Un grupo de buzos pudo captar en video un ejemplar del misterioso pez remo, conocido por la leyenda japonesa y creencia popular que dice que su aparición presagia fenómenos naturales, como terremotos o tsunamis.
El hallazgo, en la costa noreste de Taiwán, ocurrió en la misma semana que un sismo de 7.2 de magnitud sacudió la península de Alaska, en Estados Unidos, y disparó por un breve lapso de tiempo una alerta de tsunami.
El avistaje de este pez remo en aguas superficiales es algo muy poco común ya que estos ejemplares —que llegan a medir hasta cinco metros de largo— habitan en las profundiades de los océanos, por debajo de los dos mil metros.
"Se sabe que previo a estos fenómenos se producen cambios en el ambiente, como pueden ser sismos menores, modificaciones en la composición de gases en la atmósfera, la concentración de determinadas sustancias en el agua, entre otros. Hay algunos animales que poseen la capacidad de percibir estos cambios, especialmente los peces”, explicó a Página|12 el biólogo argentino Andrés Breccia.
El pez remo avistado esta semana por el buzo Wang Chengru mide dos metros de longitud y tiene dos cicatrices redondas en un costado, aparentemente por la mordedura de un tiburón.
Qué es el pez remo
El pez de los malos presagios es conocido en japonés como Ryugu no tsukai, lo que se traduce como “Mensajero del Palacio del Dios del Mar“. En tierras japonesas, si una gran cantidad de peces sable van hacia las playas, es señal de terremoto o tsunami. Los japoneses creen, de acuerdo a la leyenda de Namazi, que quien lo encuentra queda maldito.
La ciencia lo conoce como el pez remo gigante (Regalecus glesne), también llamado el rey de los arenques, una especie que habita en aguas profundas, por debajo de los mil metros de profundidad, por lo que no es nada común hallarlo.
Está considerado como uno de los peces óseos más largos, ya que alcanza 11 metros de longitud. Sin embargo, se han reportado especímenes no confirmados de hasta 17 metros. Su característica principal es que tiene forma de cinta y cuenta con aletas pequeñas. A su vez, puede llegar a pesar unos 200 kilos.
Además de ser delgados y chatos, los peces remo poseen bocas pequeñas, con mandíbulas diminutas y dentadas. No tienen escamas y su piel es viscosa y plateada. Se alimentan de pequeños peces y calamares. Suben a la superficie cuando están enfermos o muriendo. También lo pueden hacer para desovar.