Los flashes del mundo entero apuntan al sureste de Florida. Vestido de rosa y con la diez en la espalda, el mejor jugador del mundo empezó a deleitar a los fanáticos del fútbol con toda su magia. En la primera fecha de la Leagues Cup, el torneo que reúne a los equipos de México y Estados Unidos y que otorga tres clasificaciones a la Concachampions, Lionel Messi hizo su debut oficial como jugador del Inter Miami y lo decoró con un golazo de tiro libre ante Cruz Azul, en el último minuto. En el Inter, un club fundado apenas hace cinco años, Messi comparte plantel con tres bonaerenses: Nicolas Stefanelli, Sebastián Saja y Javier Morales.
Desde que ganó la Copa del Mundo en Qatar, la vida de Lionel Messi cambió para siempre. El título más deseado llegó en la recta final de su carrera y, desde ese 18 de diciembre de 2022, el astro argentino marcó su camino venidero. "Ya está, ya está", le dijo con señas a su familia, que inundaba de emoción el palco del estadio Lusail. Con 35 años y consagrado como el mejor jugador de la historia, el rosarino optó por cambiar de club y fijó su destino en Miami. A lo largo de los últimos años, el entorno del 10 hizo público su deseo de vivir en Estados Unidos, objetivo que concretó luego de su tormentosa salida de París. Al llegar al club que preside David Beckham, Messi se encontró con nueve argentinos, tres de ellos nacidos en la provincia de Buenos Aires.
Nicolás Stefanelli, delantero centro del conjunto miamense, nació el 22 de noviembre de 1994 en Quilmes. Fichado por Inter a principio de año, el goleador valuado en 1.200.000 euros firmó su contrato hasta diciembre de 2024. Durante su infancia, Stefanelli jugó tres años en las infantiles de Quilmes, pero Defensa y Justicia posó sus ojos en él y el joven cambió de rumbo. Luego de realizar todas las divisiones inferiores con el “halcón” de Florencio Varela, en 2014 el quilmeño integró el plantel profesional que entró para siempre en la historia del “Defe”, cuando ascendió a la máxima categoría del fútbol argentino por primera vez en su historia.
Ante la falta de oportunidades en Varela, Stefanelli fue cedido a préstamo a Villa Dálmine de Campana, club que por aquel entonces disputaba la tercera categoría del fútbol de ascenso. En el “viola”, el quilmeño demostró sus condiciones y con cinco goles en 28 partidos, colaboró para que Villa Dálmine ascienda a la segunda categoría. Luego de esa gran incursión a préstamo, los encargados de manejar los destinos futbolísticos de Defensa y Justicia decidieron darle una nueva oportunidad a Stefanelli, y no se equivocaron. En su retorno al “halcón”, el delantero anotó 13 goles en 40 partidos, convirtió el primer gol internacional de la historia del club y fue vendido al AIK Solna de Estocolmo, convirtiéndose en la primera venta de los de Varela al fútbol europeo.
En Suecia fue campeón y anotó 40 goles, pese a que el AIK lo cedió a préstamo en más de una oportunidad. En 2019 fue seis meses al Anorthosis Famagusta de Chipre, anotó 2 goles y, tras retornar, lo cedieron a Unión La Calera de Chile, donde convirtió 11 tantos. A mediados de 2021 regresó a Suecia y se mantuvo en el equipo de Estocolmo hasta principio de año, cuando el Inter de Miami le compró el pase. En el conjunto rosa ya marcó 2 goles y, hoy por hoy, se entrena a la par de su máximo ídolo.
