Ante la expectativa de un anuncio inminente en materia del régimen cambiario para exportaciones e importaciones para enviar un mensaje en medio de la negociación con el FMI, el Gobierno dilató las definiciones, que podrían llegar el fin de semana. Este viernes, hasta el propio presidente, Alberto Fernández, participó de las negociaciones con el organismo mediante una llamada a la directora gerenta, Kristalina Georgieva. En Washington, siguen intercambiando propuestas miembros del equipo económico que lidera Sergio Massa con los negociadores del Fondo.
El Gobierno busca que el FMI reformule las metas contempladas en el acuerdo y que adelante desembolsos del segundo semestre, para que el desajuste en las cuentas públicas provocado por la sequía no desemboque en un terremoto económico en medio del clima electoral. Sin embargo, el Fondo aprieta el torniquete y pide que el Gobierno devalúe la moneda para "corregir incentivos" y así mejorar la capacidad de acumulación de reservas en el Banco Central, necesarias para justamente devolver el crédito con el organismo internacional.
Sin embargo, el Gobierno considera inaceptable devaluar el tipo de cambio oficial en el actual contexto, por el impacto inflacionario y además político que implicaría para Massa, justamente precandidato presidencial por el oficialismo. Así las cosas, hay idas y vueltas en la mesa de negociación para llegar a entendimientos. Los tiempos apremian: Argentina postergó un vencimiento por casi 2700 millones de dólares hasta el 31 de julio y un día después el Fondo entra en receso vacacional de verano. De acuerdo al secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio de Mendiguren, el acuerdo se alcanzaría "entre los primeros días de la semana que viene o lo antes posible".
Próximas medidas
El Gobierno trabaja en un esquema de dólar preferencial para las economías regionales y para los cereales, como el sorgo, girasol, cebada y maíz, con la intención de aceitar la liquidación de divisas y desalentar la retención de los stocks, una estrategia que los productores utilizan para cubrirse de las devaluaciones. De acuerdo a la información preliminar, el dólar para estas exportaciones pasaría de 300 a 340/350 pesos. La medida regiría hasta el 31 de agosto
En este sentido, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan José Bahillo, estimó hoy que "durante el fin de semana tiene que haber definiciones y certezas" respecto de las modificaciones cambiarias para el agro. Aclaró que "son temas que corresponden al Banco Central". Fue durante su disertación en una jornada organizada por la Sociedad Rural (SRA) en el marco de la 135° Exposición Rural de Palermo.
Por otro lado, la idea del Gobierno es elevar el precio del dólar para un conjunto de importaciones, que de acuerdo a Economía vienen teniendo una dinámica superior a la esperada gracias al "dólar barato" que implica comprar al precio del billete oficial.
El Ministerio de Economía aplicaría el Impuesto PAIS a determinadas importaciones de servicios y de bienes suntuarios. En cambio, quedarían exceptuados los bienes cuya importación es necesaria para fabricar productos de la canasta básica y del sector de la energía. La excepción correría para los operadores de comercio exterior, que pueden pagar sus importaciones mediante los dólares generados por sus exportaciones.
El desafío del Gobierno pasa ahora por convencer al FMI de que la suba del dólar para productos puntuales de exportación e importación es suficiente para generar un efecto positivo en la balanza comercial, tanto por el lado de la cuantía del incremento del valor del dólar como por parte de la extensión de la canasta de bienes incluidos en los cambios.
En rojo
De acuerdo a los últimos datos publicados por el Indec, el intercambio comercial cerró junio con un déficit de 1727 millones de dólares, frente a un resultado también negativo de 231 millones registrado en igual mes del año pasado. De esta manera, durante el primer semestre el balance marca un resultado negativo de 4387 millones de dólares, impactado fundamentalmente por la sequía, que contrasta con un superávit de 2977 millones de igual período de 2022.
La teoría económica considera que los precios de exportación y de importación a corto plazo tienen menos incidencia sobre las cantidades que el efecto que provoca la demanda mundial sobre las exportaciones y la demanda local sobre las importaciones.