Los trabajadores mineros de El Aguilar marcharon ayer a la capital jujeña, hasta la Casa de Gobierno, para exigir medidas de seguridad e higiene principalmente, pero también en reclamo de mejoras salariales, obra social, entre otros pedidos dirigidos a la patronal, el Grupo Integra, que se hizo cargo de la mina después de que la multinacional Glencore se retirara argumentando que ya no tenía veta.
Los mineros llevan ocho días de un paro por tiempo indeterminado, decidido en asamblea de la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA) seccional El Aguilar. Denuncian el vaciamiento de los depósitos de elementos de protección personal, de repuestos y otros materiales, y una desorganización administrativa.
“No podemos trabajar en las condiciones que hoy tenemos los aguilareños, somos 300 mineros. Veremos qué sucede porque no hay solución por parte de la empleadora en cuanto a mejorar las condiciones de seguridad. El trabajador minero no puede entrar a los socavones con los filtros deteriorados. Están sacando de las bolsas de residuos los elementos de protección de seguridad personal con los cuales tenemos que trabajar, no hay matafuegos, no hay botiquín, las herramientas de trabajo están en pésimas condiciones; pero sí tiene la empresa para sacar el concentrado. Para eso hacen una compra especial de bolsones. Pero no invierten en la seguridad de los trabajadores”, cuestionó Daniel López, secretario de Acción social de AOMA.
En el atardecer de ayer, los mineros ingresaron a la capital jujeña por el acceso norte rumbo a la Casa de Gobierno; iban acompañados por familiares, y en el trayecto se les sumaron dirigentes gremiales. Avanzaron por las calles de San Salvador con sus mamelucos naranjas, agitando banderas argentinas, y una pancarta con la leyenda “dignidad y seguridad para todos los mineros del Aguilar”. A su paso transeúntes y automovilistas les expresaban su solidaridad.
Los 300 trabajadores iniciaron por la mañana una marcha de 250 kilómetros, algunos tramos a pie y otros en colectivo, atravesando los cortes en la ruta nacional 9 y solidarizándose con la lucha del pueblo jujeño en contra de la reforma regresiva de la Constitución provincial.
Según contaron, antes de que partieran de El Aguilar, a 3980 metros sobre el nivel del mar, en la Puna jujeña, fueron advertidos por la empresa de que si continuaban con el paro se les descontarían los días de paro.
Adriana Cari, aguilareña de familia minera, que se manifiesta junto a su compañero minero, contó que la marcha tendría que haber llegado el martes a San Salvador de Jujuy, pero “nos truncaron el internet, no teníamos señal. El señor gobernador está haciendo las cosas mal para los mineros", cuestionó antes de afirmar: "Venimos pacíficamente a pedir seguridad de nuestra gente, después los salarios, así vamos a volver a trabajar. Esta mañana amenazaban los empleadores que no vamos a cobrar. Sí, somos callados y humildes pero hay un límite y es la vida”, expresó.
El conflicto se inició en 2022, con el Grupo Integra, que a finales de 2021 adquirió las operaciones de zinc en Argentina, entre ellas las de la Compañía Minera Aguilar SA, que la firma adquirente reabrió para extraer zinc, plomo y plata. En mayo de este año los trabajadores realizaron un paro de actividades. El Ministerio de Trabajo de Jujuy convocó a una conciliacion obligatoria, que fue acatada y se le dio un plazo a la empresa para que garantice las medidas de seguridad, lo que no se cumplió.
En este contexto el 12 de julio los trabajadores decidieron llevar adelante un paro por tiempo indeterminado, la provincia los convocó a una nueva conciliación, pero esta vez no la acataron, ante la falta de respuesta de la empleadora. Daniel López recordó que con la multinacional Glencore “estábamos en la etapa de mantenimiento y cierre" y cuando "apareció Integra, se reactivó Minera Aguilar en el 2022", pero "hoy es insostenible y estamos en (la ciudad) capital para visibilizar el reclamo minero” .
