¿Te putearon mucho por tu estilo gráfico? .
–Putear no. Me han bardeado, sí. Es que si no comprendés el registro, cómo me muevo o qué tengo atrás, supongo que verlo aislado hace muy fácil bardearlo. Pero creo que tengo un recorrido, un desarrollo y una intención. Es el arte abstracto, o el pop, o cosas así que parecen simples o hechas por un nene.
Al estilo de Iván Riskin es difícil de entrar. Rabioso, en apariencia sucio y desprolijo (pero como cantaba Pappo, no importa, porque su cabeza es eficaz), frontal, con un montaje de página que a veces es increíblemente claro y otras un desmadre de viñetas. Su código no es para cualquiera, pero tampoco lo espera. El año pasado sacó Fragmentos de distorsión y eso no sólo lo metió en el catálogo de Wai Comics. Entró en la editorial a laburar con El Waibe (al toque se sumó al equipo José Sainz). Y en la edición de Dibujados de este fin de semana andarán presentando fanzines y anticipando los próximos libros junto a decenas de colegas, amigotes, bienquerientes, bebedores de cerveza vespertina y amantes del cómic ultraindependiente.
En medio de ese aparente caos gráfico, algunas de sus composiciones de página son casi estructuras matemáticas. “Sainz dice que hay una influencia económica en mi dibujo y eso capaz tiene que ver con que hice el comercial en la secundaria y después seguí contador público cuatro años”, propone y asegura que arrancó a dibujar “tarde”. Y dice “tarde” con la impunidad de tener 26 años y llevar casi diez en esto.
“En la facultad estaba sólo, cada vez el bichito del dibujo me mordía más. No tenía cosas en común con la gente que estaba ahí y eso me aisló y empecé a dibujar cada vez más en los márgenes. Y fue creciendo el dibujo. A mi novia le hacía dibujitos, fanzines únicos para ellas, historietas originales. Eso fue un puntapié zarpado para arrancar a producir.”
“Me crié ya con videojuegos, nací y ya estaba la MAD, ya había un montón de cosas que facilitaron los caminos narrativos que tengo”, reflexiona Riskin mientras repasa las páginas de su libro. “Las más viejas son más clásicas, después sí hay más experimentos narrativos, en algunas hay un poquito más de caos, pero tampoco voy a hacerme el campeón, no estoy inventando nada: soy consciente de que tengo atrás a Fabio Zimbres, a Gary Panther, al Lápiz Japonés, hay un montón de background histórico, de la línea chunga de (Esteban) Podetti y todo eso de los ‘80 detrás.”
* Dibujados tendrá jornadas el domingo 20 y el lunes 21 (feriado) desde las 14 en el Teatro El Mandril, Humberto Primo 2758.