Tras la reinauguración oficial, el Teatro Alvear reabirá sus puertas después de nueve años con una obra escrita y dirigida por un francés. Desde el jueves 20, el director y dramaturgo Alexis Michalix presentará en la emblemática sala a Edmond, su comedia internacionalmente premiada que imagina la primera representación del clásico Cyrano de Bergerac y las dificultades que llevaron a su autor, Edmond Rostand, a montarla en 1897.

La puesta local es una coproducción con Acme, Le Théâtre du Palais Royal y Légende, que tuvo su traducción y adaptación a cargo de Fernanda Cava y Gabriela Ricardes. Miguel Ángel Rodríguez, Felipe Colombo y Vanesa González encabezan el elenco de la versión argentina que, según detalla Colombo, “tiene como protagonista y estrella a la misma obra”.

En la pieza, Colombo encarna al personaje de Rostand, que es un hombre frustrado. “La historia es un viaje sobre el autor, que viene de fracaso en fracaso, hasta que le promete a Coquelin, dueño de un teatro, una nueva obra escrita en verso”, detalla el actor. A lo largo de la trama, Rostand se enfrenta con dificultades tales como los caprichos de las actrices, las exigencias de los productores, los celos de su pareja, los enredos amorosos de su mejor amigo y la falta de entusiasmo de quienes lo rodean.

Es una obra que habla de todo lo que pasa detrás de una puesta, con sus pros y contras. Y propone indagar sobre el oficio del teatro, con sus complejidades, pero también su magia. Algo similar a lo que pasó con el montaje de la versión local en el Alvear, donde la ficción se mezcló con la realidad. Edmond, detalla Colombo, “narra todo lo que nos pasó mientras preparábamos la misma obra”. Volver a habitar un espacio que estuvo vacío durante tanto tiempo, asegura, tuvo características muy particulares: “Mientras nosotros trabajábamos, todavía estaban terminando de reacondicionar el teatro, entonces no podíamos usarlo. Cuando finalmente pudimos entrar nos encontramos con un mundo de dificultades. Todos tuvimos que conocer un nuevo espacio y sus herramientas”, cuenta.

-¿Qué implicó participar de la obra con la que se va a reabrir un espacio que estuvo cerrado por tantos años?

- Hacer una obra que habla del teatro, de todos sus avatares y lo celebra en un espacio que reabre, no es poco. Si bien suelen aparecer nuevos lugares escénicos, estamos acostumbrados a que se cierren, sobre todo de este formato. He visto cerrar salas, entonces, estar acá con este equipo en calle Corrientes y con esta obra, es muy emocionante. Suena mágico y cursi, pero tuvimos la sensación de que el teatro nos dijo a todos ‘vengan, los voy a cuidar’. En todo el equipo hay un espíritu de ‘vamos sacar esto adelante’. Y la obra además tiene eso. Es un elenco que se sobrepone a todos los impedimentos.

-¿Cómo aparece la comedia en la obra?

-Para los que hacemos estas cosas, todo es vida o muerte. Y el que lo ve de afuera se pregunta ‘¿por qué tanto?’. Y ahí aparece la comedia. Además, hay gags muy particulares puestos con muy buen gusto, y peripecias y accidentes muy graciosos que suelen pasar en nuestra actividad.

-¿Por qué creés que eligieron a Edmond para reabrir el Alvear?

-La obra ha sido muy comentada a nivel internacional y tiene algo muy particular que es lo de ser teatro en el teatro. Y eso para la reapertura del Alvear era muy interesante. Hay textos que son exactamente lo que nos está pasando. Es muy emocionante para alguien que le gusta hacer teatro y para quienes les gusta ver también. Además, Edmond está vinculada a una cualidad muy entrañable: la de reenamorarnos de nuestra profesión, que a veces es muy difícil. Cualquier persona en algún momento se pregunta ‘¿es esto lo que quiero?, ¿qué sentido tiene?’. Cuando te va mal es terrible y cuando te va bien es fantástico, pero a la vez ya estás pensando en qué vas a hacer cuando termine la obra. Aparece la pregunta de qué te llevó a hacer lo que haces.

-¿Cómo fue trabajar con un director francés?

-Primero vino Fannie (Outeiro), que era la asistente de Alexis y hace desde hace muchos años trabaja en la pieza original. En un principio lo que nos propuso era aprender el texto y en base a eso empezar a trabajar con todo lo que sucede durante la obra. Después, en el último tramo, se acopló Alexis a trabajar puntualmente sobre la dramática, los tiempos y las pausas. Es una obra que tiene muchas cosas técnicas, muy de la comedia francesa, que hay que aprenderla para que después no se vea a alguien haciendo una técnica sino a un personaje que se maneja en base a esas reglas.

Edmond puede verse en el Teatro Alvear (Av. Corrientes 1659), de miércoles a domingos a las 19.