"No hay amistad ni estrecha, ni ancha", decía rotundo Alberto Núñez Feijóo. Era abril de 2013 y el entonces presidente de la Xunta de Galiza comparecía ante los medios para dar –o más bien lo contrario– explicaciones sobre la bomba que acababa de explotarle.
El diario El País había publicado ese día unas fotografías que acompañarán para siempre al actual candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, aunque nunca tuvieron un gran coste electoral. En las imágenes aparecía un joven Feijóo sin camiseta y con gafas de sol a bordo de un yate.
El dueño de la embarcación también estaba en la escena: el conocido narcotraficante gallego Marcial Dorado, que en esos momentos ya estaba condenado a diez años de cárcel por intentar introducir en España hasta ocho toneladas de cocaína. Feijóo era entonces un cargo de relevancia en la administración de las sanidad gallega.
"Narco de marca mayor"
Feijóo nunca quiso aclarar cuál era exactamente su relación con Dorado, y una década después de la publicación de las fotos, el tema sigue apareciendo. La última en sacar a relucir esta "amistad" negada ha sido la vicepresidenta y candidata de Sumar, Yolanda Díaz. La también ministra de Trabajo le ha insistido a Feijóo en que explique esta relación con "un narcotraficante de marca mayor no solo en Galicia, sino en todo el mundo", a quien conocía sobradamente "toda Galicia" cuando se tomaron las imágenes, a mediados de los años 90.
A pesar de que Feijóo negaba cualquier relación, las imágenes no dejaban lugar a dudas. Pero hubo más pruebas que demostraban una cercanía entre ambos durante los años 90, entre las que estaban visitas habituales a la mansión de Dorado y paseos en su yate por las rías gallegas.
Desconocía sus actividades ilegales
Feijóo trató de justificar esas imágenes asegurando que no tenía conocimiento sobre las actividades ilegales de Dorado. El líder del PP reconoció que se habían conocido a través de compañeros de trabajo que, a la postre, estaban relacionados con el entramado empresarial que el narcotraficante utilizaba para blanquear dinero, también mediante contratación pública con la Xunta.
Sin embargo, parece poco probable que el entonces número dos de la sanidad gallega no supiera a qué se dedicaba Dorado, un personaje muy conocido en Galicia, con antecedentes de contrabando de tabaco a las órdenes de Vicente Otero Pérez, Terito, para quien pilotaba lanchas. Ya había sido detenido por esta actividad cuando Feijóo y Dorado se hicieron la foto, que en realidad era un álbum entero que iba de los Picos de Europa a fiestas de Nochevieja en la mansión del narco.
¿Rompieron en 1997? Falso
En 2003, diez años antes de que se publicaran las fotos, Dorado fue detenido por orden del juez José Antonio Vázquez Taín por tráfico de cocaína y, posteriormente, condenado a diez años de cárcel por la Audiencia Nacional.
Para entonces Feijóo y Dorado ya no mantenían ningún tipo de relación, según había insistido el presidente de la Xunta. Feijóo afirmó que dejó de verse con Dorado cuando tuvo sospechas de sus negocios turbios. Para 1997 ya habían roto definitivamente esa relación que ni era estrecha ni era ancha.
El propio juez Taín, que encarceló a Dorado e investigaba los tentáculos del narcotráfico en Galicia, trató de eliminar cualquier sospecha de delitos cometidos por Feijóo. En una entrevista el juez afirmó que había escuchado conversaciones telefónicas entre el narco y el político en las que quedaba claro que Feijóo no estaba relacionado con actividades ilícitas. El problema es que esas conversaciones que escuchó el juez fueron posteriores a 1997, cuando ya no había ningún tipo de relación, según Feijoo.
El propio Dorado, en una entrevista en el programa Salvados, aseguró que su relación con Feijóo se alargó al menos hasta que este llegó a ocupar la Presidencia de Correos, en el año 2000. Eso también quedó probado con las investigaciones a Dorado del juez Taín.
A pesar de todo, nunca ha podido probarse actividad ilegal de Feijóo, ni siquiera que Dorado ya se dedicase el negocio de la cocaína cuando el político gallego se veía con él de forma regular. Lo que está claro es que Feijóo nunca explicó con detalles esta relación que, sin embargo, no tuvo demasiada repercusión electoral, con tres mayorías absolutas de Feijóo