Sebastián Saja es, quizás, el bonaerense más conocido que comparte plantel con Lionel Messi. El histórico arquero, que se desempeña como entrenador de arqueros del cuerpo técnico encabezado por el argentino Gerardo Martino, nació el 5 de junio de 1979 en el municipio bonaerense de Brandsen. Saja hizo sus primeras armas en el Club Atlético y Progreso de Brandsen, que pertenece a la Liga Chascomunense de Fútbol. Las cualidades que demostraba en el arco del verde y rojo, hicieron que San Lorenzo de Almagro se fije en él y lo invite a formarse en las divisiones inferiores del club. El nivel del “chino” era tan alto que, antes de debutar como profesional, ya integraba el seleccionado Sub-20 comandado por José Pekerman. Tras su debut en el arco del “ciclón”, Saja acumuló grandes rendimientos y obtuvo el Torneo Clausura 2001, la Copa Mercosur 2001 y la Copa Sudamericana 2002, año en el que fue escogido para integrar el Equipo Ideal de América. Junto con sus atajadas, el brandseño emuló a José Félix Chilavert y se hizo cargo de los penales, convirtiéndose así en un arquero-goleador.
El salto a Europa no tardó en llegar. En 2003 viajó a Italia para jugar en Brescia y luego se mudó a España, donde se puso el buzo de arquero del Rayo Vallecano y del Córdoba Club. En 2005 jugó en México y su objetivo fue adueñarse del arco del Club América, pero tras menos de un año en tierra azteca, regresó a San Lorenzo, su casa. Allí, el DT Ramón Díaz no lo tuvo en cuenta y volvió a salir del país, esta vez para defender los tres palos del Gremio de Porto Alegre. En el tricolor brasilero, se destacó velozmente. Con el amor de los hinchas en sus bolsillos, comandó al equipo que se coronó campeón del Campeonato Gaúcho 2007 y alcanzó la final de la Copa Libertadores de aquel año, donde sufrió el fútbol de un destacado Juan Román Riquelme, que recién llegado de Europa y atravesando un nivel superlativo, se metió la final debajo de la suela y comandó a Boca a ganar su sexto torneo continental. Pese a ello, Saja fue distinguido como el mejor arquero de la competencia.
Tras jugar cuatro años en el AEK Atenas de Grecia, donde fue campeón de Copa, el “chino” se convirtió en arquero de Racing Club de Avellaneda. Luego de 13 años sin salir campeón, la academia consiguió el Campeonato de Primera División 2014 con Saja como capitán y figura. En 2016, volvió a España para jugar en el Gimnástic y en Real Zaragoza, donde se retiró del profesionalismo con 19 goles en su haber. Antes de ser entrenador de arqueros, el brandseño fue director técnico principal. Trabajó en Guaraní de Paraguay y en Agropecuario de Carlos Casares, en la segunda división del fútbol argentino. Tras su experiencia como DT, Saja se sumó al cuerpo técnico de Gerardo Martino y ya entrena a Drake Callender, Nick Marsman, CJ Dos Santos y Cole Jensen, los encargados de que Inter Miami no reciba goles.
El tercer bonaerense es Javier Morales, que hasta la llegada de Gerardo Martino, se desempañaba como entrenador interino del Inter Miami. El ex mediocampista, surgido de la cantera de Lanús, nació en Lomas de Zamora el 10 de enero de 1980. Tras su debut en el “granate”, Morales pasó por Arsenal de Sarandí, Newell’s Old Boys de Rosario e Instituto de Córdoba. En el plano internacional, el lomense jugó en el U.D. Vecindario de España y luego viajó a Estados Unidos, para desempeñarse en el Real Salt Lake, donde se consagró campeón de la MLS Cup, en 2009. La última camiseta que vistió como jugador profesional fue la de FC Dallas, club donde se desempeñó como entrenador de juveniles tras su retiro. Tras cumplir su etapa en las divisiones formativas del Dallas, Morales se mudó a Miami para desarrollar la misma tarea. Por los pésimos resultados que acumuló el equipo de Florida previo a la llegada de Lionel Messi, la dirigencia encabezada por David Beckham lo sentó en el banco de primera división, mientras aguardaban por la llegada de Gerardo Martino. Ahora, Morales integra el cuerpo técnico y desarrolla diversas tareas en la parte futbolística de Inter Miami.
Lionel Messi mudó toda su destreza a un nuevo destino. Primero fue Barcelona, luego París y ahora Estados Unidos. En su zurda carga tanta jerarquía que, sea cual sea la ciudad, derrochará su talento sin impedimento alguno. Una verdad tan absoluta como el hecho de que, vaya donde vaya, siempre se encontrará con un bonaerense.