“Siempre soñé con ser técnico de River”, deslizó Martin Demichelis ni bien llegó al país, para hacerse cargo del equipo de Núñez. Con la figura de Marcelo Gallardo latente, los hinchas mantuvieron cierta precaución frente a la transición, pero sin perder la confianza en el olfato de Enzo Francescoli, el manager El “Muñeco, Muñeco” todavía era el hit de la tribuna, y el desafío se presentaba como una tarea de mucho peso: reemplazar al técnico más ganador de la historia del club.

De aquella escena a la actualidad, pasaron siete meses y 34 partidos. Y la primera prueba fue superada. River fue campeón dos fechas antes de la finalización del torneo y con un volumen de estadísticas más que interesante. A su escolta, Talleres, y a su otro perseguidor, San Lorenzo, los dejó varios puntos atrás. Por otra parte, además de ser líder absoluto, es el equipo que más goles convirtió (45), el que más partidos ganó (18 de 25), lleva diez partidos sin derrotas como local y sacó 57 puntos de 69.

El camino a la gloria se inauguró en Santiago del Estero, frente a Central Córdoba. La expectativa del primer partido y el debut del nuevo entrenador en el torneo oficial inició con pie firme. River ganó 2-0 con goles de Pablo Solari y Nacho Fernández, y vinieron las primeras conclusiones del ensayo táctico. “Generamos varias situaciones de gol. Siempre hay cosas por mejorar, pero me voy contento”, analizó Demichelis aquel día.

El venezolano Salomón Rondón -pasó como si no hubiese llegado nunca- arribó como último refuerzo del primer mercado de pases del semestre, y completó una lista que ya tenía a Enzo Díaz y el retorno de dos viejos conocidos: Matías Kranevitter y Nacho Fernández. En la segunda fecha, cayó 2-1 frente a Belgrano. Tras el runrún de la primera derrota, una seguidilla de partidos le concedió tres victorias al hilo, hasta que volvió a perder 2-1 contra Arsenal.

Dos derrotas en cinco partidos motivaron algunos cambios dentro de su esquema. Nicolás De La Cruz, Esequiel Barco y Rodrigo Aliendro, adentro. Todo en función de un juego que sirviera para que Enzo Pérez continúe su oficio de habilitador serial, pero sin perder el eje en la recuperación. El equipo se acomodó. Lucas Beltrán se volvió temible en área rival (lleva 16 tantos y según la cuenta de Sudanalytics, es “el futbolista argentino Sub 23 con más goles en el mundo durante 2023”) y su futuro perfila un irresistible destino internacional.

Le ganó a Lanús, Godoy Cruz, Sarmiento y Unión, hasta que llegó el debut por Copa Libertadores y el intento de jugar de igual a igual en la altura de La Paz (Bolivia), lo llevó a perder 3-1 con The Strongest. El mal trago no opacó su presente en el campeonato y se mantuvo como favorito. Hizo seis goles en dos partidos: 3-0 a Huracán, 3-0 a Gimnasia de La Plata, y en Rosario consiguió un valioso triunfo 1-0 ante Newell's.

En la segunda fecha de Copa Libertadores, el que sufrió la verticalidad del equipo de “Micho” fue Sporting Cristal. El efecto mundialista concentró la parte por el todo y se empezó a hablar de “La Michoneta”. La grandilocuencia de algunos medios se animó a titular con “River Munich”, hasta que llegó el golpazo anímico en Brasil, en la previa al Superclásico: derrota 5-1 ante Fluminense. La clasificación a octavos de final se puso en peligro, y de la tribuna bajó el cántico guerrero de “quiero la libertadores…”.

Pese a la pesadilla en el Maracaná, le ganó 1-0 a Boca frente a un mezquino planteo de Jorge Almirón, y se disiparon las dudas de su candidatura a ganador del campeonato. El agónico empate en Perú ante Cristal lo dejó con vida en la Libertadores. El 2-2 con Vélez en Liniers le puso dramatismo a la película, sobre todo después de las actuaciones de Franco Armani, a quien se le achacó no estar bien anímicamente. La victoria frente a Fluminense en un colmado Monumental puso los ánimos en su lugar. “La mayor presión de Sudamérica”, dijeron los medios brasileños ante el marco que propusieron los hinchas Millonarios, en su remodelado estadio.

Le ganó a Defensa y Justicia, se regodeó ante Instituto y el fútbol de las tres G (ganar, gustar, golear) se hizo presente. Selló la clasificación a octavos contra The Strongest. Demichelis sintió que era hora de dar descanso a algunos jugadores, y puso un equipo alternativo ante Barracas. El experimento no salió bien y cayó 2-1.

Ante Colón consiguió un cómodo 2-0. Los halagos fueron para Milagros Acevedo, la alcanzapelotas que estuvo atenta en un lateral: Beltrán aprovechó la avivada y la mandó al fondo de la red. “River juega a otra cosa, a otro nivel”, dijo Néstor Gorosito, técnico del Sabalero. El empate en cero con San Lorenzo retrasó el festejo y tuvo que esperar hasta el último sábado. 

El conjunto de Núñez venció 3-1 a Estudiantes y fue absoluto dueño de la pelota durante la primera etapa. Al minuto, Beltrán abrió el marcador y no solo hizo su tanto número 11 en el campeonato, sino que marcó el gol más rápido en la era Demichelis. Después hicieron lo propio De La Cruz y Barco para coronar el título número 70 en la era profesional. Otra vuelta olímpica y la bandera en la tribuna Sivori con el reconocimiento al trabajo: “Gracias por esta alegría”.