“El análisis audiovisual nos permite traer al frente discursos que tensionan la historia oficial. Los documentales muestran que detrás de cada uno de los procesos históricos, hay otras historias. El interjuego entre los testimonios y el material de archivo genera efectos diferentes a los que puede producir un libro de historia. Además, lo afectivo que despiertan las películas desde el montaje habilita otro modo de acceder a los hechos históricos.” explicó Facundo Núñez, egresado de la Licenciatura en Filosofía de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). Con su proyecto UNNE-CONICET “Representaciones de la militancia. El rol del testimonio y el archivo en la reconstrucción de la memoria del Frente de Liberación Homosexual en documentales argentinos” se dedica a estudiar, desde el análisis audiovisual, a esta agrupación militante única en latinoamérica que nació en la provincia de Buenos Aires.

En un rincón del conurbano sur

“Yo nunca renuncié a ser homosexual porque necesitaba vivir plenamente, pero no lo hacía desde una postura política. En cambio, Héctor insistía en que teníamos que empezar a organizarnos, a armar algo para reivindicar nuestros derechos. En Gerli y en las zonas cercanas había maricas al por mayor, y ese año armamos un pequeño grupo con cinco o seis conocidos, todos trabajadores, que no éramos compinches entre nosotros. Había una mezcla de posturas políticas, no había una sola línea, pero nos unía la lucha por nuestra libertad. Nuestro grupo no tenía nombre, éramos simplemente “homosexuales de Buenos Aires” y Héctor era el alma mater. Él era el motor, organizaba todo con una disciplina propia de la militancia comunista, era un hombre de papeles” contó en una entrevista Luis Troitiño, un trabajador del correo de Lomas de Zamora que, junto Hector Anabitarte, formó en la segunda mitad de la década del sesenta la primera agrupación militante homosexual que se tenga registro en latinoamérica.

Troitiño y Anabitarte trabajaban en la sucursal de Lomas del Correo Central, ambos eran homosexuales y formaban parte del sindicato FOECYT. Anabitarte estaba desencantado con el Partido Comunista. Había viajado a Rusia para tratar la postura del partido sobre la homosexualidad y había recibido como respuesta la nueva pero ya conocida teoría comunista que asociaba esta orientación sexual con un signo de la decadencia burguesa. Fue esto lo que lo motivó a desligarse del partido y proponer a Troitiño formar una agrupación.

Troitiño y Anabitarte, junto a otros pocos trabajadores y sindicalistas del conurbano sur, comenzaron a reunirse en la habitación del inquilinato en el que vivía Troitiño también en Lomas. Ahí formaron el boletín clandestino Nuevo Mundo. “No leíamos materiales de militancia homosexual, creo que no existía eso en la época, ni estábamos influenciados por ninguna teoría. Pensábamos desde nuestra realidad cotidiana. Reproducíamos artículos de diarios sobre detenciones de homosexuales o sobre homosexualidad, y los incluíamos en el boletín.”, explicó Troitiño sobre la militancia del grupo.

En 1971, el grupo de Nuevo Mundo se juntó con algunos escritores y profesionales vinculados a la revista Sur de Capital Federal y la figura fundamental del poeta Néstor Perlongher, que venía de Avellaneda junto a otros intelectuales de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, para formar el Frente de Liberación Homosexual (FLH). Influenciados por el Gay Liberation Front de Nueva York, la lucha de las nuevas izquierdas del continente y el movimiento feminista, se alinearon con la liberación latinoamericana, reconocieron en el machismo otra forma de fascismo y militaron por la liberación de la sexualidad hasta 1976.


El cine como creador de documentos

Si bien el FLH forma parte de una serie de hechos de la historia reciente argentina poco abordados por la historiografía nacional, no es este motivo el único que llevó a Facundo Núñez a elegir un corpus de películas documentales contemporáneas como fuente de su investigación. La potencia del montaje, la articulación de testimonios orales con material de archivo y el lugar afectivo de la música son algunas dimensiones del audiovisual que permiten pensar la historia desde una perspectiva más compleja que la tradicionalmente elegida por los textos de historia. Esta perspectiva pone en tela de juicio la univocidad, transparencia y linealidad del relato historiográfico.

Para su proyecto de investigación, Núñez seleccionó una serie de documentales argentinos producidos entre 2008 y 2021 que abordan de forma directa o indirecta al FLH. “La primera película que encontré para tratar esta temática fue Rosa Patria, del 2008, un documental sobre la vida de Perlongher. Antes de esa película no encontré nada e, incluso, entre el 2008 y el 2021 lo que hay es muy poco.” 

A pesar de su relevancia histórica, el FLH recién comenzó a ser abordado tímidamente en el cine a partir de la primera década del siglo veintiuno y, puntualmente, luego de la obra de Santiago Loza, Rosa Patria. “ Yo creo que se debe un poco al cambio en la perspectiva política que se vive en esa época. Fijate que el surgimiento de estos documentales está a unos pocos años de la Ley de Matrimonio Igualitario y, posteriormente, la Ley de Identidad de Género. Se trata de un panorama político más abierto a este tipo de discursos.”, opinó el investigador.

A partir de Rosa Patria, la memoria de la militancia llevada a cabo por el FLH en Argentina es recuperada por documentales audiovisuales como El puto inolvidable o Sexo y Revolución que, recurriendo a diferentes estrategias de representación, visibilizan la historia del espacio, sus ideales políticos, las motivaciones personales de sus integrantes y las actividades colectivas que llevaron a cabo. En el abordaje que realizan de estos hechos se destacan el uso del testimonio directo de las personas que formaron parte de estos primeros movimientos de militancia LGBTIQ+ en Argentina, la recuperación de material de archivo producido o relacionado con las actividades del FLH y el develamiento del rol que cumple el dispositivo cinematográfico en la construcción de los relatos históricos.

Una imagen de El Puto Inolvidable.

“A través del análisis de estos documentales podemos reconstruir una historia nueva, mostrar una nueva perspectiva de la historia de la memoria reciente y visibilizar el rol activo que tuvieron las militancias LGBTIQ+ en el desarrollo de los procesos históricos nacionales”, concluyó Núñez.