Las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), como las celebradas en Santa Fe dirimen internas: los perdedores quedan afuera de la votación general. Los cargos electivos se definen en votación posterior, la santafesina el 10 de septiembre. Esto aclarado y con escrutinio incompleto, Maximiliano Pullaro se impuso en la interna del Frente de Frentes (coalición cambiemita) apabullando a su principal rival Carolina Losada. Será candidato a gobernador en septiembre.
Queda en pole position, alto favorito porque la elocuente diferencia entre la oposición nacional y el peronismo santafesino es muy difícil para descontar en dos meses. La PASO nacional en el medio impactará en la campaña provincial y viceversa. Junto a Pullaro triunfaron ayer el Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta y el senador Martín Lousteau, sus apoyos nacionales (porteños desde ya).
La exministra Patricia Bullrich, impulsora de Losada, perdió feo. Andaba por Santa Fe para celebrar si pintaba..., escogió pasar a la clandestinidad provisoria ante la debacle.
Losada, que se iba a recibir de heroína como el chiquito Romero, no atajó un penal. Presionada por sus correligionarios radicales, reconoció apresuradamente el éxito de Pullaro, dejando atrás las bravatas, injurias y hasta calumnias que le propinó en campaña. La dirigencia boina blanca la incitó de apuro, las cifras la persuadieron, la derrota domestica a las fieras.
La interna del peronismo santafesino se resolvió conforme auguraban análisis, peso específico y encuestas. Marcelo Lewandowski será aspirante a gobernador: procurará consumar una proeza en septiembre. Venció cómodo en la interna. Los otros tres candidatos parecían no llegar a empatarle a Lewandowski sumados. Son Marcos Cleri de La Cámpora, Leandro Busatto de la Corriente conducida por el Jefe de Gabinete Agustín Rossi y Eduardo Toniolli del Movimiento Evita.
En esta nota no se consignan porcentajes porque se entrega antes del final del escrutinio. Se irán informando en horas sucesivas. En ese momento, quedaban más mesas pendientes en Rosario que en el total de la provincia. Los desempeños del peronismo y del socialismo pueden mejorar un poco, sin alterar las tendencias.
El peronismo prenderá velas para que Lewandowski dé vuelta una goleada. Los guarismos de ayer pintan un escenario de derrota altamente factible. Una jornada dura para todas las vertientes de Unión por la Patria, posiblemente con el gobernador Omar Perotti a la cabeza.
Los radicales se relamen anticipadamente porque parecen tener al alcance de la mano una gran provincia, el tercer distrito medido por número de votantes. Se añadirá a Mendoza (casi seguro), Jujuy y Corrientes. Se tienen fe en Chaco, acaso en Chubut. Otro tanto en la CABA con Martín Lousteau, que estuvo desde temprano en el cuartel de campaña con “Maxi” Pullaro.
Confían en recuperar la intendencia de Córdoba capital de la mano de Rodrigo de Loredo el domingo próximo. La competencia se insinúa reñida como lo fue la disputa por la gobernación en la que prevaleció el peronismo cordobesista.
El radicalismo se consolidaría como suma de partidos provinciales, carente de piné para pugnar en las internas nacionales de Juntos por el Cambio.
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El socialismo santafesino que gobernó hasta 2019 se sumó al Frente comandado por el macrismo. La exintendenta de Rosario Mónica Fein intervino ayer en la PASO para gobernador. Le fue muy mal, quedó tercera lejos. Es prematuro hacer análisis de volea pero el score impresiona como un duro revés para los socialistas, desde lo identitario hasta lo material, el puñado de votos conseguido.
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Los votos se cuentan de a uno. Ninguna elección termina hasta que se cuente el último. Las decisiones en comicios provinciales no pueden extrapolarse mecánicamente al escenario nacional de agosto (PASO) y octubre. Sensatos criterios que nunca se deben olvidar.
Tampoco sería racional ni inteligente dejar de advertir las señales que emiten sucesivas competencias en comarcas con historia propia. Jornadas cívicas tranquilas incluso en una provincia signada por la inseguridad. Participación en promedio menguante respecto de precedentes cercanos. Ayer parecía sumar cinco puntos porcentuales menos que en 2019.
Crece el sesgo pro opositor. Candidatos cambiemitas arrebataron Neuquén, San Luis y San Juan a los anteriores oficialismos. Se posicionaron muy bien para conseguir un logro radical en Santa Fe dentro de dos meses. Se trata de alertas, de señales, que el peronismo gobernante y en campaña debe registrar y trajinar sin negaciones ni derrotismos anticipados. Los candidatos, el presidenciable Sergio Massa en especial, tendrán que auscultar las demandas ciudadanas, la presunta apatía y los problemas “de la gente” que todavía puede atender en gestión. Mirar, escuchar, actuar.
La elección nacional queda más abierta que la santafesina de septiembre, desde ya. Los márgenes de acción son más amplios, otros los candidatos. La cuenta regresiva corre.
Todas estas historias (aun las que parecen definidas a primera vista) continuarán.