La familia del soldado Pablo Córdoba, que apareció muerto con dos disparos de FAL en la cabeza el 1 de junio pasado, recusó al juez federal Hugo Greca, quien hasta el momento lleva adelante la investigación. El abogado querellante Maximiliano Orpianessi presentó un escrito en el que denuncia a Greca por darle acceso al expediente al Ejército y mantener comunicación constante con los altos mandos de la fuerza en Zapala, localidad donde apareció muerto Córdoba, a 29 años del caso de Omar Carrasco.
Orpianessi, en representación de la familia Córdoba, sostuvo que el juez federal "no posee la necesaria objetividad para administrar la causa". Al fundamentar el pedido de apartamiento del magistrado, el letrado señaló que el juez dio a conocer a las autoridades del Ejército, por fuera del expediente, información sobre las líneas de investigación en curso y el avance de la investigación penal, además de mantener una comunicación "constante" con personal jerárquico del Ejército Argentino en Zapala.
"Su función es y debió ser investigar con celo e independencia; la mía como abogado querellante fue advertir aquí las irregularidades de quien no honró tan alta misión", señaló el abogado de la familia del soldado de 21 años, que apareció muerto hace un mes y medio. Y adelantó que en caso de que la recusación sea rechazada por el juez, apelarán ante la Cámara Federal para que lo resuelva.
"El juez no está siendo imparcial"
Natalia Uribe, madre de Pablo Córdoba, también se encargó de hablar con los medios locales para defender la posición presentada ante el Poder Judicial. "El juez no está siendo imparcial. Por el contrario, hay actos que demuestran su parcialidad", sostuvo en diálogo con radio Mitre Neuquén.
"Solicitamos que el Ejército no tenga acceso al expediente y que haga entrega, con copia certificada, de la investigación que llevan adelante dentro del Ejército", detalló la madre de Pablo Córdoba.
Pablo, era soldado voluntario y había cumplido 21 años pocas semanas antes del 1 de junio, el día que fue encontrado con dos disparos en la cabeza mientras realizaba una guardia en el Grupo de Artillería 16, el mismo cuartel donde en 1994 fue asesinado Omar Carrasco.
El padre de Pablo recibió un llamado el 1 de junio en el que le informaron que su hijo "se pegó un tiro", y le avisaron que estaba siendo trasladado al hospital de Zapala, donde falleció horas después.
La familia descartó la hipótesis del suicidio inmediatamente y el abogado consideró que "desde el sentido común, (el joven) no puede dispararse dos veces, y menos dos disparos con esa arma de fuego, un FAL (fusil automático liviano), cuyo proyectil genera daños tremendos".