Clara García ganó al estilo Irineo Leguisamo: corrió de atrás, y cuando el domingo casi todo el mundo se fue a dormir con la idea de que el radical José Corral era el precandidato a diputado provincial más votado, el lunes amaneció con la socialista en ese lugar, con 150.400 votos y una luz de apenas 1.600 votos sobre el santafesino pullarista. Por eso reafirma que el socialismo hizo bien en integrarse al frente Unidos para Cambiar Santa Fe, y pavimenta el puente hacia el espacio que ahora hegemoniza el espacio, el de Maximiliano Pullaro. Lo dice la única que salvó la ropa del partido de Binner y Lifschitz en las primarias del domingo pasado. La apuesta a negociar para volver a ser partido de gobierno, y el rechazo acérrimo a todo lo que remita a Omar Perotti.
-¿Qué claves que abonaron su buena elección y que la muestra como la mejor foto, acaso la única, que rescate el socialismo -preguntó Rosario/12.
-No era una elección sencilla. Esto viene de decisiones que hemos tenido que tomar después de dos ausencias tremendas, las de Hermes (Binner) y Miguel (Lifschitz), que en un año ya no estuvieron. Líderes que ordenaban hacia adentro y hacia afuera, y marcaban el norte con su potencia. Al no estar ellos hubo que tomar decisiones en charlas más asamblearias, abiertas, participativas, y construir nuevos liderazgos. Por supuesto que las decisiones no fueron unánimes, pero estoy convencida de que fue una buena decisión integrar Unidos. La condición era llevar candidatos y candidatas socialistas en todas las categorías y lugares de la provincia porque queríamos preservar nuestra identidad socialista, los valores con los que llegamos a la política, los proyectos, nuestra manera de gestionar y hacer política. Cuando nos decían que nos íbamos a perder en un espacio tan amplio, al contrario: queremos que ganen los valores socialistas con nosotros desde adentro. La figura de Mónica Fein fue clave. Con ella jugamos dos tándems: en 2021 yo encabecé lista de senadores nacionales para que Mónica fuera diputada nacional. Y ahora Mónica fue precandidata a gobernadora para apalancar mi candidatura a diputada.
-A la luz de los resultados, ¿reafirma que el rumbo del PS haya sido el correcto?
-La decisión de Unidos trajo disenso en algunos compañeros que no la compartieron; pero como en la vida, uno puede decidir continuar con una mirada testimonial y teórica de la política, o puede decidir con la vocación de ser un partido de gobierno e integrar una coalición. Y desde adentro hacer pesar el partido de uno. El resultado es que hoy vemos que de una lista de 28 candidatos a Diputados 13 son socialistas. La decisión fue acertada entonces. Además, nuestra posición partidaria fue jugar muy respetuosamente el juego democrático de las PASO. Mientras otros espacios lo jugaron de manera agresiva, nosotros lo hicimos con diferencias pero con respeto.
-En Diputados sí acertaron, pero en el resto de las categorías no, habida cuenta de que el socialismo gobernó la provincia por tres períodos y hegemonizó la gestión municipal en Rosario por tantos años. Hoy sus candidatos quedaron tan relegados, hasta para el Concejo incluso.
-A ver... veníamos de dos golpes que podrían haber sido letales para nuestra organización, la pérdida de dos grandes líderes en tan poco tiempo y con proyección nacional. El riesgo era que no nos pusiéramos en pie.
-¿Entonces, Binner y Lifschitz eran todo, y la estructura no?
-No, lo que digo es que su presencia era enormemente fuerte para llevar adelante nuestras candidaturas, para que no surgieran otras que se animaran. Ante la ausencia de esos dos grandes electores, el riesgo era que el PS no se levantara. Y lo hicimos, aun en el peor momento, 2021, con Mónica como diputada nacional, con nuevos intendentes, presidentes comunales, concejales, y ahora con una victoria en la Cámara de Diputados provincial, con Paco Garibaldi en Santa Fe a metros de ser senador departamental. Con mucha posibilidad de ganar en Sunchales, Villa Constitución, Recreo. Villa Gobernador Gálvez seguirá siendo socialista.
-¿Cómo será la relación con el pullarismo?
-Es el gran desafío de las alianzas: encontrar un punto común sin perder identidad. Esto nunca fue un jardín de rosas, siempre hubo diferencias, pero está en el perfil del líder si esas diferencias las potencia o las aquieta. Si su objetivo es una pequeña victoria interna o si sabe bajar la espuma para que haya un entendimiento general. El socialismo volverá a tener un muy buen espacio de construcción.
-¿Prefiere a Pullaro como interlocutor, o hubiera preferido a Losada?
-La gente dijo lo suyo y cómo. Eligió mejorar la política, fue una decisión no de bronca o decepción sino de apuesta a la experiencia política. Losada se dejó llevar por una estrategia virulenta hacia su contrincante de una forma descalificadora. Pienso que no todos la compartían en su espacio, y eso la llevó a no tener la credibilidad de cuando uno tiene una convicción. Trasuntaba que estaba siendo instrumento de una estrategia, de un guion. Que no era la misma persona que había ganado en 2021.
-¿Cómo hará el socialismo para imponer su agenda y convivir con sectores distintos a la prédica del socialismo?
-Creo en las negociaciones productivas, las charlas serias, con agendas, con prioridades. Claro que si empezamos por los extremos empezaremos por las diferencias. Pero hay mucho acordado. En Cayastá firmamos un acuerdo con un programa de gobierno luego de reuniones de meses de equipos técnicos para encontrar puntos en común. Pullaro estaba sentado al lado mío. Eso es una base de consenso. Cada espacio político, por los votos pero también por la experiencia, por los equipos técnicos que trae, va a tener un peso.
-En los festejos del domingo pasado un valor recurrente que muchos destacaron fue haber derrotado al peronismo, al kirchnerismo incluso. Eso confirma que el frente es un armado con el antiperonismo como factor común.
-Mi decisión es derrotar al perottismo, es diferente. Perotti ha gobernado, incumplió sus promesas de gestión, y rompió el diálogo político. Ahora lo vemos con sus opositores y puertas adentro de su propio espacio político. Sus magros resultados denotan eso. No me siento 'anti algo' pero sí vamos a ganarle a Perotti el 10 de setiembre.
-Perotti incumplió eso de "paz y orden", pero Pullaro también fue ministro de Seguridad y no pudo. ¿Por qué ahora sí podría?
-Debemos tener un mínimo acuerdo entre los espacios políticos, no es de un gobierno solo. Hay que sacar el problema de la inseguridad de la chicana fácil. La delincuencia se ha fortalecido, hay un delito complejo organizado con características de otra dimensión: la gran violencia letal y el poderío económico. Habíamos trabajado mucho en eso y hoy advertimos que se ramificó en la sociedad hasta los sectores más humildes. Se impone un acuerdo con todos los partidos con representación parlamentaria.
-¿Qué agenda parlamentaria se viene?
-Un gran desafío es terminar con eso de que una cámara da media sanción a una ley pero se traba en la otra. Encontrar diálogo entre el Ejecutivo y la Legislatura completa. De medias sanciones estamos llenos. Sin un acuerdo político es solo conformarse con haber dado media sanción y punto.