El gobierno ruso informó este lunes que no volverá a prorrogar la vigencia del acuerdo de exportaciones de granos firmado en 2022 con Turquía y la ONU –e indirectamente con Ucrania-- aduciendo que parte del mismo no se cumple, en perjuicio de la economía de Rusia. "El acuerdo del mar Negro ha terminado de facto hoy", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Aunque dejó una puerta abierta a la negociación: "Tan pronto como la parte relativa a Rusia esté satisfecha, el país volverá inmediatamente al acuerdo sobre los cereales", añadió. El pacto compromete a los dos países en guerra a garantizarse mutuamente que sus barcos exportadores de granos no serán objetivo de ataques militares.
Los cargamentos ucranianos cruzan el Mar Negro desde el puerto de Odesa --no muy lejos del frente de batalla-- sin ser atacados por las tropas rusas y cruzan a Europa a través del estrecho del Bósforo en Turquía, donde un Centro de Coordinación Conjunta fiscaliza que no se transporten armas.
Reclamos moscovitas
Moscú lleva meses quejándose de que no se respetan sus intereses dentro del pacto, el cual incluía levantar los obstáculos para exportar productos agrícolas y fertilizantes. Rusia ha seguido exportando ambos productos, pero de manera reducida por las trabas financieras que implican las sanciones occidentales. Mientras que Ucrania exporta cómodamente todo lo que desea: gran parte de estos granos los compran ONGs internacionales que combaten el hambre en Africa.
El acuerdo original fue logrado gracias a la mediación de Turquía y la ONU para evitar una crisis alimentaria mundial: Ucrania y Rusia son dos de los mayores productores mundiales de granos y los rusos son, además, el mayor productor de fertilizantes (el expresidente Jair Bolsonaro evitó enfrentarse con Putin porque Brasil necesita estos productos para la siembra).
El precio de los granos
Cuando Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022 el precio de los granos en la bolsa de Chicago aumentó a valores record en la historia, arrojando a millones de personas a la miseria, especialmente en Africa y Medio Oriente. Los precios se pudieron bajar luego del acuerdo que implicaría que los barcos que partieran desde Ucrania no serían atacados por Rusia, mientras que a Rusia se le permitiría seguir exportando comida y fertilizantes (estos productos quedaron afuera de las sanciones económicas).
Cuando el acuerdo entró en vigor, los precios mundiales de los granos cayeron 23 por ciento y Ucrania ha exportado hasta ahora 32 millones de toneladas. La principal queja de Putin es que las sanciones financieras a nivel general, redujeron mucho las exportaciones de su país, y por lo tanto el pacto no se estaría cumpliendo: al haber sido Rusia expulsada del sistema de pagos interbancarios SWIFT a nivel mundial, le resulta muy complejo y caro pagar cuestiones de logística y seguros, y recibir los cobros en moneda fuerte extranjera. El reclamo principal de Rusia es reconectar al sistema SWIFT al Banco Ruso de la Agricultura.
Reacciones mundiales
Alemania y Reino Unido criticaron a Moscú y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó la decisión de "cínica". El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que millones de personas van a "pagar el precio" de esta decisión rusa que "afectará a las personas más pobres en todo el mundo". "Centenares de millones de personas se enfrentan al hambre y los consumidores se verán confrontados a una crisis mundial por el coste de la vida", dijo Guterres. "Ya estamos viendo que el precio del trigo ha subido esta mañana", alertó.
El jefe de la ONU envió una carta a Vladimir Putin con nuevas propuestas para mantener viva la iniciativa, en la que le recuerda al mandatario que también ha servido para que las exportaciones de grano ruso alcancen "altos volúmenes de exportación y los mercados de fertilizantes se estén estabilizando". En la carta también recuerda al presidente ruso el establecimiento de un mecanismo de pago "a medida para el Banco Agrícola Ruso a través de JP Morgan al margen de SWIFT", para sortear las sanciones internacionales. La decisión rusa "no parará mis esfuerzos para que los productos alimentarios y fertilizantes tanto de Ucrania como de Rusia lleguen a los mercados internacionales", aseguró Guterres.
La mirada de Zelenski
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, subrayó la necesidad de hacer todo lo necesario para mantener operativo el corredor del grano, incluso sin la participación de Rusia. Y dijo que por la parte ucraniana no se ha violado ningún acuerdo. "Incluso sin Rusia, es necesario hacer todo lo posible para garantizar que podamos utilizar este corredor. No tenemos miedo. Las compañías navieras se han puesto en contacto con nosotros. Nos han dicho que si Ucrania deja salir y Turquía deja pasar, todos están dispuestos a seguir suministrando grano", declaró. Durante una entrevista, Zelenski recordó que existen dos acuerdos: uno entre Ucrania, Turquía y la ONU y otro entre Rusia, Turquía y la ONU. Así que cuando Rusia dice que pone fin al acuerdo, "está rompiendo sus acuerdos con el secretario general de la ONU y con el presidente Erdogan, no con nosotros", señaló.
El mediador turco
La decisión rusa fue tildada de "acto de crueldad" por la embajadora de EE.UU. ante la ONU, acusando a Moscú de mantener a la "humanidad como rehén". "Mientras Rusia disputa juegos políticos, gente real sufrirá".
Rusia ya había reafirmado este acuerdo tres veces desde que entró en vigencia, pero lleva meses reclamando su cancelación por los incumplimientos. Cada vez que estuvo a punto de anular su vigencia, intervino el presidente de Turquía como mediador y eso no sucedió. Erdogan y Putin probablemente se reunirán en próximo mes y es de suponer que el presidente turco intente negociar algo con el ruso, a quien ya varias veces ha hecho cambiar de opinión.