El 16 de noviembre del 2020 Glencore informó al gobierno de Jujuy que cesaba las operaciones en El Aguilar. Sin embargo, la firma debía cumplir todos los compromisos asumidos. Pero López dijo que no tienen información sobre “si cumplió Glencore con la remediacion ambiental", aunque recordó que cuando el Grupo Integra se hizo cargo de la minera, debió "cumplir con un procedimiento a través de la norma 249, que es para la actividad minera, que dice: la reapertura de una mina debe tener ciertos procedimientos en el lugar donde se debe reabrir y eso lo sabe la Secretaría de Minería de la provincia a cargo de Miguel Soler. Él también tiene que dar explicaciones: por qué estamos así, y el Ministerio de Trabajo debería haber intervenido adecuadamente y no fue así”, denunció.
Que el gobernador escuche
Por su parte, el secretario general de AOMA El Aguilar, Miguel Cruz, puso énfasis en el déficit de medidas de seguridad en el trabajo en la mina. "Nos propusimos venir a reclamar por nuestros derechos laborales, principalmente la seguridad. No nos vamos a mover de San Salvador hasta tener una respuesta concreta”, sostuvo.
Sobre el viaje que realizaron, relató que se les "complicó todo para salir de allá, la movilidad, el viaje cansador", pero añadió que en los cortes de ruta acompañaron "a los hermanos de las comunidades con un reclamo justo, nos abrazamos y nos dieron fuerza en nuestra lucha".
Recalcó que “el trabajo minero tiene que ser seguro, digno, si no no podemos hablar de nada, después está lo salarial. En la empresa hay un vaciamiento, no reponen los insumos, y nos preocupa hasta donde tiene futuro laboral Mina El Aguilar. Exigimos al gobernador, al secretario de Minería, que escuche a los mineros. Con directivos de Integra mantuvimos diálogo pero no hubo una respuesta concreta”, explicó.
Otros trabajadores pusieron el eje en la cuestión de la seguridad. Fue el caso de Saúl Martínez: “nos trae la inseguridad en el trabajo, (además de que) desde enero nos tocan el salario, no hay nada seguro con esta empresa. El básico es 140 (mil pesos), si hacemos horas nocturnas quizás llegamos a 180 mil pesos”, los salarios están por debajo de otras mineras que superan el básico de 300 mil pesos, sostuvo.
Martínez también destacó que en el trabajo en las minas es esencial contar con elementos de protección personal (EPP) como guantes, botas, cascos, y mínimamente dos pares de mamelucos. “Acá nos dan uno y en otras empresas eso no pasa, es un vergüenza la empresa. Los elementos son para la protección, usamos elementos contaminantes y usamos el mismo EPP. Un filtro cambia cada 6 meses, tenemos plomo. No nos llevaron a hacer un chequeo de salud, llevo un año y no me hicieron control”, relató.
“Exigimos seguridad para nuestros mineros que la pasan mal porque no tienen los EPP, no hay seguridad en el interior de la mina. Esta gente empleadora no tiene en cuenta la vida de los obreros. No es lo mismo que sentarse en una oficina eso venimos a decir, queremos dignidad para los mineros”, añadió Adriana Cari.
En 2021, luego de más de un año de anunciado el cierre de la mina, el Grupo Integra llegó a un acuerdo con la multinacional Glencore para la adquisición de las operaciones conformadas por la Compañía Minera Aguilar SA, Ar Zinc y Glencore Servicios Mineros SA. Con este acuerdo se puso en marcha la mina más antigua de Argentina, que retomó sus operaciones en septiembre de 2022.
Con casi un siglo de historia, la mina de El Aguilar es la más antigua de la Argentina. En 2020 dejó de operar y entró en un impasse de cuidado y mantenimiento hasta que el Grupo Integra compró la operación a Glencore, y obtuvo la aprobación para volver a operar.
A fines del mes pasado, los mineros hicieron visible sus reclamos portando carteles y sus atuendos de trabajo durante las manifestaciones que realizaron docentes, comunidades indígenas y organizaciones sociales en la plaza Belgrano.