“Pasé mi infancia bajo la dictadura del General Onganía, y mi adolescencia bajo la dictadura cívico-militar de la década del 70. Pensé que nunca más iba a vivir en nuestro país semejante sensación de vulnerabilidad frente a fuerzas del Estado”, denunció este jueves la doctora en Ciencias Biológicas Patricia Kandus, a través de una carta pública en la que reveló cómo su equipo de trabajo debió suspender una reunión virtual ante la irrupción, en el domicilio de una colega que reside en Jujuy, de la policía que responde al gobernador Gerardo Morales.
El equipo del proyecto "Observatorio Federal de Sostenibilidad Socioambiental de Humedales", que dirige Kandus, mantenía este jueves a la mañana una reunión virtual cuando, para sorpresa de todos, cuatro efectivos de la policía jujeña se presentaron en el domicilio de una de las participantes, quien tuvo que salirse de inmediato. Los policías que la esperaban en la puerta le entregaron una notificación judicial exigiendo que su pareja se presente “en forma inmediata” ante el juzgado Contravencional N°3 de la capital jujeña, por una contravención ocurrida el pasado 20 de junio, durante las movilizaciones contra la reforma constitucional.
"No pudimos seguir trabajando", denunció Kandus en su carta. "Después de 40 años del regreso de la democracia en nuestro país no podemos naturalizar la
vuelta a la represión", agregó la investigadora, que trabaja en el Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental, de la Universidad Nacional de General San Martín.
Natividad, la investigadora y docente de la Universidad de Jujuy (Unju) que sufrió la irrupción de la policía en su domicilio, aseguró que su compañero --cuyo nombre fue resguardado dada la cacería desatada por Morales--, un empleado municipal y dirigente del SEOM que participó de las movilizaciones contra la reforma constitucional, no había protagonizado ningún enfrentamiento con las fuerzas de seguridad ni se había manifestado en forma violenta. Curiosamente, tampoco la citación le endosaba incidente alguno, sino que requería su presencia por haber estado “en una reunión tumultuaria”.
“Él está de viaje, así que me dejaron la citación a mí. Lo que puede suceder es lo que ya ha pasado con otras personas en la provincia, que responden a la citación por una contravención, van a la comisaría a ver de qué se trata y los detienen”, dijo Natividad a Página/12. Si bien los dirigentes y sus familias ya han experimentado el acoso de Morales, la docente asegura que “la persecución se masificó". "Este último mes y medio se ha ampliado mucho el foco de conflicto. Es aleatorio, han detenido turistas, menores de edad con autismo, levantan a cualquiera. Cuando las garantías y los derechos se vulneran, ya no importa qué implicación tenes”, describió.
El episodio despertó una sensación doble en la académica: el miedo a que la situación se repita “sobre cualquiera” y el impulso de combatir el silencio que genera ese miedo. “Cuando está lejos, lo podés racionalizar, podés discutirlo con tus compañeros. Ahora cuando lo ves de cerca sabes que no lo podes dejar pasar. Y el silencio alrededor de lo que está pasando en Jujuy asusta”. Por eso, tras contrastar las primeras reacciones con sus colegas, Kandus redactó una carta que rápidamente fue difundida, en la que daba cuenta del hecho e instaba a toda la sociedad a reclamar instituciones acordes a los valores de la democracia. “No podemos mirar a otro lado cuando se está aceptando que en una de nuestras provincias el autoritarismo y la violencia se instalen como modo de gobierno, poniendo en juego la integridad y la vida misma de las personas, privilegiando intereses sectoriales”, sostuvo.
Informe: Diego Castro Romero