“El barrio son ellos, los raperos. El conurbano no es una estructura física territorial, sino un espacio habitado que logra una identidad gracias a los discursos que se generan en él”. La frase fuerte es de Martin Biaggini, director de Haciendo Rap Juntxs, un Proyecto de Vinculación Territorial de la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ). A partir de la hipótesis de que “el rap es la narrativa del conurbano”, los universitarios entraron en contacto con raperos de todos los barrios bonaerenses y trabajaron con ellos para crear una red que reconozca problemas en común y estrategias conjuntas. Su objetivo final es utilizar la academia para legitimar el rap como forma de expresión popular y difundirlo más allá del under en que se encuentra. Recientemente, lanzaron un libro de letras de rap bonaerenses editado por Leviatán y sueñan con grabar su primer disco.

El barrio son ellos

En 2015 Martín Biaggini, un investigador y docente de la UNAJ, comenzó un proyecto de investigación dedicado al rap bonaerense. Su hipótesis era que el “rap era la poesía del conurbano”, la forma en que las nuevas juventudes se expresaban. Este no solo era un tema desconocido en la academia, sino que en muchos casos se miraba con desprecio. “Cuando armé el proyecto me miraban raro.”, afirmó el investigador.

Biaggini entró en contacto con distintas crews, familias o raperos independientes de la provincia de Buenos Aires. Así, conoció a Elena LNA, Dany Rap, Taty La Terraza y muchos otros raperos jóvenes de distintos barrios del conurbano. “Nosotros les llamamos los raperos 2.0. Nacieron con internet y el plan Conectar Igualdad. A la mayoría le faltaban recursos y, no sé si profesionalización, pero sí disciplina”, explicó Biaggini. A pesar de su falta de medios, todos estos jóvenes habían encontrado en el rap una forma de expresar sus vivencias. Biaggini comentó: “De todos las letras que analizamos vimos muchos testimonios.” Esto modificó su hipótesis inicial, ya no se trataba la poesía del conurbano, sino de su narrativa.

El Portador (Villa Palito), Dany Rap (Gerli), Juan Doble H (Palito) y Shhu (Laferrere).

“Creo que hay estética del conurbano. Dany de Caraza es de Villa Caraza, la F10rito Family son de Villa Fiorito…Hay una inscripción territorial muy fuerte no sólo en sus nombres, sino también en sus letras y lo que narran”, afirmó el investigador. Así, Pinta Ruido, un músico oriundo de Casanova y miembro de la red, tiene una canción dedicada al partido de La Matanza en el que describe su experiencia en el barrio durante el 2001: “Con el país en crisis/Más drogas, más delito/Pilchas Kappa, zapas fila/Corte hongo los pibitos/En el puente de Liniers/Polis que me paraban/No sé si era por la cara/o por la ropa que usaba”. Como él, cada rapero de Haciendo Rap Juntxs narra sus vivencias en los barrios y estas, a su vez, construyen una historia soterrada de la provincia de Buenos Aires.

Unir y legitimar

A pesar de la unión narrativa y la falta de recursos generalizada que vinculaba a estos jóvenes músicos, “muchos de los grupos trabajan por separado y tenían pequeñas disputas territoriales por los barrios”. Esto motivó al investigador a formar en 2020 un Proyecto de Vinculación Territorial en la UNAJ junto a Lucia Calvi, Josefina Heine, María Marino y Mario Tronfino. “Presentamos la propuesta de hacer una red de raperos. Si vos tenés un estudio y vos tenés un boliche, juntémonos y compartámos los recursos”, afirmó Biaggini.

“Fue difícil, pero el primer año logramos conformar la red”, explicó el investigador. A partir de este hecho, la agrupación comenzó a crecer abruptamente. “Ellos empezaron a entender que haciendo un colectivo eran mucho más fuertes. Llegó un momento en el que la red empezó a funcionar sola”. El colectivo cuenta hoy con diecisiete raperos de todo el conurbano bonaerense que organizan shows, tienen su programa de radio y se reúnen regularmente para compartir sus dificultades y pensar en conjunto soluciones. El Proyecto de Vinculación Territorial de la UNAJ les aporta herramientas para formalizar su trabajo como capacitaciones sobre derechos de autor, charlas dedicadas a producción musical o clases de composición fotográfica para sus videoclips.

Shhu (laferrere), La Brujha (Spegazzini) y PInta Ruido (Casanova).

Su último proyecto fue editar un libro junto a Leviatán que compila letras de todos los integrantes de la red. “Para mí es muy importante legitimar al rap desde la universidad. En general siempre estuvo dejado de lado, a veces se le llama era una poesía subalterna. Nosotros empezamos a trabajar en la revista Mestiza, que es una revista digital de la UNAJ, a publicar raperos como si fuesen poetas. De ahí surge la idea de hacer un libro de letras de rap como si fuese poesía.”, afirmó Biaggini. “Haciendo Rap Juntxs: antología de letras de raperos y raperas del conurbano de Buenos Aires” se publicó recientemente e incluye más de treinta letras con las biografías de sus autores.

La publicación reciente del libro, y el impacto de sus shows colectivos, fortaleció a la red de raperos del conurbano que no deja de crecer. El éxito de esta primera experiencia fue validado con la renovación del proyecto de Vinculación Territorial de la UNAJ, que en los próximos dos años buscará grabar su primer disco. El entusiasmo de los integrantes les permite soñar en grande: “Los productores no los quieren, son demasiado under. Entonces, está la idea de hacer una productora propia que se llame Haciendo Rap Juntxs y grabar sus propios temas ahí. Trabajan mucho y todo va muy rápido. Ellos están tan acelerados que hasta la universidad está sorprendida ", concluyó Martín Biaggini