La balanza energética registró un déficit de 222 millones de dólares en los primeros cinco meses del año, un 84,4 por ciento menor que en el mismo período de 2022, según informó la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales (IES). La mejora fue consecuencia de un fuerte retroceso de las importaciones.
Las exportaciones de energía treparon a los 3233 millones de dólares entre enero y mayo, prácticamente sin cambios con relación al mismo periodo del año pasado (apenas un millón menos en la comparativa). Este registro se compuso de un descenso de los precios medios (-18 por ciento interanual) que fue compensado por el crecimiento de los volúmenes comercializados (+16,9 por ciento interanual) en los primeros cinco meses del año. Ya sin un efecto significativo de las compras de energía eléctrica, las importaciones de bienes energéticos cayeron un 25,8 por ciento interanual en los primeros cinco meses de 2023 luego de ubicarse en los 3455 millones de dólares.
En los primeros cinco meses de 2023 la producción de petróleo creció 10,6 por ciento interanual luego de trepar a los 625.500 barriles diarios. Esta cifra representó un alza de 24,2 por ciento en relación al mismo periodo de 2019, lo que da cuenta del significativo progreso en los últimos años. En términos históricos hay que remontarse al año 2009 para encontrar guarismos similares.
Con respecto a la producción de gas natural, se sostuvo el nivel de actividad. Entre enero y mayo trepó a los 130,2 millones de metros cúbicos diarios, lo que se traduce en un tenue crecimiento de 0,7 por ciento interanual.
Por último, el consumo de los usuarios finales de gas presentó una caída del 1,3 por ciento interanual en los primeros cuatro meses de 2023, mientras que las ventas de combustibles treparon 3,5 por ciento interanual entre enero y mayo.