En la tercera semana de julio la suba de precios de los alimentos promedió 2,3 por ciento, con un incremento importante en el rubro bebidas. Es el tercer registro semanal consecutivo al alza. La inflación se aceleró 0,5 puntos porcentuales con respecto a la semana anterior, y acumula un 4,2 por ciento mensual promedio.
Los precios que releva semanalmente vía web la consultora LCG muestran una aceleración de poco más de tres puntos en los 8.000 precios de los alimentos y bebidas esta última semana. Con este dato, la inflación mensual alcanzó el 4,2 por ciento. Las subas de esta semana fueron explicadas sobre todo por el aumento de 8,3 por ciento en alimentos y de 5 por ciento en verduras. Estos dos rubros explicaron el 69 por ciento de la variación total de la semana.
El rubro bebidas también lidera la inflación mensual con un aumento de 9,8 por ciento punta a punta. En segundo lugar se ubica el azúcar con un aumento de 7,3 por ciento promedio en las últimas cuatro semanas. Le sigue de cerca el rubro productos lácteos con un aumento de 7 por ciento en el periodo. En cuarto lugar, y todavía por encima de la inflación mensual promedio, se ubicaron los panificados con 5,9 por ciento de aumento, los condimentos con 5,9 por ciento, y aceites con 4,5 por ciento. Por debajo del promedio de aumento mensual quedaron las carnes (1,1 por ciento) y comidas listas para llevar (0,4 por ciento). El rubro frutas mostró una caída de los precios en 2,9 por ciento.
En la semana, dos de los diez rubros relevados registró una caída de precios: fueron los productos lácteos y las frutas, ambos con guarismos de caída muy pequeños. Los mayores aumentos, por encima del promedio, se dieron en las bebidas e infusiones con un 8,3 por ciento, seguido por verduras (5 por ciento) y condimentos y otros productos alimenticios (4,1 por ciento). Por debajo del promedio semanal se ubicaron azúcar (2,1 por ciento), productos panificados (2,1 por ciento), aceites (1,6 por ciento), carnes (0,8 por ciento), y comidas listas para llevar (0,5 por ciento).
Qué se espera
Tras el dato de inflación de junio, que fue del 6 por ciento y acumuló 50,7 por ciento para el primer semestre del año, los analistas privados esperan un rebote (aunque aún por debajo del 7 por ciento) para este mes por la aceleración en algunos rubros ligados a la temporada invernal, aun cuando se mantiene cierta desaceleración en alimentos y servicios regulados.
En ese contexto, la consultora Ecolatina señaló que el IPC de este mes puede ser mayor al de junio, pero “no superaría el 7 por ciento”. En un informe marcó que durante los primeros 15 días de julio, se volvieron a acelerar algunos precios, con mayor incidencia de los estacionales: las vacaciones de invierno impulsaron los valores del sector turístico, gastronómico y de entretenimiento. En la primera quincena, alimentos y bebidas subió al 5,3 por ciento pero desaceleró 1,6 p.p. respecto a la primera quincena de junio, principalmente por un menor crecimiento en Carnes (+1,6 por ciento) y una caída en Frutas (-0,5 por ciento). Los productos de Consumo Masivo -empaquetados- treparon 6,5 por ciento, mostrando una desaceleración de 0,4 p.p respecto a junio.
Eco Go consideró que la inflación puede trepar a 7,1 por ciento mensual. El relevamiento correspondiente a la segunda semana del mes registró una variación del 1,4 por ciento de los alimentos respecto de la semana previa.
Camilo Tiscornia director de T&C, anticipó que en julio el dato de inflación será mayor que el de junio y se ubicaría por encima del 7 por ciento mensual. Para esta consultora la suba estará respaldada por la estacionalidad, con el aumento de los precios ligados al turismo, incrementos en prepagas y tarifas. El IPC Gran Buenos Aires que mide la consultora “mostró un crecimiento de 6,5 por ciento en la primera quincena de julio con relación al mismo lapso de junio”. Los datos desprendidos del informe responde a un menor crecimiento de alimentos frescos.