“Nadie, salvo los sectores más concentrados, se va a beneficiar con esta política económica, por eso los empresarios nacionales y los sindicatos de trabajadores tenemos que recorrer un camino común, el de defender el trabajo y la producción nacional”, sentenció Marcelo Fernández, presidente de Cgera, en una muy particular celebración del Día del Empresario Nacional que tuvo lugar ayer. Hubo tres oradores, y dos de ellos de origen sindical: Hugo Yasky por la CTA, y Héctor Amichetti por la Corriente Sindical Federal de la CGT. “Queremos volver a tener a la Aduana jugando a favor de la producción nacional, no como ahora”, definió Fernández, en alusión a la flexibilización de normas de control que prácticamente liberó de cualquier tipo de verificación a las importaciones. “Estamos viviendo un apagón informativo aduanero”, apuntó uno de los dirigentes que participó del encuentro, en conversación con PáginaI12.
El ánimo entre los 200 asistentes que ocupaban el salón del primer piso del Hotel Castelar (en el centro de la ciudad autónoma) podía advertirse a simple vista. Caras de preocupación, corrillos en los que se expresaba el temor a los alcances de una política que está pulverizando el mercado interno, relatos de reuniones con funcionarios que los reciben, escuchan los reclamos, prometen considerarlos pero jamás dan respuesta. Relatos sobre otros funcionarios que jamás los reciben. Y también sobre un alto funcionario que, tras escuchar que su interlocutor, importante empresario textil, se sentía imposibilitado de mantener a los cientos de empleados que hoy ocupa, le respondió: “Pero echalos, salvá la empresa. Mantené el CUIT y esperá un mejor momento para volver a lanzarte o reconvertirte”.
Un video que Cgera preparó para la ocasión, proyectado antes de los discursos, muestra a obreros y empresarios entrevistados, en talleres pymes, contando sus respectivas experiencias de 15 años o de 40 de antigüedad en el lugar. Y un lenguaje común de empleados y empleadores: “tenemos una relación más humana, más cercana que en una gran empresa; y más justa”. “Cuando a la empresa le va bien, nos beneficiamos todos, y si va mal, luchamos todos juntos para mantener la fuente de trabajo”.
El video fue el prólogo a la propuesta de conformar un bloque único entre pymes y trabajadores para defender el trabajo y la producción nacional. Yasky señaló que “esta demostración sirve para desmentir el discurso oficial, según el cual el crecimiento del empleo sólo puede venir por la inversión extranjera. Siete de cada diez empleos lo generan las pymes, que si hoy están en crisis no es por ineficiencia, sino por incapacidad del Estado para garantizar el control a las importaciones, por el tarifazo, por la caída del consumo consecuencia de la recesión, por las dificultades para acceder al crédito en un país que es muy próspero para la bicicleta financiera pero duro con quienes quieren producir”. Héctor Amichetti, a su turno, repasó las instancias de encuentros entre pymes y trabajadores, alertando sobre la “necesidad de entender que hay una fuerza conjunta que se está conformando para defender un mercado interno, condiciones de igualdad para competir con el producto importado y sobre esa base defender el empleo. El mensaje es seguir adelante con esta línea, la realidad nos impone buscar ese espacio”. Marcelo Fernández recordó que “las acciones comunes” entre entidades empresarias y de trabajadores empezaron “desde el momento que vimos que estas políticas no nos contenían”, aunque había quienes lo venían pensando ya desde antes. “Nuestros reclamos no pueden ir por separado; después de resolver las paritarias, somos un solo sector”.
El presidente de Cgera puntualizó sus críticas en el manejo de la Aduana, que abandonó su rol de defensa de la producción nacional a través de la flexibilización de los mecanismos de control sobre la importación. Antes las cámaras industriales actuaban como “verificadores” del ingreso de mercadería, pudiendo fiscalizar la descripción del producto y el precio declarado. “Hoy no se sabe quién importa, no hay información que permita tener bien claro cuáles son los canales de comercialización”, agregan otros dirigentes. “Nunca sucedió antes que hayamos perdido la posibilidad de conocer al importador como ahora”, completó Fernández.