Las elecciones generales en España del domingo próximo ocurrirán en vacaciones de verano, lo que llevó a 2,6 millones de personas a votar por correo, una cifra que alimentó temores de manipulación alimentados por la derecha y la ultraderecha. Un 6 por ciento del padrón solicitó votar por esta vía, una cifra inédita.
El interés ha sido tal que la Junta Electoral decidió el jueves pasado, fecha límite, "ampliar el plazo para la entrega por los electores de los sobres de votación en las oficinas de Correos hasta el viernes", para "facilitar al máximo el derecho de sufragio de los ciudadanos".
Desde que se inició la campaña, la oposición ha sembrado dudas sobre la capacidad del servicio postal para satisfacer la elevada demanda, insinuando que podrían quedarse papeletas sin contar. "Le pido a los carteros de España que trabajen al máximo, mañana, tarde y noche y, aunque no tengan los refuerzos suficientes, que sepan que custodian algo que es sagrado de los españoles, que es su voto", afirmó el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo.
El jefe de la formación de ultraderecha Vox, Santiago Abascal, dijo estar "extraordinariamente preocupado", ya que a su juicio el servicio postal no ha contado con "los medios" necesarios. Eso se une a "la mala intención de convocar elecciones en el periodo vacacional de los españoles", agregó.
"Embarrar"
En las últimas semanas, el voto por correo generó numerosas noticias falsas que aseguraban que la fecha de la elección había sido elegida para organizar un "fraude electoral" en beneficio de la izquierda. "No hay un precedente" en España de unas elecciones nacionales en verano, señala Giselle García Hípola, politóloga de la Universidad de Granada, para quien esto ha propiciado la desinformación.
Al sembrar dudas, los partidos incurren en una estrategia "peligrosa", advierte García Hípola. "Cuando se duda de un ente público, se duda ya para siempre, da igual el color político" que gobierne. "Esta es una estrategia típica del populismo y lo estamos viendo en todo el mundo, no solo en España" agregó, en referencia a las acusaciones de fraude lanzadas por Donald Trump y Jair Bolsonaro tras sus derrotas.