La puesta The Rake’s Progress compartirá durante estos días el escenario del Teatro Colón con el Festival Argerich, que el sábado dio comienzo con la sala repleta de un público particularmente efusivo. Al punto que –incluso durante el soporífero Noneto Op. 139 de Josef Rheinberger que articuló la primera parte– abundaron los aplausos entre cada movimiento, eso que a los melómanos “de la primera hora” tanto molesta, pero que podría interpretarse también como que, por un momento, se está cumpliendo la tan ansiada y necesaria renovación de público.

Llegado su momento, Martha Argerich iluminó con la llama sagrada de su personalidad musicalmente arrasadora. Después de responder a la larga ovación de bienvenida con el gesto austero y la sonrisa eginética, la pianista se acomodó ante el instrumento, cuadró sobre sus hombros la insigne cabellera, y abrió ventanas a la música con una minuciosa y encendida versión del Quinteto con piano Op. 44, de Robert Schumann. Desde los primeros acordes, una forma de fanfarria angelical, hasta el fugado y la recapitulación del final, Argerich condujo desde el piano, severa en el ritmo, lírica en las expansiones melódicas e implacable en los contrastes.

La obra, nutrida de las palpitaciones y arrebatos del Romanticismo musical, tuvo intérpretes a la altura de las circunstancias, con Freddy Varela Montero y Tatiana Glava en violines, Fernando Rojas Huespe en viola y Stanimir Todorov en violoncello, músicos de la Orquesta estable del Teatro Colón. Aunque queda la duda sobre si no hubiese sido todavía mejor, también por una cuestión de química esencial para hacer música de cámara, convocar a alguno de los óptimos cuartetos de cuerda estables que circulan en nuestro medio.

En la apertura de su festival, Argerich brilló y conmovió como se esperaba, incluso haciendo olvidar la idea de los programadores de incluir el “Noneto” de Rheinberger, una obra insalvablemente menor de un compositor modesto, que ni la apenas buena lectura de un grupo de intérpretes, que no fueron más que buenas individualidades, pudo salvar de sus desequilibrios naturales.

El Festival Argerich continuará el miércoles a las 20 con uno de los conciertos más esperados: la anfitriona recibirá a Nelson Goerner, para tocar en dúo de pianos obras de Debussy, Mozart y Rachmaninov. El concierto, como todos los del festival, será transmitido por streaming a través de www.teatrocolon.org.ar y las redes oficiales del Colón.