Leonardo Pastore se sorprendió al ver y oír su versión del hito del mundial, “Muchachos”, intervenida por la bendita inteligencia artificial. Fue en “Degenerate”, un canal de YouTube que se dedica a tales metieres y, a diferencia de otras intervenciones que suele hacer el canal con otros cantores, la de Gardel generó un tremendo revuelo virtual. Pastore la había grabado -sin saber su porvenir, claro- días antes de la final Argentina-Francia, en homenaje a Messi, a la Selección, a Maradona, “y a todo ese momento increíble que estábamos viviendo”, cuenta el tenor gardeliano a Página/12. “Pensé que hacía falta una versión tanguera de 'Muchachos', y esa fue la intención, no la de hacer una voz para después ser usada por la inteligencia artificial. No tuve nada que ver con eso”, aclara.
En concreto, el video muestra un televisor con la famosa toma del “Zorzal” con su amigo Tito Lusiardo al lado, extraída del film Tango Bar, intercalada con jugadas inolvidables de la selección en el mundial en Qatar. Centenares de miles de personas la vieron, y las devoluciones pendulan entre opiniones que van desde quien consideran la cosa como “creación pura”, hasta quien lo describe como una monstruosidad, “una masturbación mental”.
Ni lo uno ni lo otro está en la reflexión de Pastore. “Me llamó poderosamente la atención la respuesta que tuvo esto”, señala el cantor. “Pienso que cualquier gardeliano, y yo me cuento entre ellos, hubiera querido que Gardel cantara este tema tan emblemático. Pero como esto no puede ser, usar la inteligencia artificial puede resultar. Eso sí, si nos hubiéramos enterado, la hubiésemos grabado fraseando a lo Gardel. Tengo 50 años, y canto su repertorio desde los 8, cuando quería ser Gardel”, ríe.
-¿Ya no querés serlo?
-Por supuesto que no (más risas). Nunca quise imitarlo, aunque al haberlo cantado y escuchado tanto, mi estilo es muy gardeliano. Gardel hay uno solo, obvio, pero si lo hago a conciencia, me puedo acercar a su fraseo, y creo que con la inteligencia artificial se podría haber logrado un mejor resultado que el que se logró.
La versión de Pastore -a las pruebas remitirse- no fue hecha "a lo Gardel", sino "a lo Pastore", tal como ocurre cuando los versionados por el tenor son otros. “Suelo cantar temas de León Gieco o de Víctor Heredia, y es cierto que siempre aparece un dejo gardeliano, por todo eso que me pasó de chico. No sé, para mí Gardel fue un adelantado a su época. Diría que el primer rockero, porque hizo cosas que hasta ese momento no había hecho nadie en el mundo, como grabar con él mismo, o salir de una radio de Nueva York con auriculares, con los guitarristas acompañándolo desde acá”.
Procede entonces que Pastore se refiera a un tema con más entidad real que el video artificial: la reciente edición en vivo de Carlos Gardel Original, formidable disco que había sido publicado siete años atrás en estudio. “Lo que hicimos fue rescatar los arreglos musicales originales sacados de sus discos, y reescribirlos nota por nota. Eran los temas que Gardel grabó en Nueva York, con su arreglador Terig Tucci”, evoca el cantor, posado ahora en el disco producido por Gieco y nominado a los Grammy Latinos, cuya reciente edición en vivo -grabada en un concierto en Perú- acaba de subirse a las plataformas.
“Me centro en las piezas del binomio Gardel-Le Pera que en muy poco tiempo creó páginas que van a estar por siempre. De hecho, al terminar la versión de 'Volver' que está en el disco, me salió decir ¡Que viva Gardel, y que viva Le Pera”, ríe el cantor. “Para mí, ellos son los antecesores de Lennon-McCartney, y de tantos binomios históricos, porque fueron dos tipos fuera de serie. Con solo pensar que hicieron 'Cuesta abajo' en una sola noche, para terminar una película, bueno, está todo dicho”.
-¿De dónde te viene esta devoción por Gardel?
-De compartir mi amor por él con mi padre, que murió a los 90 años, y que era un coleccionista amateur. De hecho, una de las piezas que más me gusta del repertorio de Gardel era también la preferida de mi padre: “Cuando tú no estás”
-¿Y la otra cuál es?
-“El día que me quieras”, por lo que logra en la gente. Es un tema que se grabó infinidad de veces, hasta la hizo Luis Miguel, pero nunca se logrará superar la versión del Morocho del Abasto. Es una de las melodías más bellas del mundo.
-¿Cuesta meterse en la piel del “Morocho”?
-En realidad, yo me pongo en la piel de él solo como intérprete. Por eso canto y defiendo su obra en todos los sitios que puedo. Yo no sé componer, no puedo escribir un texto, solo soy intérprete, y por eso trato de defender nuestra música desde ahí. Me pongo en ese lugar de seguir, en esta época un poco complicada para la música, con esa huella. No sé si lo hago bien o mal, pero sí auténticamente, y de corazón. Puntualizo de nuevo que soy yo el que canta… no pretendo ni quiero ser Gardel. Incluso, a veces digo en los conciertos "si no escucharon esto por el maestro, vayan a buscarla y escúchenla”.
Es un buen plan, empero, dejar que se apague el mundo durante cuarenta minutos y poner los oídos a disposición de las doce piezas que Pastore registró en vivo, junto al pianista Hernán Malagori. “Es cierto que canto al estilo gardeliano, y encima hago los arreglos originales, por lo que el estilo se acentúa. Pero, repito, nunca lo imito, nunca diría cartar”.
Pastore no solo revisita gemas de la era leperiana. De hecho, suele recrear piezas de épocas anteriores en el mundo Gardel, como “Alma en pena” o “Soledad”, pero el grueso va por el lado del “Zorzal” tardío. “Me gusta mucho cómo quedaron en vivo 'El día que me quieras' y 'Cuesta abajo'”, resalta.
-¿Es complejo o sencillo visitarlas?
-Todas las versiones tienen algo de complejidad y algo de sencillez en los arreglos. Estos no dejan de ser sencillos, dado que Gardel se fijaba en el acompañamiento, en el sentido de que ningún instrumento interrumpiera su arte, su voz. Pero también tienen partes complejas, por el estilo mismo. Son cosas que fueron grabadas en los años 30 y, como el yeite del concierto es hacer el Gardel original, tienen que ser ejecutados con un cierto estilo de aquella época.