Las autoridades de Irán anunciaron este domingo el redespliegue de la "policía de la moral" en las calles del país en el marco de una nueva campaña para controlar la vestimenta de las mujeres, incluido el uso del hiyab. La orden se dio a conocer cerca de diez meses después de la muerte bajo custodia de Mahsa Amini, detenida en septiembre del año pasado por supuestamente llevar mal puesto el velo.
"Fortalecer los pilares de la familia"
El vocero de la policía iraní, Said Montazeralmahdi, dijo que los agentes de este cuerpo retomarán la notificación y detención de mujeres que no usen el velo en público, antes de insistir en que la decisión llegó tras recibir "demandas de la población e instituciones" para "expandir la seguridad pública" y "fortalecer los pilares de la familia".
"A partir de hoy la policía, realizando patrullas en coche y a pie, advertirá y sancionará a las personas que, por desgracia, desobedecen las órdenes y siguen sin respetar el código de vestimenta", advirtió este domingo Montazeralmahdi, citado por la agencia Tasnim. Así el funcionario criticó a las personas que "siguen insistiendo en romper las normas" y remarcó que "en caso de que no cumplan con las órdenes de la policía, se adoptarán medidas legales y serán presentadas ante el sistema judicial".
"Se espera que todo el mundo, especialmente las mujeres inteligentes del país, de las que depende nuestro futuro, ayuden a la seguridad general de la sociedad manteniendo la santidad del velo y respetando las normas aceptadas", explicó Montazeralmahdi. Este anuncio se produce diez meses después de la muerte, el 16 de septiembre de 2022, de la joven kurda iraní Mahsa Amini, detenida por la policía de la moral que la acusaba de haber violado el código de vestimenta.
El legado de Amini
Las autoridades iraníes eximieron a las fuerzas de seguridad de toda culpa sobre la muerte de Amini, si bien reconocieron ciertos excesos durante la represión de las protestas por su fallecimiento, que se saldaron con cerca de 500 muertos según balances de varias organizaciones no gubernamentales. Siete hombres fueron ejecutados por su participación en el movimiento de protesta.
El jefe del aparato judicial de Irán, Gholamhosein Mohseni-Ejei, dijo a principios de julio que los tribunales del país abordaron hasta ahora más de 20 mil casos relacionados con las manifestaciones y sostuvo que se separaron los casos de los "arrepentidos" de aquellos que participaron en disturbios de cara a un proceso de amnistías por parte del líder supremo del país, el ayatolá Alí Jamenei.
Acusada por los manifestantes, la policía de la moral había desaparecido en buena parte de las calles iraníes en los últimos meses y cada vez más mujeres salían con la cabeza descubierta, sobre todo en Teherán y en las grandes ciudades. Desde principios de año las autoridades adoptaron una serie de iniciativas, que van desde el cierre de comercios, en particular restaurantes, hasta la instalación de cámaras para perseguir a las que desafían la prohibición.
En los últimos días fotos y videos, cuya autenticidad no pudo ser verificada de forma independiente por la agencia AFP, fueron publicados en las redes sociales mostrando policías en chador sancionando y arrestando a mujeres que no llevaban velo. El diario Shargh informó que cuatro mujeres fueron condenadas recientemente a "asistir a clases de psicología y limpiar hospitales". También "se les prohibió conducir durante dos años" luego de ser declaradas culpables.
El municipio de Teherán colocó recientemente cientos de pancartas en las calles para promover el uso del hiyab. "El hiyab es el legado de las madres", dice una de esas pancartas que muestra a una madre poniéndose un velo negro sobre una niña muy pequeña, mientras que otra equipara la oposición al hiyab obligatorio con "la destrucción de los cimientos de las familias".
A principios de mes el ayatolá Ali Jamenei reiteró la postura iraní sobre el hiyab, que se volvió obligatorio después del establecimiento de la República Islámica en 1979. "Desechar el hiyab es pecaminoso basado en la Sharia (ley islámica) y también a nivel político", advirtió el líder supremo en una clara señal para que las autoridades estatales y religiosas hagan todo lo necesario para restablecer el control sobre las mujeres iraníes.