Los haberes de los jubilados, beneficiarios de pensiones no contributivas y titulares de la asignación universal por hijo aumentarán un 13,32 por ciento en septiembre. A partir del próximo mes el haber mínimo que percibe más de la mitad de los jubilados será de 7246,64 pesos. La nueva pensión universal por adulto mayor (a la vejez) alcanzará a 5797 pesos. Creada el año pasado como parte de la ley de reparación histórica, la prestación por vejez se cobra al cumplir los 65 años tanto hombres como mujeres aunque no hayan realizado aportes a la Anses y equivale al 80 por ciento de la jubilación mínima. La AUH, por su parte, ascenderá hasta 1412 pesos mensuales. La jubilación máxima, en tanto, será de 53.090,20 pesos. La actualización automática también alcanzará las asignaciones familiares del sistema contributivo que perciben los asalariados (ver aparte).
El anuncio fue realizado ayer en la Anses por el titular del organismo, Emilio Basavilbaso. El funcionario estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Trabajo, Jorge Triaca. La capacidad de compra de las jubilaciones y la AUH terminará 2017 con una mejora de 2 por ciento contra el año pasado, que no alcanza a recuperar el terreno perdido durante 2016 (-5,7 por ciento), y por lo tanto las prestaciones serán 4,6 por ciento inferiores a las registradas en diciembre de 2015.
Con la segunda suba automática anual prevista en la ley de movilidad, la mejora en los ingresos alcanzará al 27,96 por ciento en 2017. El primer aumento, anunciado en marzo, había sido del 12,94 por ciento. “La lucha con la inflación la estamos ganando”, indicó ayer Peña al destacar la magnitud del aumento automático en los haberes. El funcionario aseguró que se trata de una mejora significativa en términos reales. La consultora PxQ estimó que, si se cumplen las proyecciones de inflación previstas en el relevamiento de expectativas de mercado realizado por Banco Central, el incremento anunciado ayer implicará una recuperación del poder adquisitivo del haber jubilatorio y la AUH de 2,0 por ciento en promedio durante 2017. Sin embargo, esa mejora no le permitirá recuperar el nivel registrado antes del cambio de Gobierno. Como a lo largo del año pasado la contracción acumulada fue del 5,7 por ciento, a fin de año la capacidad de compra de las jubilaciones y asignaciones sería 4,6 por ciento menor a la registrada en diciembre de 2015.
Los cálculos realizados por PxQ, que dirige el ex viceministro de Economía, Emmanuel Alvarez Agis, son provisorios ya que están basados en las conservadoras proyecciones privadas de inflación. Hoy el promedio de los aumentos de precios estimados para el año llega al 22,4 por ciento. Pero, como advierten los investigadores de Cifra-CTA, incluso si esas proyecciones se cumplen el IPC tiende a subestimar el impacto de la inflación sobre el poder adquisitivo de las jubilaciones. La canasta de consumo de los adultos mayores es diferente a la del resto de la población. El peso de los alimentos, los servicios públicos y la salud es mayor. Por lo tanto, los aumentos registrados desde el año pasado en esos rubros los afectan con mayor intensidad. Los datos elaborados por el IET de la UMET indican que el IPC de los jubilados acumuló hasta julio una suba del 25,9 por ciento interanual, por encima del IPC del conjunto de la población (24,5) y asalariados registrados (24,2).
Asimismo, los indicadores no pueden estimar el impacto que tuvieron los cambios en el PAMI como el recorte en la cobertura de medicamentos. A partir del año pasado, el organismo restringió el alcance de la cobertura del 100 por ciento en medicamentos, redujo la cobertura máxima gratuita de 10 a 4 remedios y eliminó del listado más de 160 principios activos. Además, según informó la Fundación Soberanía Sanitaria, el PAMI interrumpió la provisión gratuita de anteojos y limitó la cantidad de alimentos entregados en los centros de jubilados. Al ajuste impuesto, donde también se contabiliza el retaceo de los insumos para los afiliados diabéticos, se sumaron el recorte en el programa Remediar y los aumentos de precios registrados en las farmacias como consecuencia de la menor intervención estatal.
Al realizar el anuncio, Peña destacó que “el Gobierno está trabajando muy fuerte y ya tenemos resultados como la reparación histórica que llegó a más un millón de jubilados y otra buena noticia son los créditos que se otorgan con la tarjeta Argenta, lo que permite a muchos jubilados salir de las manos de aquellos que se aprovechaban”. La presentación del resultado de la movilidad automática fue realizado en la sede central de la Anses con la presencia de un grupo de jubilados que habían sido convocados para la ocasión.