El llamado síntoma de "niebla cerebral" asociado con la covid prolongada es comparable al envejecimiento de 10 años, expone un estudio realizado por King's College London.
Los investigadores analizaron el impacto de la Covid-19 en la memoria y encontraron que el deterioro cognitivo era más alto en las personas que habían dado positivo y tuvieron más de tres meses de síntomas.
El estudio, publicado este viernes por The Lancet también encontró que los síntomas en las personas afectadas se prolongaron hasta casi dos años desde la infección inicial.
"El hecho es que dos años después de su primera infección, algunas personas no se sienten completamente recuperadas y sus vidas continúan viéndose afectadas por los efectos a largo plazo del coronavirus", dijo Claire Steves, profesora de envejecimiento y salud en King's College.
“Necesitamos más trabajo para comprender por qué sucede esto y qué se puede hacer para ayudar”, acotó.
Los síntomas comúnmente informados de casos con covid prolongada incluyen fatiga, dificultad para concentrarse, para respirar y dolores musculares.
Más de 51.000 personas bajo estudio
El estudio incluyó a más de 5.100 participantes del Biobanco del Estudio de Síntomas de Covid, reclutados a través de una aplicación.
A través de 12 pruebas cognitivas que miden la velocidad y la precisión, los investigadores examinaron la memoria de trabajo, la atención, el razonamiento y los controles motores entre dos períodos de 2021 y 2022.
En la primera cohorte de 3.335 participantes, se encontraron puntajes cognitivos más bajos en personas con infecciones positivas por covid-19, con los mayores déficits observados en aquellos con más de 12 semanas de síntomas.
El estudio determinó además que los déficits eran comparables al efecto de “un aumento en la edad de aproximadamente 10 años, o la exhibición de síntomas leves o moderados de angustia psicológica”.
“Este estudio muestra la necesidad de monitorear a aquellas personas cuya función cerebral se ve más afectada por el covid-19 para ver cómo sus síntomas cognitivos continúan desarrollándose y brindan apoyo para la recuperación”, dijo el Nathan Cheetham, uno de los autores del estudio.