En los primeros días de junio pasado, el Club Atlético River Plate firmó con la Agencia Administradora de Bienes del Estado (AABE) un convenio mediante el cual dicho organismo le otorgó al Club un permiso de uso sobre terrenos en donde en el pasado funcionó el campo de deportes de la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y que en la actualidad estaba en posesión de esa fuerza, con el objetivo de que construya allí un centro de entrenamiento para los más de 800 jóvenes que conforman sus divisiones formativas de fútbol.
Como asociación civil sin fines de lucro y en consonancia con su permanente compromiso por la Memoria, la Verdad y la Justicia, el Club asumió con el Estado la responsabilidad de realizar allí un trabajo en conjunto con los organismos de derechos humanos, con el objetivo de buscar esclarecer cualquier delito de lesa humanidad que pudiera haberse registrado en el lugar durante los años de la última dictadura militar.
En ese sentido, River se comprometió a garantizar los medios necesarios para que -antes de que se inicie cualquier obra de infraestructura en dicho predio- el Equipo Argentino de Antropología Forense realice las excavaciones necesarias con el fin de despejar cualquier duda respecto de que en ese lugar se hayan inhumado restos de víctimas del terrorismo de Estado durante la última dictadura.
La entidad, además, se propone crear en este predio, sobre el que tiene un permiso de uso precario gratuito, un lugar que no solo servirá para la formación deportiva de cientos de jóvenes, sino que también buscara constituirse como un espacio de encuentro para el deporte y la Memoria. Para ello, llevará adelante una propuesta de trabajo colectivo junto con organismos de derechos humanos con el objeto de que las acciones en este lugar reflejen el consenso y los intereses de todos los actores involucrados.
Asimismo, River se comprometió a crear dentro de su estructura permanente una Comision de Derechos Humanos para mantener vigente la Memoria, la Verdad y la Justicia. Esta Comisión se vinculará con todos los universos de la institución y especialmente aquellos donde participan niños, niñas y jóvenes, generando instancias sistemáticas de formación y participación para concientizar y seguir trabajando en las distintas problemáticas vinculadas con la defensa de los derechos humanos.