministro de Economía, y cuestionó a "aquellos que llaman a implosionar todo, como si no hubiera gente adentro de esa casa que quieren derrumbar". “Entre el 2015 y el 2019, en todo el conurbano bonaerense, no hubo bajos a nivel. Toda la plata del Estado nacional se usó para viaductos, sobre niveles y bajo niveles en la ciudad de Buenos Aires. Pero en el conurbano, en Matanza, en Merlo, en Moreno, en San Martín, nada”, continuó Massa. Destacó que desde la llegada del Frente de Todos al gobierno “además de seguir con el viaducto en altura, que hoy está a la altura de Barracas, en la ciudad de Buenos Aires, estamos construyendo en el Gran Buenos Aires 32 pasos bajo nivel, cinco de los cuales son en La Matanza, y estamos construyendo nueve pasos sobre nivel, dos de los cuales son en La Matanza”. “En el trabajo para este nuevo túnel está el amor por la Patria”, aseguró.
Espinoza, a quien esta semana se le sumó a una nueva contrincante en la interna partidaria, devolvió la pared y calificó al tigrense como “el capitán de la selección”. “Nosotros somos parte del mismo equipo, yo siempre jugué de 10, pero no importa, vamos al banco”, dijo el intendente. Afirmó estar seguro de que “este equipo, con el nuevo presidente, va a sacar a la Argentina adelante con la conducción estratégica de Cristina Kirchner".
“Desde otros lugares escuchamos muchas veces, al referirse a Matanza, la descalificación, el peyorativo, el ninguneo, pero después cuando viene el momento de la elección aparecen a pedirles el voto los mismos que durante el año descalifican”, dijo Massa. “Nosotros, en cambio, trabajamos con amor, con pasión, con aciertos y errores convencidos de que La Matanza merece ciudadanos de primera definitivamente”, afirmó.
Casi como una foto estática en la tradición opositora, La Matanza aparece como uno de los distritos más cuestionados por los aspirantes nacionales y provinciales de Juntos por el Cambio. Con la aparición de los resultados del censo 2022, el distrito volvió a ser el epicentro de una importante disputa política. Algunos sostenían que el censo estaba mal hecho, otros que los números habían sido inflados en 2010 para favorecer al distrito. Aún con esos números, sigue siendo el distrito más poblado de la provincia, equivalente a diez provincias sumadas, con un presupuesto por habitante ínfimo comparado con sus vecinos de Ciudad de Buenos Aires.
Por esa razón, los precandidatos se multiplican, y no sólo en el seno de Unión por la Patria sino también en la oposición. De hecho, es posible que Javier Milei haya plantado en el distrito una de sus apuestas más fuertes: El Dipy.
Con todo, Espinoza banca los trapos y las presiones. Combina gestión con campaña y aprovecha el peso de su territorio para concentrar la atención y los apoyos nacionales que necesita para apuntalar su candidatura a la reelección. "Desde hace cuatro elecciones, La Matanza es el distrito que más diferencia de votos da para poner un Presidente", dijo este sábado y sacó pecho definiéndola como "la quinta provincia" del país. Por lo pronto, es el área poblada más importante de la Provincia. Y en esa carrera, empujan todos.