Unida y organizada: así se mostró la comunidad cultural frente a los cambios que se produjeron en el Ministerio de Cultura de la Nación el lunes y los rumores de que la cartera pasaría nuevamente a ser una secretaría o a integrarse con otro ministerio. A través de sus redes sociales, más de quince colectivos culturales se manifestaron en “estado de alerta y preocupación” y llamaron a la comunidad “a una reflexión profunda sobre los costos y beneficios que estos recortes tendrán como consecuencia”. Si bien las versiones de disolución del ministerio fueron negadas a este diario por Enrique Avogadro, quien hasta el fin de semana fue el número 2 del ministerio que conduce Pablo Avelluto, el sector no se queda tranquilo y pidió al gobierno que garantice la continuidad del ministerio creado en 2014 así como la de todos los puestos de trabajo y programas que de él dependen.
Ya desde temprano, un comunicado de ATE Cultura alertó a los trabajadores del sector. La junta interna se declaró en “estado de alerta y movilización” y reiteró el pedido de audiencia al ministro imputado por la justicia, que hace tiempo viene negando una reunión con los empleados de la cartera que funciona en la avenida Alvear. “La incertidumbre entre los trabajadores del Ministerio de Cultura es generalizada. La disolución de la Secretaría de Cultura y Creatividad que encabezaba Avogadro no hizo más que acrecentar el malestar por la parálisis de los programas y la reducción del 30 por ciento del presupuesto del ministerio para lo que queda del año. Recordemos que en esa secretaría se desempeñan 700 trabajadores”, explicó el delegado general de Ate Cultura, Manuel Cullen. Los trabajadores usaron la palabra “disolución” porque Avogadro no será reemplazado sino que sus funciones serán asumidas por el actual secretario de Integración Federal y Cooperación Internacional, Iván Petrella, y la jefa de gabinete de la cartera, María Julieta García Lenzi.
Además del sindicato, numerosos colectivos se expresaron a raíz de los cambios y mostraron su preocupación por las versiones pero sobre todo por lo que ya es una realidad: el clima de recortes que existe en la cartera cultural. El Frente de Artistas y Trabajadorxs de las Culturas se pronunció fuerte contra la salida de los dos altos funcionarios (además de Avogadro, Débora Staiff, ahora ex subsecretaria de Cultura Ciudadana), afirmando que “un retroceso en términos de institucionalidad tendrá consecuencia directa en los hacedores del campo cultural, al tiempo que será un retroceso en toda la línea de la producción y renovación de todos los actores culturales”. En línea reaccionó el Observatorio de Culturas Políticas y Políticas Culturales del Centro Cultural de la Cooperación, que afirmó que “esta notica no hace más que anticipar un final anunciado: la reorientación de las políticas para el sector que expresan el abandono del paradigma de las culturas como derechos en beneficio de un modelo mercantilizador en el que el Estado pasa a ser un mero administrador y no un agente activo en la promoción y la defensa de la cultura”.
“Los rumores de achicamiento, unificación de ministerios y cambios en la estructura de estas reparticiones son por ahora eso: rumores. Lo que no lo es es la constante subejecución presupuestaria, el desfinanciamiento de nuestra cultura, la sostenida persecución a los centros culturales independientes y las permanentes operetas y maniobras del ministro Avelluto para allanarse el camino hacia su codiciada foto de Empleado del Mes”, sentenció la Asamblea de Trabajadorxs de la Cultura, que se sumó a la larga lista de organismos que se manifestaron contra la política cultural del macrismo, entre los que se encontraron también Escena Política, la Asociación Argentina de Actores (que también le mandó una carta al ministro pidiéndole audiencia) y la Cámara de Clubes de Música en Vivo (Clumvi), que exigió “no sólo la mantención del ministerio sino también la ampliación de recursos para paliar el estado actual de la cultura toda”.
Desde Ate Cultura contaron a este diario que desde el ministerio se le pidió a los trabajadores “que sean creativos para organizar actividades hasta diciembre ya que no habría muchos fondos”. También recordaron que programas culturales como Quilombo, Opera y Danza u Orquestas Infantiles y Juveniles tienen muy pocas o directamente ninguna actividad planificada para lo que resta del año. En esa línea, desde Seamos Libres Cultura expresaron que “sea cierto o no lo del cierre del ministerio, la realidad es que no existe una política cultural pública federal ni en términos presupuestarios ni en estructura”.
“Creemos que la cultura transforma y viabiliza la puesta en debate de ciertos temas fundamentales para nuestra construcción identitaria como nación, que de otra manera no sería posible expresar, y es por esto que nos parece imprescindible preservarla y ampliarla para que podamos tener cada vez mayor acceso a ella”, expresaron desde el colectivo Merda en Acción. Y el Movimiento de Espacios Culturales y Artísticos (MECA) señaló a tono: “Es preciso que el estado reconozca el valor tangible e intangible que aporta la cultura a nuestra sociedad y garantice un Ministerio de Cultura cercano a la problemáticas, que acompañe con políticas concretas y un presupuesto acorde a las mismas”.
Al cierre de esta edición, otros colectivos culturales preparaban declaraciones y hasta acciones conjuntas para mostrarle al gobierno que una medida como la que se comenta no será aceptada ni tolerada por la comunidad cultural. “Lxs trabajadorxs de la cultura y muchas organizaciones horizontales de la ciudad y de otras provincias estamos en estado de alerta, dispuestos a movilizarnos ante el menor indicio de fusión, cierre o mayor recorte en un Ministerio que debe promover la vida cultural de la Nación y que no es el tubo de ensayo para que el que el Sr. Pablo Avelluto aprenda a achicar sin que se note”, alertaron. Para que quede bien claro…