Son los que quedaron afuera de las listas. Dirigentes de la primera línea del PRO y del radicalismo. Cada uno encontró (o no) su lugar en la campaña. Se trata de Mauricio Macri (que se autoexcluyó luego de espantarse con las encuestas), María Eugenia Vidal (que se bajó de la presidencia pensando en ser la candidata de unidad en la Ciudad y le cerraron la puerta en la cara) y Facundo Manes (quien se quedó sin un solo radical y tuvo que bajarse el mismo día del cierre de listas). Macri decidió no apoyar públicamente a Patricia Bullrich ni estar activo en la campaña. Hoy está dedicado a su actividad principal (vacacionar). Vidal, en cambio, está dedicada a acompañar candidatos locales e interviene en la agenda pública, pero dice que no elegirá entre Larreta y Bullrich. Y Manes está fuera de todo esquema de campaña.
Se trata de dirigentes de alto peso en Juntos por el Cambio pero que quedaron fuera de las listas de este año. Si en el oficialismo se buscó mecanismos para sumar a Wado de Pedro como jefe de campaña o a Daniel Scioli como asesor del ministerio de Economía, en Juntos por el Cambio no encontraron mecanismos similares. Estos dirigentes son jarrones chinos: grandes, delicados y nadie sabe dónde ponerlos.
Un repaso uno por uno.
Macri, en modo domador
En el comité de campaña confirman que Macri no está borrado solo por decisión propia. Hay una decisión de no mostrar al ex presidente. No está claro hasta cuando. Una posibilidad es hasta que se definan las PASO, para no hacerlo elegir abiertamente entre los dos candidatos del PRO (aunque en otras oportunidades no tuvo problema en intervenir en una interna y ser muy explícito en a quién apoyaba). Aquí es claro que apoya a Bullrich, aunque no lo haya dicho. Otra posibilidad es dejarlo guardado más tiempo: toda la campaña, prácticamente. Habrá que ver si el ego aguanta.
Por ahora, Macri se dedica a su oficio de domador de reposeras. Se encuentra de vacaciones: estuvo en Belice (tierra de playas hermosas y cuentas bancarias opacas) y luego partió a un lugar no desclasificado de Europa a vacacionar con su esposa Juliana Awada. Según la revista Noticias, cada tanto revisa Twitter para ver qué está pasando en el país que gobernó y volverá alrededor del 20 de julio, aunque no por demasiado tiempo.
Hacia el 19 de agosto, partirá hacia Marruecos para el mundial de bridge, donde Macri planea participar hasta el 2 de septiembre. Esto significa que Macri no estará demasiado presente hasta incluso parte de la campaña post PASO. Sí puede asistir al búnker del PRO el día de la elección, dado que va a estar transitoriamente en la Argentina.
No obstante, el ex presidente se viene manejando con cierta ajenidad. El día de nervios del cierre de listas lo encontró jugando al paddle en el World Paddle Center de Nordelta con sus amigos Lisandro Borges, CEO de ese barrio cerrado y Jonathan Kovalivker, dueño de la droguería Suizo Argentina.
Vidal, en campaña sin lista
Para alguien que esté distraído, Vidal perfectamente podría parecer una política en campaña con una candidatura. La exgobernador interviene tanto para discutir en la agenda nacional como para cuestionar al gobernador Axel Kicillof como si estuviera activa. Viaja, recorre con candidatos como si se hubiera concretado su sueño de ser candidata a presidenta (que quedó para dentro de cuatro años).
Tampoco pudo ser la candidata de unidad para suceder a Larreta (en rigor, ningún sector la aceptó, así que fue una unidad en contra de ella), pero acompaña a Jorge Macri en algunos actos. También recorre otras provincias: estuvo con Rodrigo de Loredo en Córdoba y tiene previsto viajar a Santa Cruz a apoyar a los candidatos locales.
Públicamente, no se definió por ninguna de las dos listas presidenciales. "No es que no tenga preferencias entre Patricia y Horacio, pero decidí no hacerlas públicas. Pienso que mi rol es defender la unidad", sostuvo Vidal sobre la interna que absorbe hoy todas las energías de Juntos por el Cambio. "No quiere decir que más adelante no lo haga", remarcó la dirigente. ¿Una advertencia?
Vidal sigue siendo una de las figuras de peso de la oposición y está claro que o ella no supo o su espacio político no supo cómo encontrarle un mejor lugar en la campaña. Sacando acciones puntuales, la participación en algunas conferencias de prensa, no parece tener un rol orgánico y pensado en una u otra campaña. Puede que esto cambie después del 13 de agosto, según quien gane.
Manes, el borrado
Nadie sabe dónde está Manes desde el cierre de listas, cuando amargamente anunció que bajaba su candidatura. Explicó que lo hacía porque Gerardo Morales, por un lado, se había aliado a Larreta, y la UCR bonaerense (su principal apoyo) había cerrado otro acuerdo con Bullrich. Así, los radicales terminaron como segundos en las dos fórmulas y no hubo ninguna que encabezaran ellos, lamentó Manes.
En esos días de negociaciones febriles le ofrecieron ser vicepresidente, senador y múltiples opciones y rechazó todo lo que no fuera ser él el candidato a presidente. Desde entonces, en el radicalismo no saben de su existencia. Cerca de Morales, se encogen de hombros y no esperan ninguna colaboración de Manes en la campaña.
Da la sensación de que el neurólogo no aparecerá en ninguna actividad (hay que ver que hace el día de la elección), dado que no apoya ninguna de las opciones existentes. Menos es probable que se lo vea después de las PASO. Podría haber sido candidato a gobernador del radicalismo en la interna bonaerense -a eso se apuntaba cuando peleó en 2021 una interna- pero finalmente fue presidente o nada. Y es nada.