Desde Roma
La cumbre de mandatarios de los 27 países de la Unión Europea (UE) y de los 33 países de la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe) que empezó el lunes en Bruselas, concluyó este martes después de larguísimas discusiones en las que se trataba de llegar a un acuerdo sobre la declaración final.
Un tema especialmente polémico en la declaración fue la situación en Ucrania, sobre todo porque varios países latinoamericanos bregaban por una posición neutral mientras la declaración hacía alusión a una condena de Rusia, algo normal para Europa. Nicaragua fue el país que más se opuso a la declaración en esas condiciones.
“No todos han obtenido el lenguaje que querían. Fue difícil obtener la declaración final pero lo logramos”, comentó el presidente de turno de la Celac, Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas, en la conferencia de prensa al concluir el encuentro.
En la declaración hay “cuestiones sobre el cambio climático, la reforma del sistema financiero internacional, la protección del desarrollo inclusivo”, dijo. Y agregó que también expresa “una profunda preocupación por la guerra en curso en Ucrania” y apoya “todos los esfuerzos diplomáticos por una paz sostenible” en línea con la Carta de las Naciones Unidas. La declaración reconoce además todas las “posiciones nacionales” y termina diciendo que “es esencial sostener el derecho internacional y el sistema multilateral de protección de la paz y la estabilidad”, concluyó Gonsalves.
“Hemos trabajado seriamente e intensamente sobre los distintos puntos de nuestra agenda que incluyeron temas relativos al cambio climático, a la transición verde, la transición digital, a la cooperación económica y comercial, a las inversiones”, declaró por su parte Charles Michel, presidente del Consejo Europeo. Michel anunció además que “la Unión Europea y América Latina y Caribe han decidido crear un mecanismo de coordinación permanente que se reunirá cada dos años”.
Ayer, entre otras cosas, se había subrayado, como lo hizo el presidente de turno del Consejo de la UE y presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, que uno de los objetivos de la cumbre era estimular inversiones en América Latina, de manera que se crearan fuentes de trabajo. Pero siempre teniendo presente el “desarrollo sostenible” que respete la economía, la dimensión social y el medio ambiente.
Y se hablo de más de 45.000 millones de euros disponibles para hacer inversiones en América latina y Caribe hasta el 2027 y de más de 100 proyectos en camino.
Aunque algunos esperaban que en esta reunión se ratificara el acuerdo con el Mercosur de 2019 que está parado desde hace años, otros subrayaron que éste no sería el momento. Pero sin duda este encuentro abrirá puertas para futuras negociaciones sobre este tema.
Meloni con Fernández y Lacalle Pou
La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, del ultraderechista partido Fratelli d’Italia, y el presidente argentino, Alberto Fernández, se reunieron por primera vez al margen de la cumbre realizada en Bruselas.
Los dos mandatarios calificaron el encuentro como “largo y cordial”, según algunas agencias de prensa italiana. Aunque no se difundieron detalles, trascendió que los temas tratados fueron las relaciones entre Roma y Buenos Aires, las nuevas oportunidades económicas en el sector de las materias primas y de la energía y el papel de la comunidad italiana en Argentina así como las relaciones con la Unión Europea. Argentina es uno de los países latinoamericanos con la comunidad italiana más numerosa, seguido por Venezuela y Brasil.
Meloni no perdió la oportunidad tampoco de reunirse además con el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou. El tema central del encuentro fueron las relaciones bilaterales. “Las relaciones entre las dos naciones -explicaron fuentes del gobierno italiano- son excelentes y la presencia de empresas italianas va en aumento. Los dos líderes discutieron sobre las perspectivas de colaboración y confirmaron su deseo común de fortalecer la asociación ítalo-uruguaya”.
Acuerdos con países latinoamericanos
Mientras el lunes la UE firmó acuerdos bilaterales con Argentina, El Salvador, Ecuador y Honduras, el martes se firmaron acuerdos de cooperación con Uruguay y Chile.
La comisaria europea de Energía, Kadri Simson, y el ministro de Asuntos Exteriores de Uruguay, Francisco Bustillo, firmaron un documento en el que citan como prioridades las energías renovables, la eficiencia energética y el uso de hidrógeno verde. Estuvieron presentes la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou.
"La UE y Uruguay comparten la ambición de aumentar el uso de fuentes de energía renovables, en línea con nuestros ambiciosos objetivos climáticos. Estamos alineados en la necesidad de un mercado global de hidrógeno basado en reglas, transparentes y sin distorsiones", dijo Von der Leyen, según citó la agencia italiana ANSA.
El acuerdo con Chile, firmado por el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, y el canciller chileno, Alberto van Klaveren Stork, se centró en incentivar la cooperación en materias primas sostenibles, necesarias para el uso de energías limpias, y la transición digital de las empresas. Entre otros el litio, utilizado como materia prima para las pilas, y el galio (un metal blando y plateado) necesario para la producción de hidrógeno limpio, llamado también hidrógeno verde, que puede generar energía sin contaminar el ambiente.
Según una nota difundida por la UE, el acuerdo con Chile tiene como objetivo “desarrollar una industria competitiva y sostenible para trabajar materias primas, valorizando el sector minero, creando empleos de calidad y fomentando un crecimiento económico sostenible e inclusivo".
Ayer, de todas maneras, algunos mandatarios latinoamericanos habían subrayado la necesidad de prestar atención a los acuerdos que se firmaran para que América Latina no se transforme en una nueva “colonia” europea.
La crisis en Venezuela
Al margen de la cumbre UE-Celac, ayer se hizo otra reunión de presidentes sobre la crisis en Venezuela. Duró más de dos horas y se trató de definir un camino democrático hacia las elecciones de 2024. Participaron entre otros el presidente argentino Alberto Fernández, el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, el francés Emmanuel Macron y el colombiano Gustavo Petro.
Según la agencia ANSA, la vicepresidente venezolana, Delcy Rodríguez se enfrentó durante la la reunión con uno de los negociadores de la oposición, Gerardo Blyde.
Lula por su parte habría subrayado que el proceso electoral debe se reconocido por todos pero “sólo los venezolanos pueden resolver el problema”.
Al margen de esta discusión, el Alto Representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, que participó de la reunión, dijo que UE está dispuesta a levantar las sanciones contra Venezuela si Maduro garantiza "elecciones democráticas e inclusivas" en 2024. Las primeras sanciones de la UE contra Venezuela surgieron en 2018 contra personajes que Europa consideraba autores del deterioro de la democracia. Las sanciones han continuado hasta ahora. Los sancionados son 55 personas, varios de ellos funcionarios del gobierno.
"Venezuela no puede perder la oportunidad de realizar estas elecciones, y por eso estamos dispuestos a ayudar en todo lo posible", aseguró Borrell.