El gigante español del negocio de tiendas departamentales Inditex, dueño de la cadena Zara, anunció que se va de la Argentina, pero desde la firma aclararon que esa tradicional marca de ropa continuará siendo operada en el país por una multinacional Regency Group a través de un contrato de franquicia. "Las 11 tiendas de Zara en la Argentina seguirán abiertas y la totalidad de la plantilla continuará sin cambios", precisaron desde la firma propiedad del Amancio Ortega, una de las 20 personas más ricas del mundo con un patrimonio valuado en 65.000 millones de dólares.
Inditex informó mediante un comunicado que alcanzó un principio de acuerdo con Regency Group, para transferir la gestión de las operaciones de sus marcas en la Argentina y Uruguay. La nueva responsable de la cadena en el país es la misma que, el año pasado, tomó el manejo de Nike. El grupo, de origen panameño, opera hace más de 20 años marcas de Inditex como Stradivarius y Bershka; además de Converse, Forever 21, Under Armour y Aeropostale.
El conglomerado está presente en 13 países de América latina, tiene más de 5.000 empleados, aproximadamente 400 tiendas en la región y una facturación anual de 300 millones de dólares. Según comunicaron las empresas, luego del cierre de esta operación, Regency Group sumará a su equipo la totalidad de la plantilla de colaboradores de Inditex en Argentina y Uruguay, que supera el millar de personas. En Uruguay tiene 4 tiendas.
"Cuando se complete la operación, continuarán ofreciendo sus prendas de moda de calidad y su apuesta por un excelente servicio al cliente en ambos países", afirma el comunicado. De hecho, agrega que los equipos comerciales de Inditex seguirán fuertemente vinculados a la actividad de sus marcas en la Argentina y Uruguay, al igual que sucede en todos los países de la región donde se opera con acuerdos similares.
Ni la inflación ni el impacto de la guerra entre Ucrania y Rusia frenaron las ganancias de Inditex en 2022. Según sus resultados anuales, cerrados en enero, el grupo que tiene, además de Zara, marcas como Pull and Bear y Massimo Dutti, entre otras, alcanzó ventas por 34.600 millones de dólares, lo que representó un incremento del 17,5 por ciento frente a 2021, por encima de las previsiones de los analistas, y también un 15,1 por ciento más que su anterior récord de 30.000 millones de dólares logrado en 2019.
Con un modelo de negocio basado fuertemente en la importación de ropa, a Zara se le había dificultado operar en el país en los últimos años. Su situación no fue distinta a la de otros jugadores de su negocio. El caso más extremo fue la chilena Falabella, que cerró su operación en la Argentina definitivamente a mediados de 2021, luego de su fracaso en encontrar un socio local, primero, y un comprador para sus activos en el país, después. Otro ejemplo de la adversidad del sector es la cadena brasileña Renner. Llegó al país en 2019, con una inversión de 12 millones de dólares. Sin embargo, lleva varios meses con uno de sus cuatro locales cerrados.