El presidente chino, Xi Jinping, se reunió este jueves en Beijing con el exjefe de la diplomacia de Estados Unidos, Henry Kissinger, a quien calificó como un "viejo amigo" por su rol en el acercamiento entre ambos países en la década del 70. Este encuentro entre Xi y el ex secretario de Estado de cien años se produce en un momento de fuerte tensión entre Estados Unidos y China, pese a que Washington intentó bajar la crispación con varias visitas de altos funcionarios a China en las últimas semanas.
"El pueblo chino valora la amistad, nunca vamos a olvidar a nuestro viejo amigo y su histórica contribución para la promoción del desarrollo de las relaciones entre China y Estados Unidos, y para impulsar la amistad entre los pueblos", dijo Xi a Kissinger, según los medios estatales. Kissinger fue una figura clave en el acercamiento histórico en los años 70 entre China, dirigida por Mao Tse-Tung, y Estados Unidos.
Cuando era consejero de Seguridad Nacional viajó en secreto a Beijing en julio de 1971 para preparar el establecimiento de las relaciones diplomáticas con China y allanar el camino para la histórica gira del presidente estadounidense Richard Nixon en 1972.
"El mundo experimenta actualmente cambios que no se habían visto en un siglo", dijo el mandatario chino, quien agregó: "China y Estados Unidos están una vez más ante una encrucijada y ambas partes deben tomar una decisión".
Kissinger le agradeció a Xi por recibirlo en la residencia de Diaoyutai, en el mismo edificio que ocupó en 1971. "Las relaciones entre nuestros dos países van a ser centrales para la paz en el mundo y para el progreso de nuestras sociedades", afirmó el Nobel de la Paz.
Kissinger hizo fortuna asesorando a empresas con inversiones en China y se mostró en contra del endurecimiento de la política estadounidense hacia Beijing. El ex secretario de Estado es para sus admiradores un visionario, pero para sus críticos un criminal de guerra, cuestionado entre otras cuestiones por su apoyo a los golpes de Estado en Uruguay, Chile y Argentina.