Horacio Rodríguez Larreta decidió disputarle a Patricia Bullrich en su propio terreno: la seguridad. El jefe de Gobierno decidió presentar sus propuestas para combatir el delito nada más ni nada menos que con Maximiliano Pullaro, el vencedor de la interna de Santa Fe de Juntos por el Cambio, que supuso un duro golpe para la adversaria de Larreta. Su decisión de ir a pelear al terreno de su competidora no convenció a una de sus aliadas, Margarita Stolbizer, que dijo: "Me parece una estrategia equivocada de Larreta entrar en el discurso de mano dura que propone Bullrich. No me gusta cuando pelea en el terreno de Bullrich, prefiero al Larreta que se diferencia de eso. Voy a apoyar la candidatura de Larreta porque me preocupa la violencia social y él tiene un mensaje pacificador".
Como en Jujuy
Larreta compartió las 14 propuestas para la seguridad con Gerardo Morales, que viene mostrando en los hechos como concibe esto: redadas nocturnas, policías encapuchados y en autos sin identificación, denuncias de torturas, criminalización de la protesta social bajo delitos no excarcelables forman parte hoy del combo de Jujuy.
Ambos se plantaron en Rosario junto a Pullaro y escucharon a Larreta decir: “Vamos a llevar adelante una verdadera Revolución de la Seguridad para recuperar la paz y la tranquilidad de todos los argentinos”. Larreta sostuvo que las propuestas fueron trabajadas junto a su asesor en seguridad Eugenio Burzaco, quien también asesoró en otros tiempos a Jorge Sobisch cuando fue el asesinato del maestro Carlos Fuentealba a manos de la policía neuquina.
El Ejército para reprimir
Larreta propuso involucrar a las Fuerzas Armadas en seguridad interior, algo que en la actualidad se encuentra prohibido por dos leyes. “Vamos a mandar al Ejército a blindar las fronteras y controlar que no entren drogas y armas como si fuera un colador. Eso nos va a permitir liberar a 10 mil gendarmes para enviarlos a las zonas más calientes de la droga. Acá a Rosario, al conurbano bonaerense y también al sur de Córdoba", afirmó, sin explicar si van a capacitar a los soldados para tareas para las que no fueron entrenados.
"Vamos a impulsar y aprobar en el Congreso una ley de extinción de dominio
para sacarle la plata y los bienes a los narcos mientras se va
resolviendo su condena. No puede ser que mientras están en proceso usen
la plata que robaron para comprar sicarios y mandar a matar”, sostuvo Larreta, en un viejo proyecto que emula las actas RICO en Estados Unidos.
Por supuesto, entre tanta mención a los narcos -que Larreta propuso meter en cárceles en el medio de la nada, aislados y con inhibidores de celulares- nadie hizo alusión a las reiteradas acusaciones de Carolina Losada de que Pullaro había sido cómplice de los narcos en Rosario cuando fue ministro de Seguridad de Santa Fe durante la gobernación de Miguel Lifschitz.
Espionaje for export
"Vamos a ir a buscar a los prófugos con la tecnología que hoy el Gobierno nacional no usa, pero que en la Ciudad nos dio muy buen resultado, que son las cámaras con reconocimiento facial”, aseguró, sin
aludir a la causa judicial que existió por el presunto espionaje a
dirigentes políticos, jueces, empresarios y periodistas con ese software de reconocimiento facial. Nadie pudo explicar las miles de entradas a ciudadanos comunes que no estaban prófugos que hubo en ese software. Menos todavía que aparecieran personas como Estela de Carloto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo. Más allá de esa causa, hay organizaciones que plantean la violación a la intimidad de la población que implica ese software.
También prometió bajar la edad de imputabilidad: "Vamos a impulsar un nuevo sistema de responsabilidad penal juvenil entre los 14 y los 18 años. Así, vamos a evitar que los chicos entren definitivamente en el mundo del delito y sean usados como soldaditos de los narcos. Ahora también es cierto que un chico que cometió un crimen tampoco puede estar en la calle conviviendo como si hubiera pasado nada", sostuvo Larreta.
Stolbizer no compra
En suma, las propuestas de Larreta recorrieron un repertorio conocido por la derecha y, en definitiva, emparentado a las propuestas de Bullrich. Eso sí, para diferenciarse de Bullrich sostuvo que hará todo "con medidas concretas y no con slogans, soluciones mágicas o discursos a los gritos".
Esto no convenció a Stolbizer, quien recomendó no quedar pegados a sus propuestas de mano dura. En general, la dirigente advirtió que tiene "una mirada bastante crítica de todo lo que viene pasando en la campaña electoral porque en lugar de mirar la realidad, los candidatos eligen hacer una campaña de golpes de efecto y no hay debate de ideas". De hecho, Juntos por el Cambio definió que sus candidatos no debatan.