Según datos registrados de 2020 y 2021, Quilmes redujo drásticamente la mortalidad infantil, que se ubicó en los niveles más bajos en la historia del municipio.
A través de datos brindados por la cartera sanitaria bonaerense se puede observar la tendencia al descenso, que se ve reflejada en comparación a los datos de 2019 cuando la mortalidad era del 10,19 cada 1.000 nacidos vivos, mientras que durante en los primeros dos años de gestión disminuyó significativamente para ubicarse en 8,96 cada 1.000 nacidos vivos en el año 2021.
“Es un avance enorme en materia de cuidados de la salud particularmente del embarazo y del recién nacido. Con estos resultados se está empezando a ver el impacto de las políticas sanitarias que se están llevando adelante en Quilmes”, destacó la intendente, Mayra Mendoza, quien resaltó todo el trabajo que se viene realizando en materia de salud en estos últimos cuatro años.
Además se construyeron cuatro Centros de Atención Primaria de Salud (CAPS) y se puso en valor uno que se encontraba en condiciones precarias.
Si bien lo importante de la mortalidad infantil es evaluar la tendencia durante los años, “históricamente Quilmes se ubicaba entre los municipios que mayor mortalidad infantil tenía, y hoy ya estamos viendo un cambio en esa tendencia con dos años consecutivos que confirman esta disminución y ubican a Quilmes por debajo del promedio regional”, expresó al respecto el secretario de Salud local, Dr. Jonatan Konfino.
La mortalidad infantil es un término utilizado para describir las muertes de menores de 1 año, se calcula relacionando el número de muertes de menores de 1 año con el número de nacidos vivos registrados. Existe un conjunto de factores que influyen y determinan el nivel de esta tasa: biológicos, demográficos, socioeconómicos, culturales, ambientales, de atención de la salud y geográficos.