Y finalmente sucedió. Lionel Messi tuvo su esperado debut en el Inter Miami este viernes por la noche y el fútbol se disfrazó de soccer por un par de horas. Hubo que esperar al segundo tiempo para ver al campeón del mundo en acción con la ya célebre camiseta rosa del equipo flamenco, pero valió la pena. El crack de 36 años se inventó una falta sobre el pucho y metió un golazo de tiro libre en tiempo de descuento para poner el 2-1 sobre el Cruz Azul en la primera fecha de la Leagues Cup Mexicana-Estadounidense.
El rendimiento del rosarino fue muy bueno, casi que por contraste. Ingresó a los 53 minutos y sacó a pasear a más de un rival, metió pases de alta gama y fue conductor total del equipo -incluso le dieron la cinta de capitán apenas ingresó- hasta que se fue parando más de punta con el correr de los minutos, buscando el gol del triunfo... Y vaya que lo consiguió, simulando un golpe en la cara en la puerta del área que el árbitro hondureño compró y capitalizando uno de esos tiros libres por arriba de la barrera que ya son marca registrada, ahora propiedad de los hermanos Mas Canosa de Fort Lauderdale, Miami.
El próximo partido del Inter Miami del Tata Martino será el martes 25, también como local, ante el Atlanta United desde las 20:30.
Una jornada híper yanqui
La jornada tuvo todo lo que se puede esperar del deporte yanqui. Himno nacional cantado por una celebridad (Becky G), un par de helicópteros sobrevolando el estadio y hasta el astro del básquet LeBron James -con piluso a lo De Paul- abrazándose con Messi como si fueran amigos de toda la vida. También estuvieron figuras de la talla de Serena Williams o Marc Anthony. Sólo faltó Tom Cruise bajando de uno de los helicópteros con alguna que otra arma de alto calibre.
El pico de soccerismo se dio en el minuto 44, cuando el finlandés de ascendencia inglesa Robert Taylor se inventó un golazo encarando de izquierda a derecha y sacando un disparo rasante al palo más lejano del arquero del Cruz Azul. La genialidad del nórdico obligó a Messi a levantarse del banco y festejar entre puños apretados y sonrisas, mientras desde el techo del estadio se disparaba una cantidad irrisoria de fuegos artificiales. A su vez, el sonidista daba play a la canción "Danza Kuduro" de Don Omar, a todo volumen. Una secuencia, de mínima, peculiar.
El gol de Taylor rompió la monotonía en la que había caído el partido tras un muy buen inicio, con el Cruz Azul entrándole por todos lados a los de Miami. Entre los mexicanos se destacó el exDefensa y Justicia Carlos Rotondi, jugando de extremo izquierdo.
Esa tónica se repitió justamente tras el ingreso de Messi, que pareció motivar más a los mexicanos y apichonar a sus compañeros. Cruz Azul lo empató a los 65 a través de Uriel Antuna y no pasó a ganarlo sólo por la actuación espectacular del arquero interista, Drake Callendar. Al fin y al cabo, el 1-1 parcial sólo sirvió para una cosa: hacer más memorable el debut del argentino.
Messi, protagonista desde el banco
Messi suplente, rareza si las hay. Por suerte -para quienes pudieron sintonizar el partido- la televisación casi que se ocupó en partes iguales de lo que pasaba entre los equipos durante los 45 iniciales y los movimientos del crack en el banco. El rosarino estuvo flanqueado por Sergio Busquets y el venezolano Josef Martínez; con un bronceado de novela, mascando un chicle aparentemente interminable y repartiendo saludos y guiños a diestra y siniestra.
A los 53 minutos el Tata Martino le facilitó el trabajo al director de cámaras cuando mandó al 10 a la cancha junto al español y el venezolano. Entonces el público local pudo sacarse las ganas de vivar a su nuevo ídolo y capitán.
Lo de los dirigidos por Tata Martino le hizo justicia al prejuicio de nivel casi amateur con el que carga el fútbol estadounidense. Claro que se trata del peor equipo de la liga (y eso que son 29) con una racha ya no vigente de 11 partidos sin ganar. Del otro lado, la Máquina Cementera tampoco dejó bien parado al fútbol mexicano. Mucho de cemento y poco de máquina para el equipo dirigido por el histriónico Tuca Ferretti (aquel DT de Tigres en la final de Libertadores vs River y conocido por su calenturas registradas en videos de Youtube). El Cruz Azul, que no tuvo al exNewell's Willer Ditta por problemas de visado, llegaba con seis derrotas en sus últimos siete encuentros. Se fue con su séptima en ocho.